Discurso de Joan Herrera en el debate parlamentario de aprobaci¨®n del Estatut
Gracias, se?ora presidenta. Hoy, 30 de marzo, estamos en el segundo gran momento del Estatuto. El primero fue hace medio a?o, cuando el Parlament de Catalu?a aprobaba el Estatuto con la participaci¨®n de todas las fuerzas pol¨ªticas y con la aportaci¨®n de miles de personas y de cientos de entidades. El Estatuto de 1979 se hab¨ªa quedado peque?o y la propuesta del d¨ªa 30 de septiembre daba respuesta a lo que Catalu?a no solo quer¨ªa, sino a lo que Catalu?a necesitaba. Esto fue despu¨¦s de unas elecciones en las que cuatro fuerzas pol¨ªticas acudieron con un programa en el que dec¨ªan: vamos a reformar el Estatuto. Solo hab¨ªa una que dec¨ªa que no, y a eso el se?or Rajoy lo ha llamado capricho, pero nosotros decimos que eso fue democracia. Se?or Rajoy, la democracia no es un capricho. A lo largo de estos meses contra el Estatuto ha valido todo. El Partido Popular ha fiado todo su futuro pol¨ªtico al fracaso del Estatuto, pero con esa actitud, quiz¨¢ sin quererlo, nos han hecho mucho m¨¢s fuertes. Hoy, a 30 de marzo de 2006, aquellos que pensaron que esta legislatura no iba a ser m¨¢s que un par¨¦ntesis en el resurgir de la peor derecha pueden ya palpar el tremendo error de su estrategia.
La semana pasada se abr¨ªa una oportunidad para la paz cuando recib¨ªamos la mejor noticia de los ¨²ltimos a?os: el alto el fuego permanente de ETA, y hoy en una cuesti¨®n que nada que tiene que ver -por mucho que algunos se empe?en-, el Congreso de los Diputados aprobar¨¢ un Estatut que cambiar¨¢ Catalu?a, pero que tambi¨¦n cambiar¨¢ Espa?a. Este va a ser un Estatut que permitir¨¢ abordar los problemas y los retos de la sociedad catalana. Va a abrir una nueva etapa para el conjunto del Estado, consagrando un modelo que avanza hacia lo federal, y har¨¢ saltar por los aires el gui¨®n de oposici¨®n salvaje del Partido Popular. Porque, ?qu¨¦ har¨¢ el se?or Rajoy cuando una comunidad aut¨®noma, es m¨¢s, una comunidad aut¨®noma del Partido Popular, se apunte a lo que hoy aprobamos? ?Tan solo cabr¨¢ la dimisi¨®n? Ser¨ªa lo normal.
Pero el proceso del Estatuto no se acaba hoy, nos quedar¨¢ la ¨²ltima etapa, la m¨¢s decisiva, la de la aprobaci¨®n por parte de la ciudadan¨ªa del mejor Estatut que nunca ha tenido Catalu?a. Que nadie se equivoque, no basta con el visto bueno de las Cortes, es necesario explicar su contenido, sus beneficios y explicarlo bien, porque el Estatut necesita toda la autoridad para navegar en un nuevo barco, como dec¨ªa el se?or Erkoreka, en el mismo oc¨¦ano. Para eso hay que explicar su contenido, explicar el contexto, explicar que este Estatut ha salido adelante pese a los peores ataques posibles. El Estatut necesita, por tanto, autoridad. Nosotros queremos explicar que este es un buen Estatut para las catalanas y los catalanes y lo decimos desde Iniciativa Verds-Esquerra Unida como fuerza de izquierdas, como fuerza catalanista y como fuerza federalista, porque la dignidad de un Estatuto est¨¢ en la dignidad de sus gentes y como gente de izquierdas, desde la izquierda decimos que s¨ª, que este Estatuto aporta competencias concretas para mejorar la calidad de vida de la gente. Por ejemplo, se podr¨¢n gestionar los trenes de cercan¨ªas y regionales -calidad de vida de la gente-, al igual que las pol¨ªticas de inmigraci¨®n, la educaci¨®n infantil o la inspecci¨®n de trabajo, entre otras. La dignidad, por tanto, est¨¢ en que se nos permite gestionar desde cerca, desde mucho m¨¢s cerca y est¨¢ en que este Estatut define las competencias evitando las injerencias del Estado de los ¨²ltimos 26 a?os y haciendo que, si estas injerencias se vuelven a producir -que es posible-, estemos en mejores condiciones para defendernos ante el Tribunal Constitucional. Esto es lo que consigue este Estatuto. Adem¨¢s, contamos con un pr¨®ximo acuerdo para la transferencia de puertos y para la desclasificaci¨®n como de inter¨¦s general de aeropuertos como los de Reus, Girona y Sabadell. En el caso del Prat esperamos contar con el compromiso para solventar lo que en el proceso de negociaci¨®n pareci¨® estar solucionado: la participaci¨®n y decisi¨®n de la Generalitat en los elementos estrat¨¦gicos del aeropuerto.
