Desalojo a pedradas en la Ca?ada Real

Abdel no ha podido evitar que su casa, situada en la zona de la Ca?ada Real Galiana que linda con Rivas-Vaciamadrid, haya sido reducida a la nada este mediod¨ªa por orden del Ayuntamiento de Madrid. Abdel, su mujer y sus dos hijos peque?os han sido expulsados por atreverse a vivir de forma ilegal "en una v¨ªa pecuaria de uso y dominio p¨²blico". Y no ser¨¢n realojados porque el Consistorio no considera que su chabola de ladrillo sea una vivienda. Abdel no ha podido evitarlo, y eso que un centenar de vecinos ha acudido en su auxilio. Ni?os incluidos, han plantado cara a la polic¨ªa a bombonazo limpio. El resultado: 27 heridos, 23 de ellos polic¨ªas y los otros cuatro civiles, entre ellos la mujer de Abdel, que est¨¢ embarazada de tres meses. Adem¨¢s, hay nueve detenidos, uno el propio Abdel. "Son unos animales", sentencia un anciano una vez consumado el desalojo, rodeado de un show con tantas c¨¢maras de televisi¨®n, polic¨ªas y m¨¦dicos como vecinos.

Este desalojo en el gigantesco poblado de la Ca?ada Real Galiana, situado a lo largo de 15 kil¨®metros a la salida de Madrid por la carretera de Valencia y habitado por 30.000 personas, en su mayor¨ªa marroqu¨ªes y rumanos, repartidos en 2.000 edificaciones, todas ellas ilegales, ha desembocado en una batalla campal entre la Polic¨ªa y un centenar de vecinos, que han lanzado piedras y otros objetos contundentes como bombonas de butano contra los agentes que participaban en la operaci¨®n. Estaba perfectamente preparado, ya que por todo el barrio hay carteles que invitan a solidarizarse con los afectados. "Vecino, conc¨¦ntrate, la siguiente puede ser la tuya". La de hoy era la de Abdel, pero otros 35 vecinos esperan la sentencia de una juez, que esta tarde debe pronunciarse sobre el recurso que han presentado siete de ellos para paralizar las ¨®rdenes de desahucio.

Herida una mujer embarazada

A las 11.00, a la misma hora que comenzaba la vista en los juzgados de lo Contencioso-Administrativo, las m¨¢quinas excavadoras han entrado en el poblado en cumplimiento de una orden judicial y les han recibido m¨¢s de cien vecinos, que se han enfrentado con la Polic¨ªa Municipal y de la Unidad de Intervenci¨®n Policial (UIP), los conocidos como los antidisturbios. Les han lanzado de todo: ladrillos, tejas, pelotas, botes y hasta bombonas de butano. El portavoz de la Confederaci¨®n Espa?ola de Polic¨ªa (CEP), Rodrigo Gavil¨¢n, ha contado a Europa Press: "Esto parec¨ªa Palestina. Varios marroqu¨ªes portaban armas blancas e incluso le ha quitado la pistola a un polic¨ªa municipal. Cuando ven una c¨¢mara, se tiran al suelo para expresar victimismo, pero despu¨¦s se levantan y empiezan a tirar piedras". Del lado contrario, la Asociaci¨®n de Trabajadores e Inmigrantes Marroqu¨ªes en Espa?a (Atime) ha denunciado "agresividad policial" hacia los inmigrantes marroqu¨ªes, sobre todo mujeres y ni?os.

En el lugar de los hechos han sido atendidos, seg¨²n el ¨²ltimo balance ofrecido por Emergencias Madrid, seis polic¨ªas -cinco polic¨ªas nacionales y uno municipal- y cuatro vecinos, todos leves. De los seis agentes, dos han tenido que ser trasladados al Gregorio Mara?¨®n en estado leve. Sufren cortes y contusiones en brazos, cabeza y cara, provocadas por piedras, botellas y bombonas de butano, entre otros materiales. De los civiles heridos, todos de origen marroqu¨ª, uno es la mujer de Abdel, que ha recibido un fuerte golpe en la espalda pero que no ha perdido el ni?o que espera, en contra del rumor que ha corrido por la barriada. La mujer se encuentra en observaci¨®n en el Gregorio Mara?¨®n, pero tanto ella como el beb¨¦ est¨¢n bien. El otro es un var¨®n herido en el brazo. El tercero es un chico de 18 a?os con una fuerte contusi¨®n ocular que casi le cuesta un ojo y el cuarto, un hombre de 60 a?os con un golpe en los genitales.

