Absuelto un soldado de violar a una recluta
A falta de pruebas, el fallo cuestiona la credibilidad del testimonio de la mujer
La Secci¨®n Cuarta de la Audiencia de Madrid ha absuelto a un militar destinado en el cuartel del Ej¨¦rcito de Tierra de la localidad madrile?a de Hoyo de Manzanares, Miguel ?ngel M. G., del delito de agresi¨®n sexual que se le hab¨ªa acusado por una supuesta violaci¨®n cometida el 15 de marzo de 2005 contra una de sus compa?eras del acuartelamiento. Los hechos, seg¨²n la acusaci¨®n, se produjeron cuando regresaban a la Academia de Ingenieros tras tomar unas cervezas en Torrelodones. El fallo resta credibilidad al testimonio de la joven y se?ala que las relaciones sexuales fueron consentidas.
En una sentencia notificada el viernes, la Sala argumenta la absoluci¨®n en la ausencia de prueba de cargo contra Miguel ?ngel M.G., al igual que defendi¨® el fiscal en la ¨²ltima sesi¨®n del juicio. El representante del Ministerio P¨²blico se postul¨® entonces a favor del testimonio del militar por la ausencia de contradicciones en sus declaraciones, en contra de las manifestaciones de la v¨ªctima. Pese a esta circunstancia, el fiscal acord¨® por instrucciones de sus superiores mantener la petici¨®n de nueve a?os de prisi¨®n para el joven.
En la resoluci¨®n, los magistrados de la Secci¨®n Cuarta dudan de "la credibilidad y verosimilitud" del testimonio de Sheila G., al estimar que "est¨¢ plagado de ambig¨¹edades, contradicciones y falta de concreci¨®n en aspectos esenciales". Adem¨¢s, el tribunal valora que ning¨²n dato objetivo corrobor¨® la versi¨®n de la joven. La abogada del militar, Marta Salas, ha asegurado que ten¨ªa "pleno convencimiento" de que su cliente iba a salir exento de responsabilidad penal ante la ausencia de pruebas. "El testimonio de la v¨ªctima es suficiente para que el tribunal base su condena, pero la declaraci¨®n tiene que cumplir unos requisitos. Y en este caso no se cumpl¨ªan", ha subrayado la letrada.
Era "en el fondo, culpa suya"
En el juicio declar¨® el capit¨¢n que se encarg¨® de la investigaci¨®n interna en el cuartel. Seg¨²n admiti¨®, aconsej¨® a la recluta que no denunciara los hechos por ser "en el fondo, culpa suya" al haberle provocado en alguna ocasi¨®n. Pedro Colomino narro c¨®mo un d¨ªa vio desde su oficina a la chica acercarse por detr¨¢s al militar para golpearle con los pechos, lo que demostraba los supuestos actos de provocaci¨®n que llevaba a cabo la joven.
En la vista oral, Miguel ?ngel manifest¨® que la acusaci¨®n era "totalmente falsa", asegurando que Sheila consisti¨® la relaci¨®n sexual. Cont¨® que la chica se le hab¨ªa insinuado en varias ocasiones, al igual que a otros compa?eros. Una semana antes de los hechos, la v¨ªctima le sugiri¨® pasar juntos el fin de semana en Madrid, pero ¨¦l rechaz¨® la propuesta. Seg¨²n su versi¨®n, su compa?era le propuso mantener un contacto en un callej¨®n de Hoyo de Manzanares cuando regresaban de tomar unas cervezas en Torrelodones. "Ella misma se baj¨® los pantalones. Lo hicimos de pie. La dije que nos ten¨ªamos que ir. Ella quer¨ªa m¨¢s. Nos tumbamos en el suelo, pero me levante y par¨¦. Ella se enfad¨® porque no terminamos de hacerlo", explic¨®.
En contra de este relato, Sheila insisti¨® en todo momento que su compa?ero la forz¨®. "Ibamos andando y me empuj¨®. Se ech¨® encima m¨ªa y no supe reaccionar. Me agarr¨® los pantalones y me penetr¨®", manifest¨® a trompicones la v¨ªctima, quien asegur¨® que tras los hechos sus compa?eros le dieron la espalda.
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