El discurso del Rey
Buenas noches,
Como cada a?o, quiero en esta Nochebuena dirigir mis mejores deseos a todos los espa?oles y compartir unas reflexiones generales en torno a algunos asuntos que a todos nos afectan.
Deseo empezar mis palabras dedicando todo mi afecto y apoyo a los que m¨¢s sufren o m¨¢s lo necesitan. Tambi¨¦n mi gratitud hacia quienes, en estas horas, velan por nuestra seguridad, salud y bienestar.
Estos d¨ªas nos llevan a pensar con mayor sosiego en el pa¨ªs que juntos formamos, en los progresos que hemos alcanzado y en los problemas que a¨²n no hemos resuelto. Pensar en Espa?a, es pensar en los objetivos, valores y principios que, como gran familia, nos hemos fijado, para hacer un pa¨ªs cada d¨ªa mejor.
Han transcurrido ya tres d¨¦cadas desde los primeros comicios democr¨¢ticos en la Transici¨®n. Hemos demostrado ser un pa¨ªs capaz de superar retos, de arrinconar el des¨¢nimo y de acometer, con energ¨ªa e ilusi¨®n, una modernizaci¨®n ¨²nica en nuestra Historia.
La Espa?a que representa nuestra Constituci¨®n est¨¢ concebida para integrarnos a todos. Se alegra con los avances que cosechamos, y se duele con los contratiempos o cat¨¢strofes que nos afectan en cualquiera de nuestros pueblos, ciudades, provincias, o Comunidades Aut¨®nomas.
Frente a las dificultades de cada momento, frente a cuanto nos quede por resolver o perfeccionar, debemos tener la seguridad de que juntos lograremos las soluciones precisas, si ponemos la voluntad y los medios para ello.
Es mucho lo que de forma solidaria hemos conseguido y m¨¢s lo que a¨²n podemos lograr.
Esa capacidad de superaci¨®n, ese dinamismo, es lo que distingue a la Espa?a de hoy. La Espa?a cuyo patrimonio com¨²n y diversidad aseguran nuestra Constituci¨®n.
Unidad y diversidad se vertebran en nuestra democracia como conceptos que nos definen y que, debidamente integrados en el marco constitucional que nos hemos dado, nos han permitido y nos permiten progresar como gran Naci¨®n.
Los Estados que con mayor eficacia atienden a la voluntad de sus ciudadanos, se basan en la solidez y estabilidad de sus modelos democr¨¢ticos e instituciones, as¨ª como en su amplia cohesi¨®n interna en torno a las grandes cuestiones.
Me parece de especial importancia reclamar de nuevo a nuestros partidos pol¨ªticos mayores esfuerzos, para alcanzar el necesario consenso en los grandes temas de Estado. Creo tambi¨¦n necesario solicitar el debido apoyo para nuestras instituciones y poderes en aras de su m¨¢s eficaz funcionamiento. Todo ello, conforme a las reglas y principios de nuestra Constituci¨®n.
Sirvamos con mayor ah¨ªnco el af¨¢n de los espa?oles de construir una Espa?a cada vez m¨¢s justa, integradora y solidaria, de todos y para todos.
Esa es la grandeza de la pol¨ªtica, entendida como servicio al conjunto de los ciudadanos. Esa es la grandeza de quienes son elegidos para ejercerla y saben practicarla con amplitud de miras.
La lucha contra el terrorismo reclama, sin duda, unidad. Sus cr¨ªmenes, amenazas y extorsiones siguen presentes. Suponen un inaceptable ataque a nuestros derechos y libertades.
El a?o 2007, que arranc¨® con la rabia, indignaci¨®n y sufrimiento, dejados por el brutal atentado en Barajas, termina con el profundo dolor y firme repulsa ante el vil asesinato de dos j¨®venes guardias civiles.
Necesitamos cuanto antes una cultura de unidad que haga efectivo el compromiso de todos los dem¨®cratas para acabar definitivamente con el terrorismo.
Siempre he afirmado que es un objetivo urgente e imperativo para el Estado, un deseo de los ciudadanos, una obligaci¨®n de todas las fuerzas democr¨¢ticas, y un deber frente a las v¨ªctimas y sus familias, a quienes nos debemos y recordamos con el mayor afecto en estas fechas.
Pongamos los medios para ello, contando con la abnegada y eficaz labor de nuestras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, as¨ª como con la firme acci¨®n de la Justicia, apoyando a nuestras instituciones en defensa del imperio de la Ley, del recurso a todos los instrumentos del Estado de Derecho y de la cooperaci¨®n internacional.
Esa debe ser la respuesta a la barbarie terrorista de una sociedad democr¨¢tica y avanzada como la espa?ola.
Por otro lado, en un pa¨ªs con una envidiable trayectoria de crecimiento, las fluctuaciones econ¨®micas deben llevar a las distintas Administraciones a redoblar esfuerzos para atender las carencias de muchas personas. Pienso, en particular, en las que afectan a los m¨¢s j¨®venes y mayores, as¨ª como a los colectivos m¨¢s vulnerables.
No me refiero s¨®lo a la lucha contra la pobreza y la exclusi¨®n, sino a continuar profundizando en las medidas frente al desempleo, la carest¨ªa de la vivienda, los salarios m¨¢s bajos, las desigualdades, o las diversas necesidades sociales y asistenciales.
Asegurar y ampliar nuestro bienestar, pasa tambi¨¦n por poner el empe?o y los medios precisos para seguir elevando la calidad de nuestra educaci¨®n.
Una educaci¨®n que debe responder a las leg¨ªtimas aspiraciones de promoci¨®n personal y perseguir un arm¨®nico desarrollo colectivo, como sociedad moderna y cohesionada.
