20 a?os del gran incendio

El Cuerpo de Bomberos de Madrid, el alcalde de la capital, Alberto Ruiz-Gallard¨®n, y miembros del PSOE municipal han realizado esta ma?ana una ofrenda floral en el n¨²mero 31 de la calle Montera en memoria de los 10 compa?eros muertos hace 20 a?os en el incendio de los Almacenes Arias, acompa?ados por familiares de los fallecidos y por otros ciudadanos que se pararon para mostrar sus respetos a los agentes.

El acto ha comenzado a las 10.30 horas, con la entrega, por parte de un oficial de cada uno de los 12 parques de bomberos de la ciudad, de un ramo de 10 rosas rojas ante una placa conmemorativa que recuerda los hechos y ante seis bomberos vestidos de gala que sosten¨ªan un estandarte del Cuerpo. Despu¨¦s, Gallard¨®n, acompa?ado por el delegado de Seguridad y Movilidad, Pedro Calvo, y por la portavoz del PSOE en el Ayuntamiento, Pilar Gallego, ha puesto una corona de laurel. Un minuto de silencio, un aplauso de los presentes y ning¨²n discurso, hecho criticado por muchos bomberos, entre ellos varios de los que estaban de servicio aquel fat¨ªdico d¨ªa.

Santiago L¨®pez, sargento del parque 4 y amigo de Manuel Molina, fallecido en dicho incendio, ha reprochado la "frialdad de los estamentos p¨²blicos, tanto en aquel momento como ahora". "Seguro que en unos d¨ªas quitan esta placa que han puesto para el homenaje", ha augurado el oficial, que ha recordado tambi¨¦n que, "en su momento, dijeron que aqu¨ª no construir¨ªan nada". Sin embargo, en el solar que anta?o ocuparan los almacenes est¨¢n ahora los cines Acte¨®n, y en su fachada s¨®lo hay una sucinta inscripci¨®n en recuerdo de los diez bomberos que, tras apagar el incendio que el 4 de septiembre de 1987 se declar¨® en el inmueble, quedaron sepultados bajo el edificio cuando se desplom¨®.

"No estaba de servicio y vino a echar una mano"

Entre los familiares, l¨¢grimas y mucha emoci¨®n en el d¨ªa en que su p¨¦rdida se hace m¨¢s viva al encuentro con antiguos compa?eros y amigos de sus seres queridos. Mar¨ªa Luisa, madre del fallecido Miguel ?ngel Azuara, no pod¨ªa contener el llanto mientras explicaba que su hijo "era maravilloso, ten¨ªa un coraz¨®n como una catedral y habr¨ªa dejado su vida por ayudar a cualquiera". "?l no estaba de servicio y vino a echar una mano, a sacar a sus compa?eros. Ten¨ªa s¨®lo 31 a?os y aqu¨ª se qued¨®, fue el primero que sacaron y yo me pas¨¦ la noche llam¨¢ndolo para ver si o¨ªa su voz, pero no lo o¨ª y ya nunca lo volv¨ª a ver", ha recordado la mujer, que considera que "una placa no es suficiente reconocimiento a 10 personas que dejaron aqu¨ª su vida y diez familias destrozadas".

Juan Redondo, oficial del Cuerpor de Bomberos de la capital, particip¨® en la extinci¨®n de ese d¨ªa y ha vuelto hoy al lugar para intentar ayudar a sus compa?eros. "Despu¨¦s de 20 a?os lo que m¨¢s duele es pensar que, en este tiempo, que es cuando nos han pasado las cosas m¨¢s bonitas a casi todos, ellos no han estado, no han podido vivir esas cosas", ha explicado.

Sin embargo, la desgracia sirvi¨® para que cosas cambiaran en el Cuerpo. "Antes hab¨ªa cascos diferentes, no hab¨ªa aut¨®nomos para todos en la bomba, las linternas eran de petaca. A partir de los a?os 80 se moderniz¨® mucho el servicio, se abrieron tres parques en Madrid, aumentaron los efectivos. Lamentablemente tuvo que pasar lo que pas¨® para que mucha gente tomara conciencia de que hab¨ªa que revitalizar el Cuerpo", ha a?adido Redondo.