Decimos desde la izquierda que s¨ª porque este es un Estatuto que avanza y avanza mucho en reconocer los derechos de ciudadan¨ªa, los nuevos y los viejos derechos de ciudadan¨ªa, los derechos de la mujer, los derechos de la familia, el derecho a vivir con dignidad el proceso de la muerte o derechos de participaci¨®n medioambientales y derechos que no estaban pr¨¢cticamente recogidos en la Constituci¨®n espa?ola. Es un Estatuto que define una sociedad avanzada y un concepto de ciudadan¨ªa plena y exigente ante la Administraci¨®n. Podemos decir que el ADN de este Estatut y de la acci¨®n de Gobierno pasa a ser la paz, la sostenibilidad, la memoria hist¨®rica, la justicia social, la no discriminaci¨®n. Eso es lo que preocupa, y mucho, a la derecha m¨¢s reaccionaria.
Desde Iniciativa Verds, desde la izquierda, decimos que s¨ª porque adem¨¢s este Estatuto permitir¨¢ a partir de principios de financiaci¨®n equitativos, justos y suficientes pol¨ªticas p¨²blicas para que Catalu?a, la Catalu?a real, pueda hacer frente a sus m¨²ltiples retos. El primer reto es el de mayor cohesi¨®n social en una sociedad con un elevad¨ªsimo ¨ªndice de pobreza, principios que se inspiran en un modelo de financiaci¨®n como el que plante¨® la propuesta Castell-Saura-Huguet, es decir, como la que plante¨® el PSC, Iniciativa Verds y Esquerra Republicana. Supone un modelo de financiaci¨®n que establece por primera vez una relaci¨®n fiscal entre Generalitat y contribuyentes, con una agencia tributaria propia y con una agencia consorciada que gestionar¨¢ los impuestos; un modelo que introduce principios como el de ordinalidad o el de la solidaridad y que esta solidaridad sirva para servicios sociales, concretamente para sanidad y para educaci¨®n. Quienes clamaban pidiendo un modelo solidario, quienes hablaban de igualdad, pero que, en definitiva, se refer¨ªan al igualitarismo, ver¨¢n c¨®mo por primera vez se fijan criterios concretos de solidaridad; un modelo que adem¨¢s garantiza un nivel de inversiones durante siete a?os, de acuerdo con el PIB, en un pa¨ªs, Catalu?a, donde casi siempre el Estado ha invertido poco y mucho menos que el PIB y un modelo que, por primera vez, no supedita el Estatut a la Lofca.