En el ¨¢mbito formativo, debemos impulsar la debida observancia de las reglas sobre contenidos televisivos e infancia acordadas para la protecci¨®n de los menores.
Tambi¨¦n deseo reclamar una mayor toma de conciencia por parte de todos frente a los devastadores efectos de la droga, as¨ª como en dos campos objeto de importantes medidas legislativas y campa?as de sensibilizaci¨®n.
Me refiero, en primer lugar, a la violencia y malos tratos que afectan dram¨¢ticamente a tantas mujeres. Nos duelen e indignan profundamente, y nos denigran como sociedad.
Por otro lado, quiero subrayar el enorme dolor de miles de familias que tanto padecen como consecuencia de las muertes y graves lesiones provocadas por accidentes de tr¨¢fico. Todos debemos contribuir a evitarlos.
Un mejor futuro pasa asimismo por ejercer las responsabilidades y aprovechar las oportunidades para un desarrollo sostenible, respetuoso con el medio ambiente, con nuestros paisajes y riquezas naturales.
No es un asunto que se limite a una legislatura. Requiere el acuerdo de todas las fuerzas pol¨ªticas y el empuje de la sociedad en su conjunto.
La celebraci¨®n en 2008 de la Exposici¨®n Internacional en Zaragoza dedicada al agua, debe permitirnos mostrar un creciente compromiso en materia medioambiental.
Apliquemos nuestros mejores esfuerzos a promover y apoyar los intereses de Espa?a en el mundo, con la fortaleza y credibilidad de una acci¨®n exterior ampliamente consensuada.
Nuestra seguridad y nuestro progreso dependen cada vez m¨¢s de ello.
De ah¨ª, que desee expresar mi reconocimiento y gratitud a cuantos sirven a Espa?a en el exterior. En particular, por las sacrificadas misiones que desarrollan los miembros de las Fuerzas Armadas y Cuerpos de Seguridad, haciendo efectiva nuestra entrega a la paz. Mi emocionado recuerdo, a los soldados que este a?o perdieron la vida en cumplimiento del deber y a sus familias.
En el plano internacional, quiero reiterar nuestro compromiso con la integraci¨®n europea, pieza esencial de nuestra propia modernizaci¨®n, cuando se acaba de firmar en Lisboa un nuevo Tratado para afrontar mejor el futuro de Europa.
Este es un momento asimismo para reafirmar nuestros sentimientos de hermandad con todos los pa¨ªses y pueblos iberoamericanos. Para subrayarles de coraz¨®n, nuestra cercan¨ªa, nuestra admiraci¨®n y respeto hacia sus respectivas y s¨®lidas identidades y, sobre todo, nuestra apuesta solidaria con su futuro. Nada de lo que afecta a Am¨¦rica nos es ajeno.
Tampoco podemos dejar de resaltar la intensidad de los v¨ªnculos que nos unen a nuestros vecinos del Mediterr¨¢neo, nuestra amistad y plena cooperaci¨®n con sus leg¨ªtimas ambiciones de mayor desarrollo y bienestar.
Una Cooperaci¨®n al Desarrollo que Espa?a despliega en m¨²ltiples pa¨ªses y latitudes, como expresi¨®n de solidaridad hacia la dignidad, derechos y necesidades de tantos seres humanos.
Nuestros v¨ªnculos con muchos pa¨ªses se han estrechado y ampliado con el gran n¨²mero de inmigrantes venidos a Espa?a en un af¨¢n de mejora personal y familiar, que tambi¨¦n contribuyen a nuestra prosperidad y que mucho valoramos.
Adem¨¢s de agradecer las numerosas muestras de afecto personal e institucional hacia la Corona, esta noche quiero reafirmar mi profundo y permanente compromiso de servicio y de entrega a Espa?a y a todos los espa?oles.
La Espa?a de nuestros d¨ªas es, en suma, un proyecto integrador y solidario. El de un gran pa¨ªs europeo del que podemos sentirnos orgullosos por su cultura, dimensi¨®n econ¨®mica, calidad de vida, sensibilidad social y proyecci¨®n exterior.
Un pa¨ªs con un variado patrimonio hist¨®rico, art¨ªstico y ling¨¹¨ªstico, una avanzada articulaci¨®n territorial y un probado dinamismo.
El a?o que viene celebraremos el Trig¨¦simo Aniversario de nuestra Constituci¨®n. Tres d¨¦cadas de progreso que deben avalar nuestra plena confianza en el porvenir de Espa?a. Plena confianza en nuestra capacidad para seguir edificando un pa¨ªs moderno, unido y diverso, justo y solidario, con mayor bienestar para todos.
Trabajemos con entrega y generosidad, sin ego¨ªsmos. Pensando en lo que cada uno con su esfuerzo puede aportar al servicio de toda la sociedad. Conscientes del valor de la unidad para seguir progresando.
Atendamos con prontitud y eficacia las necesidades de nuestros conciudadanos, promoviendo nuestros derechos y libertades, desde la igualdad, la no discriminaci¨®n y el respeto mutuo que conducen a la solidaridad.
El bien de Espa?a y de los espa?oles debe ser nuestro mayor anhelo, el compromiso colectivo que d¨ªa a d¨ªa hemos de reafirmar.
En estas Fiestas Navide?as, la Reina, los Pr¨ªncipes de Asturias y las Infantas se unen a m¨ª para expresar nuestro mayor afecto y mejores deseos a todos los espa?oles, en especial a quienes se encuentran lejos de nuestra Patria, as¨ª como a los muchos extranjeros residentes en Espa?a.
?Que 2008 sea de coraz¨®n un a?o lleno de bienestar y felicidad para todos!
Buenas noches.
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