El primer inquilino del nuevo Prado

El Museo del Prado ha colgado esta ma?ana la primera obra en las salas de la ampliaci¨®n. El cuadro, Do?a Isabel la Cat¨®lica dictando su testamento, de Eduardo Rosales, forma parte de la muestra antol¨®gica sobre los maestros de la pintura espa?ola del siglo XIX, con la que el pr¨®ximo mes de octubre se inaugurar¨¢n las nuevas instalaciones de la pinacoteca, firmadas por Rafael Moneo.

Maestros modernos. Las colecciones del siglo XIX del Museo del Prado, que podr¨¢ visitarse desde el 30 de octubre hasta mayo de 2008, supondr¨¢ el redescubrimiento de la colecci¨®n de pintura moderna del museo, conformada por un excepcional conjunto de obras maestras de artistas como los Madrazo, Rosales, Sorolla o Fortuny, entre otros. As¨ª, la pinacoteca vestir¨¢ de gala su ampliaci¨®n devolviendo a la luz su excepcional colecci¨®n del siglo XIX tras un largo periodo de inaccesibilidad, durante el que se ha acometido una profunda revisi¨®n y una completa campa?a de restauraci¨®n.

22.000 metros cuadrados m¨¢s

Adem¨¢s, se ha realizado un cat¨¢logo de las obras que se ver¨¢n en la muestra, m¨¢s de un centenar. Con ambos proyectos, exposici¨®n y cat¨¢logo, el museo propone al p¨²blico el redescubrimiento del arte espa?ol desde el ¨²ltimo cuarto de siglo de vida de Goya hasta la fecha del nacimiento de Picasso, dos grandes nombres de la historia del arte universal entre los que se inscribe todo un siglo en el que tuvo lugar el triunfo de varias generaciones de artistas.

El proyecto de Moneo es la ampliaci¨®n m¨¢s significativa y ambiciosa de los 200 a?os de vida del museo. En total, son nueve salas para exposiciones temporales y la restauraci¨®n del antiguo claustro de los Jer¨®nimos. Gracias al nuevo edifico, el Prado cuenta con 22.000 metros cuadrados m¨¢s, un incremento de m¨¢s de un 50%. Con la presentaci¨®n del siglo XIX en las grandes nuevas salas de exposiciones temporales, el museo salda su deuda con estos grandes maestros, a los que hasta ahora no se hab¨ªa otorgado el espacio y visibilidad que merecen.

Compuesta por un conjunto de 95 pinturas y 12 esculturas, la exposici¨®n contar¨¢ adem¨¢s con una secci¨®n complementaria en la que se mostrar¨¢n dibujos de Goya, incluido el magn¨ªfico Toro con alas, obra que se muestra al p¨²blico por primera vez tras su ingreso en las colecciones del Museo el a?o pasado. La muestra se articular¨¢ en nueve secciones ordenadas cronol¨®gicamente y en funci¨®n de las diferentes corrientes o formas de expresi¨®n art¨ªstica que se sucedieron a lo largo del siglo XIX. El primer gran ¨¢mbito de la exposici¨®n (sala 1) se abrir¨¢ con una secci¨®n dedicada a Goya y el Neoclasicismo, en la que se mostrar¨¢n algunos de los retratos decimon¨®nicos m¨¢s emblem¨¢ticos de Goya, como la Marquesa de Santa Cruz. El recorrido continuar¨¢ con una secci¨®n dedicada al Romanticismo, que agrupa la obra de los principales exponentes de esta corriente tan popular del XIX espa?ol: Leonardo Alenza, Gerardo P¨¦rez Villamil, Eugenio Lucas y Antonio Mar¨ªa Esquivel.

Por ¨²ltimo, Sorolla y Beruete

Tras ellos, Federico de Madrazo y el purismo acad¨¦mico protagonizar¨¢n el tercer apartado de la exposici¨®n, dando paso a otra sala dedicada en exclusiva al gran maestro Eduardo Rosales con su famoso lienzo Do?a Isabel la Cat¨®lica dictando su testamento como protagonista. El siguiente ¨¢mbito de la muestra (sala 2) est¨¢ dedicado a la pintura de Historia, con los grandes iconos de la cultura contempor¨¢nea espa?ola para generaciones enteras, como Do?a Juana la Loca, de Francisco Pradilla, Los amantes de Teruel, de Antonio Mu?oz Degrain, La rendici¨®n de Bail¨¦n, de Jos¨¦ Casado del Alisal, o el Fusilamiento de Torrijos, de Antonio Gisbert.

Tras estos monumentales cuadros, la exposici¨®n adquiere un tono m¨¢s intimista en la ¨²ltima sala (la 3) que se abre con el paisaje realista, protagonizado por Carlos de Haes, dando paso a la pintura y escultura de Fortuny y su c¨ªrculo. El pen¨²ltimo apartado de la exposici¨®n mostrar¨¢ el desarrollo de la pintura decimon¨®nica del Realismo al fin del siglo, con exponentes como Francisco Domingo Marqu¨¦s o Ignacio Pinazo. Por ¨²ltimo y desembocando en el lenguaje m¨¢s audaz y moderno de fin de siglo, la muestra concluir¨¢ con una secci¨®n dedicada a Sorolla y Beruete, donde se podr¨¢n contemplar lienzos tan universales como ?A¨²n dicen que el pescado es caro! o Chicos en la playa.