El vuelo del 'Cuatro Vientos', 75 a?os despu¨¦s
Soldados del Ej¨¦rcito del Aire espa?ol, entre ellos una mujer, emulan la proeza del primer avi¨®n que cruz¨® el Atl¨¢ntico central
La base a¨¦rea de Cuatro Vientos en Carabanchel debe su nombre a un aparato que protagoniz¨® un vuelo hist¨®rico. El Cuatro Vientos fue el primer avi¨®n que cruz¨® el Atl¨¢ntico central en 1933. Sali¨® de la de Sevilla para llegar a Camag¨¹ey (Cuba). La proceza ha sido reeditada por 11 tripulantes del Ej¨¦rcito del Aire espa?ol, entre ellos una mujer, para los que volar sobre el oc¨¦ano sigue siendo la "cl¨¢sica aventura" de la aviaci¨®n. La nave, un CASA-295 de fabricaci¨®n nacional, construido en diciembre, sali¨® el 4 de julio con trayecto Getafe-Azores-Puerto Rico-Camag¨¹ey y, tras un vuelo "fabuloso", entre fotograf¨ªas, juegos de cartas y largas conversaciones, aterriz¨® ayer martes en la isla caribe?a.
El avi¨®n, gris y de poca potencia, fue rotulado con el nombre de Cuatro Vientos en letras rojas en el 75 aniversario del vuelo de su antecesor, un Breguet XIX Superbid¨®n que parti¨® de Tablada (Sevilla) con destino a La Habana el 10 de junio de 1933, pilotado por el capit¨¢n Mariano Barber¨¢n y el teniente Joaqu¨ªn Collar. La nave cruz¨® entonces el Atl¨¢ntico por su parte m¨¢s ancha en un trayecto que dur¨® casi 40 horas, pero la escasez de combustible lo hizo aterrizar en la provincia de Camag¨¹ey, a unos 570 kil¨®metros al este de la capital cubana.
Tras una semana de agasajos en la isla, los dos tripulantes despegaron hacia M¨¦xico en lo que ser¨ªa la ¨²ltima etapa del viaje, pero la nave desapareci¨® y su suerte todav¨ªa es un misterio sobre el que se han levantado no pocas hip¨®tesis. Diez oficiales de la Unidad Ala 35 de Madrid fueron elegidos para festejar en el aire el hito del Cuatro Vientos con el comandante Francisco Matas al frente, un pasajero invitado, el historiador mexicano Jos¨¦ Ram¨®n Burge¨®n, y la piloto Mar¨ªa Eugenia Tor¨ªo como la ¨²nica mujer. "No muchas veces cruzamos el Atl¨¢ntico y en este tipo de avi¨®n, con s¨®lo dos motores, es un poco cr¨ªtico, tiene su dificultad, pero es un vuelo seguro, nada que ver con los peligros de Barber¨¢n y Collar", explica Tor¨ªo, de 30 a?os, quien despu¨¦s de su misi¨®n en Cuba tiene asignada una tarea en la regi¨®n de El Chad.
"Eso te da algo en la tripa"
En opini¨®n de Matas, de 38 a?os, hoy en d¨ªa los pilotos buscan r¨¦cords dando la vuelta al mundo sin aterrizar, o elevando las naves a alturas casi estratosf¨¦ricas, pero coincide en que cruzar el mar sigue teniendo su magia. "En esta profesi¨®n cada d¨ªa es una aventura y cada vuelo puede ser una aventura, tan corto y largo como lo puedas imaginar", a?ade el piloto. Su segundo tim¨®n, el teniente Francisco Parellada, ha vivido experiencias de peligro en zonas de conflicto como Afganist¨¢n, pero destaca ¨¦sta como su traves¨ªa m¨¢s larga y asegura que ya nadie "se la juega" como en la ¨¦poca del Cuatro Vientos. "Todo lo que sea cruzar el mar, que no tengas aeropuerto cerca para poder aterrizar cuando haya un problema, ya eso te da algo en la tripa ?sabes?", confiesa Parellada.
Sus h¨¦roes, Barber¨¢n y Collar, recibieron en Cuba una bienvenida apote¨®sica, en la que miles de personas rompieron los cordones de seguridad para acercarse al avi¨®n y tocar a los pilotos espa?oles. La isla ha intentado hoy reeditar tambi¨¦n el entusiasmo de esa bienvenida, con un intenso plan de actividades encabezado por las autoridades de Camag¨¹ey y la comisi¨®n del Ej¨¦rcito del Aire que viaj¨® a Cuba para iniciar el ciclo de festejos por la efem¨¦ride del Cuatro Vientos.
Entre los actos, el director general del Servicio Hist¨®rico y Cultural del Ej¨¦rcito del Aire, Javier Criado, ha descubierto una placa en el mismo sitio en que se levanta desde 1942 un monumento con los rostros de Barber¨¢n y Collar en bronce y una leyenda sobre el vuelo. El historiador cubano Franklin Aram¨ªs explica que el antiguo monumento, situado en el centro de la ciudad, se construy¨® por "prestaci¨®n popular" y cada a?o los cubanos rememoran a sus pies el vuelo con ofrendas florales y visitas de los miembros de las comunidades espa?olas de la urbe. Aram¨ªs, autor de tres libros sobre la historia del Cuatro Vientos, resalta que lo que sucedi¨® a Barbar¨¢n y Collar tras salir de La Habana fue "un juego de domin¨® contra tres y la mala suerte". "Una serie de circunstancias desgraciadas, y el cansancio, el mal tiempo, y las opiniones de los que no hicieron el vuelo... pero igual, fue un recorrido m¨¢s exacto que si tuviera una GPS de sat¨¦lite, incomparable, irrepetible", sostiene.
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