S¨ª, tenemos razones y de peso para apoyar este texto como progresistas, pero tambi¨¦n tengo que decir que tenemos razones de peso para apoyarlo como catalanistas. ?Por qu¨¦? Como catalanistas tenemos que decir que por primera vez las Cortes espa?olas van a votar que Catalu?a es una naci¨®n y el pueblo de Catalu?a lo va a poder refrendar. Se llena as¨ª de contenido el t¨¦rmino nacionalidad y empezamos a caminar hacia el reconocimiento de la Espa?a real, es decir, de la Espa?a plurinacional, por mucho que algunos lo quieran ocultar. Decimos que s¨ª como catalanistas, porque se han reconocido los s¨ªmbolos nacionales y se han incorporado el origen, la autoridad y la fuente de legitimaci¨®n de los derechos hist¨®ricos en paralelo a los de la Constituci¨®n. Decimos que s¨ª, porque se reconoce el derecho y el deber de conocer ambas lenguas oficiales, consagrando la igualdad jur¨ªdica entre catal¨¢n y castellano y garantizando que el catal¨¢n no estar¨¢ vetado en un ¨¢mbito tan importante como el de la justicia. A estos argumentos que ofrecemos desde nuestra postura y posici¨®n de izquierdas y como catalanistas, se les suman los argumentos que tenemos como federalistas que somos. Como federalistas se avanza y mucho, porque el Estatuto sirve para Catalu?a, pero tambi¨¦n va a servir para el resto del Estado. El m¨¦rito es que abrimos una etapa hacia el modelo federal y lo hacemos pese a la ausencia de l¨ªderes que reivindiquen el federalismo. Nuestro Estatut consagra el marco bilateral entre Generalitat y Estado, que es uno de los marcos multilaterales para solventar los problemas que afectan a todas las comunidades aut¨®nomas, y, lo que es m¨¢s importante, la participaci¨®n de la Generalitat en la designaci¨®n de los representantes en diferentes instituciones. Si durante 26 a?os el Estado de las Autonom¨ªas no ha entrado en ¨¢mbitos tan relevantes como el de la justicia, el Estatut abre la puerta al segundo gran desarrollo del Estado de las Autonom¨ªas. Nuestro s¨ª, por tanto, es por ser de izquierdas, por ser catalanistas y por ser federalistas. Nuestro s¨ª es, por tanto, porque mejora las condiciones de vida de la gente y nos reconoce como pa¨ªs. S¨ª, s¨ª que se entiende lo que se dice, por eso el Partido Popular va a votar que no. Si algo no entendemos ante este Estatut, el mejor Estatut de la historia, es una actitud que desprenda frustraci¨®n en un momento hist¨®rico tan excepcional. Es un papel triste, porque lo que importa son los contenidos que hemos acordado y lo que importa tambi¨¦n es en qu¨¦ contexto hemos llevado adelante esta propuesta.
Comienzo con el segundo gran bloque de mi intervenci¨®n. A qui¨¦n se le escapa que este es un Estatut para la gente, que ha salido adelante pese a la actitud de muchos, porque el m¨¦rito de lo que vamos a aprobar no est¨¢ solo en los contenidos, tambi¨¦n est¨¢ precisamente en lo que hemos tenido que superar. Hemos tenido que superar a los que vaticinaban que nos ¨ªbamos a estrellar, algunos de los cuales hoy presumen de ser art¨ªfices del pacto; opiniones que dec¨ªan que seg¨²n el sistema de competencias, la naci¨®n y la financiaci¨®n no ten¨ªan que estar en el Estatut; pero lo m¨¢s duro que hemos tenido que superar -lo podemos reconocer- han sido a los predicadores del fin de Espa?a, a los tremendistas y a los del todo vale; ha valido todo. Hoy el se?or Rajoy ha hablado del coeficiente intelectual de los autores de la propuesta. Han utilizado instituciones del Estado como el Consejo General del Poder Judicial. Han dicho que todo el mundo