El hombre que liquid¨® la URSS
Yeltsin lider¨® el proceso de independencia de Rusia y concluy¨® el proceso de desmantelamiento del comunismo sovi¨¦tico iniciado con la 'perestroika'
Con el cambio de milenio, Bor¨ªs Nikolai¨¦vich Yeltsin (Butka, 1 de febrero de 1931 - 23 de abril de 2007) present¨® el tercer vol¨²men de sus memorias y reconoci¨® que le resultaba "dif¨ªcil de aceptar" su condici¨®n de jubilado. El 31 de diciembre de 1999 hab¨ªa cedido la presidencia de Rusia a Vlad¨ªmir Putin "exclusivamente en inter¨¦s" de su pa¨ªs; el primer decreto firmado por el nuevo gobernante le otorg¨® la inmunidad a ¨¦l y a su familia.
Yeltsin no se arrepent¨ªa de ninguna de sus decisiones ("estrat¨¦gicamente, todo fue correcto"), excepto tal vez de ir a la guerra contra la rep¨²blica rebelde de Chechenia ("no puedo quitarme de encima la responsabilidad por el dolor de tantas madres y padres"). En 2002, se especul¨® sobre su posible regreso a la pol¨ªtica, aspirando a la presidencia de un organismo de cooperaci¨®n entre Rusia y Bielorrusa; por entonces se le ve¨ªa m¨¢s flaco, con mejor aspecto y, sobre todo, sobrio.
Problemas con el alcohol
Contaba su entorno que hab¨ªa dejado la bebida, una debilidad que ¨¦l mismo reconoc¨ªa en sus memorias. Contaba Yeltsin que, cuando era presidente, empezaba a beber "bastante temprano" porque era la ¨²nica forma que ten¨ªa de sobrevivir al estr¨¦s. Y recordaba aquella vez en que, medio borracho, se puso a dirigir una banda militar durante una visita a Alemania.
Pese a que, con 76 a?os, se dedicaba s¨®lo a su familia y a ver partidos de tenis (su deporte favorito), nadie en Rusia hab¨ªa olvidado su mayor logro pol¨ªtico, en sus propias palabras, "haber terminado con el totalitario r¨¦gimen bolchevique y haber creado un nuevo Estado, basado en los principios de la econom¨ªa de mercado y de la libertad del pueblo". Sin embargo, en sus memorias reconoc¨ªa que en 1996 estuvo a un paso de interrumpir el proceso democr¨¢tico, disolver el Parlamento, prohibir el Partido Comunista y suspender unas elecciones que cre¨ªa perdidas. Incluso llego a redactar los decretos que le habr¨ªan convertido en un nuevo zar. As¨ª, "el Partido Comunista habr¨ªa muerto para siempre en Rusia". Pero intervino su hija y asesora de imagen, Tatiana Diachenko, junto con Anatoli Chub¨¢is, ex primer vicejefe de Gobierno, para disuadirle. A?os despu¨¦s, reconoci¨® haber sentido "verg¨¹enza ante los que cre¨ªan" en ¨¦l por este episodio.
"Rusia jam¨¢s volver¨¢ al pasado"
"Me marcho [?]. He comprendido que debo hacerlo. Rusia debe entrar en el nuevo milenio con nuevos pol¨ªticos, con nuevos rostros, con gente nueva, inteligente, fuerte y en¨¦rgica", dec¨ªa Yeltsin en su mensaje de aquel 31 de diciembre de 1999. Daba por cumplida la misi¨®n de su vida, al ver la nueva generaci¨®n de pol¨ªticos que hab¨ªan entrado en el Parlamento en las elecciones de 12 d¨ªas antes (las que encumbraron a Putin). "Rusia jam¨¢s volver¨¢ al pasado", conclu¨ªa.
?Qu¨¦ hab¨ªa hecho Yeltsin para evitarlo? Su principal logro fue jubilar a Mija¨ªl Gorbachov: su cargo como presidente de la Uni¨®n de Rep¨²blicas Socialistas Sovi¨¦ticas (URSS) dej¨® de tener sentido tras la independencia de Rusia, Ucrania y Bielorrusia, y gran parte del m¨¦rito correspondi¨® a Yeltsin.
De hijo de campesinos a 'alcalde'
Nacido en una aldea de los Urales, hijo y nieto de campesinos, hab¨ªa sido obrero, ingeniero y pol¨ªtico. Fue el propio Gorbachov el que le dio el mando del Partido Comunista en Mosc¨², donde ejerci¨® funciones similares a las de un alcalde. Fue entonces cuando se gest¨® su antagonismo con el presidente sovi¨¦tico; el 21 de octubre de 1987 dimit¨ªa ante la lenta marcha de la perestroika (en ruso, reestructuraci¨®n), y sal¨ªa de la escena p¨²blica acusado de poner sus ambiciones personales por encima de los intereses del partido, actuando de forma "pol¨ªticamente inmadura y extremadamente confusa y contradictoria".
Pero el 26 de marzo de 1989 logr¨® un esca?o por Mosc¨² en el Congreso de los Diputados del Pueblo (obtuvo casi el 90% de los votos); las manifestaciones callejeras evitaron que el S¨®viet Supremo pudiera excluirle. A partir de ah¨ª, gan¨® las elecciones al Parlamento Ruso, y lider¨® a su pa¨ªs cuando el 12 de junio de 1990 reivindic¨® su soberan¨ªa nacional frente a la URSS. En los primeros comicios presidenciales de la nueva ¨¦poca, en julio de 1990, Yeltsin obtuvo cerca del 60% de los votos.
Desde la torreta de un tanque
Pero la URSS a¨²n seguir¨ªa existiendo unos meses m¨¢s. El 18 de agosto de 1991 se produjo un golpe de Estado contra Gorbachov, que fue detenido en Crimea. Yeltsin se dirigi¨® a la Casa Blanca de Mosc¨², sede del Parlamento, y lider¨® las protestas populares que acabaron con la rebeli¨®n. Los golpistas se rindieron y Gorbachov fue liberado, pero su poder lo hered¨® definitivamente Yeltsin merced a su liderazgo y su hist¨®rico discurso desde la torreta de un tanque frente al Parlamento. Luego, en 1993, cuando el S¨®viet Supremo le plant¨® cara, fue ¨¦ste el que dio el golpe de Estado al disolverlo. Unos 180 diputados se encerraron en la Casa Blanca y el presidente, venciendo las resistencias del Ej¨¦rcito, lo bombarde¨®. Hubo m¨¢s de 150 muertos.
Tendr¨ªa tiempo a¨²n para presentarse a la relecci¨®n, pese a sufrir dos infartos y serle implantados cinco puentes cardiacos. Pero sus dolencias (y el alcohol) marcaron su segundo mandato, hasta convertir su presidencia en una quiniela sobre cu¨¢ndo caer¨ªa y qui¨¦n le sustituir¨ªa. A la postre fue Putin. Yeltsin se retir¨®. Hoy, su coraz¨®n se ha parado, pero efectivamente, y por ahora, Rusia no ha vuelto al pasado.
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