Estos dos ¨²ltimos han sido conducidos al Gregorio Mara?¨®n con pron¨®stico leve, y el joven est¨¢, adem¨¢s, detenido. Al margen de estos heridos, el Samur ha atendido de diversas contusiones a otros 17 agentes en las comisar¨ªas de Vic¨¢lvaro y San Blas. En total, 23 agentes heridos, 16 nacionales y siete municipales. Emergencias no descarta que la cifra pueda aumentar. En el transcurso de la operaci¨®n han sido arrestadas otras ocho personas adem¨¢s del joven herido, seg¨²n los ¨²ltimos datos de la Jefatura Superior de Polic¨ªa. Uno es Abdel. A pesar de los enfrentamientos, la chabola ha sido destruida por las excavadoras.

No es la primera, ni la ¨²ltima. El 9 de octubre, d¨ªas antes de que se terminase el Ramad¨¢n, el Ayuntamiento ya derrib¨® las primeras 40 infravivendas en el inicio de una campa?a que promete ser sistem¨¢tica y radical. En agosto, el alcalde, Alberto Ruiz-Gallard¨®n, anunci¨® el "fin del chabolismo" en la capital y asegur¨® que al t¨¦rmino de esta legislatura desaparec¨ªan todos los n¨²cleos chabolistas. A la casa de Abdel pueden seguir las otras 35, pendientes de fallo judicial. Tras la vista de esta ma?ana, la juez de lo Contencioso Administrativo ha comunicado a las partes que emitir¨¢ el auto entre esta tarde y ma?ana. O bien da la raz¨®n a los vecinos o bien permite al Ayuntamiento de Madrid proseguir con el derribo de viviendas tras la suspensi¨®n cautelar promovida por los afectados. El recurso fue presentado por la abogada de siete familias que recibieron un aviso de desalojo por derribo, aunque la orden municipal afecta a un total de 35, situadas en el llamado gallinero, el extremo norte de la parte m¨¢s degradada de la Ca?ada Real.

Las razones de las partes

Javier Baeza, p¨¢rroco de la Iglesia San Carlos Borromeo -conocida como Iglesia Roja- y que ha acudido a la vista acompa?ando a las familias, no tiene ninguna duda de que las casas son ilegales, pero "lo son desde hace 15 a?os". Estamos hablando, adem¨¢s, "de 15 kil¨®metros de ilegalidad". A pesar de admitir la mayor, reclama al Ayuntamiento una soluci¨®n para esas familias, ya que no puede "dejarles en la calle". Baeza denuncia adem¨¢s "un componente discriminatorio": no entiende por qu¨¦ se ha empezado "por meterle mano a las casas de los rumanos y marroqu¨ªes sin papeles y no se tocan los megachal¨¦s ilegales que hay en la zona de Rivas-Vaciamadrid ni tampoco las empresas de Valdeming¨®mez". Al cura tambi¨¦n le resulta sospechoso el "golpe de efecto" por parte del Ayuntamiento de hacer coincidir el nuevo derribo con la vista.

El p¨¢rroco ha explicado que, en la vista, la abogada del Ayuntamiento ha argumentado que se quiere expulsar a las familias porque "es una zona con vistas a urbanizarse". Baeza subraya la incongruencia de echar a los chabolistas precisamente porque habitan "una ca?ada real que no es urbanizable". El segundo argumento de la Administraci¨®n es que "no puede consentir que vivan en condiciones infrahumanas, sin luz, ni agua corriente ni instalaciones sanitarias. "?Es que es m¨¢s salubre tener como techo el cielo?, se pregunta Baeza, que subraya el hecho de que en ning¨²n caso se les ofrece una vivienda. Como tercer razonamiento, se cita la delincuencia. "No se puede prejuzgar a unas personas, son pobres, s¨ª, pero no por eso tienen que ser delincuentes", recuerda el sacerdote, que apunta adem¨¢s el hecho "ins¨®lito" de que "no han tocado ninguna de las chabolas donde se vende droga".

Batalla campal por un desalojo