sab¨ªa que era una reforma constitucional encubierta, para despu¨¦s callar cuando el Tribunal Constitucional les negaba la raz¨®n. Han puesto en marcha una recogida de firmas que termin¨® siendo una campa?a contra Catalu?a, sembrando el odio entre territorios y llenando Espa?a de rencor. La derecha ha llegado a extremos insospechados, incluso s¨¢dicos. El partido del se?or Rajoy puso en rid¨ªculo al Partido Popular de Catalu?a. ?Recuerdan al se?or Piqu¨¦ ridiculizando art¨ªculos del Estatuto de Catalu?a que acababa de votar para el Estatuto de Valencia? Han gritado mil mentiras: que el castellano est¨¢ perseguido como lo estuvo el catal¨¢n en tiempos de Franco; que se favorece la poligamia y que un delito en Espa?a no lo ser¨¢ en Catalu?a. Hoy tan solo le ha faltado decir que el Estatuto va a traer la gripe aviar; solo les ha faltado eso. Pero no han podido salirse con la suya. Es m¨¢s, se han atrevido a ir m¨¢s all¨¢ que la peor de las derechas, se han atrevido a relacionar el Estatuto con ETA y despu¨¦s ni han dimitido ni han pedido disculpas. Esta es la realidad, pero lo m¨¢s penoso, lo m¨¢s lamentable y lo m¨¢s triste es que el se?or Rajoy tendr¨¢ que tragarse sus mentiras, quiz¨¢ no hoy, pero de aqu¨ª a muy poco tiempo, porque cuando la primera comunidad aut¨®noma del Partido Popular se apunte al Estatuto catal¨¢n, tendr¨¢n que tragarse sus mentiras.
Eso es lo que esperamos, que se las traguen porque va a pasar y, si son coherentes, que dejen de hacer pol¨ªtica no s¨¦ si profesional o no, pero que la dejen hacer, algunos como m¨ªnimo.
La conclusi¨®n, por tanto, ya para acabar, se?or presidente, es muy clara. Tenemos Estatut, pese a todo eso, gracias a los perseverantes, a los que algunos calificaron de voluntaristas. Tenemos Estatut gracias a aquellos que desde el primer d¨ªa pusieron ganas, ideas, entusiasmo, las propuestas e incluso el sentido com¨²n. Tenemos Estatut porque en Catalu?a una mayor¨ªa de izquierdas -y hay que recordarlo- abandon¨® la estrategia secular de la derecha nacionalista, aquella de la miguita a miguita, y opt¨® por renovar el Estatut. Sin un Gobierno de izquierdas y catalanista este Estatut no hubiera sido posible. Tenemos Estatut porque ha habido negociaci¨®n y ha sido posible en parte por los compromisos electorales, pero, sobre todo, por una aritm¨¦tica parlamentaria que, como siempre, obligaba a negociar y a pactar. Tenemos Estatut tambi¨¦n -hay que agradecerlo- gracias al Partido Nacionalista Vasco, al BNG y a Coalici¨®n Canaria que van a dar su apoyo. Iniciativa per Catalunya Verds-Esquerra Unida opta por el s¨ª porque este es un gran Estatut para la gente, para la gente de izquierdas tambi¨¦n y porque responde a los problemas de la Catalu?a m¨¢s popular, ya que a la Catalu?a a la que hac¨ªa referencia el se?or Puigcerc¨®s este Estatut le da soluciones. Como catalanistas nos satisface precisamente porque satisface a las necesidades de Catalu?a como pa¨ªs, de la naci¨®n real de la que hablaba V¨¢zquez Montalb¨¢n. Decimos s¨ª porque el no, y hay que recordarlo, fortalece a quienes no quieren nada nuevo ni mejor para Catalu?a, es decir, a la derecha del se?or Rajoy, y s¨ª porque la consecuencia del no es dar alas a ellos, a los del se?or Rajoy, y quedarnos como est¨¢bamos pudiendo progresar. S¨ª porque queremos que Espa?a se abra y que no se cierre. Decimos que s¨ª porque, como nos recordaba a los m¨¢s j¨®venes de Iniciativa Miguel N¨²?ez, un diputado de la transici¨®n, lo revolucionario es avanzar.
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