Diario de la primera exhumaci¨®n con tutela judicial
Santiago Mac¨ªas, vicepresidente de la Asociaci¨®n para la Recuperaci¨®n de la Memoria Hist¨®rica, narra los trabajos en Zamora en dos fosas comunes de la Guerra
19.15. Fin de la jornada. "Lo dejamos hasta ma?ana. Nos vamos a descansar a una posada rural que hay en Santa Cristina de la Polvorosa. Estamos cansados, ha sido un d¨ªa muy largo y muy emocionante. La juez ha estado tomando declaraci¨®n aqu¨ª mismo como testigos a algunos vecinos del pueblo. Los familiares est¨¢n contentos. ?Hasta ma?ana!"
18.15. Importante hallazgo. "Parece que estamos m¨¢s cerca. Hemos encontrado restos humanos conectados, huesos largos y unidos entre s¨ª. La juez estaba ya un poco contrariada porque parec¨ªa que no avanz¨¢bamos, pero le hemos tratado de explicar que casi nunca encontramos lo que buscamos con tanta facilidad. Son procesos muy lentos y delicados".
17.15. Chaparr¨®n y primeras pistas. "Acaba de caer una tormenta de cinco minutos, pero se ha despejado enseguida. Hemos delimitado una zona, casi a la entrada del cementerio, donde creemos que puede estar la fosa, porque parece que se removi¨® la tierra y ese no es un lugar normal para enterrar a gente, a no ser que los enterradores pensaran que no merec¨ªan un sitio mejor. Los arque¨®logos est¨¢n haciendo cortes en el terreno donde calculan que est¨¢ la fosa. Ellos son capaces de apreciar los movimientos de tierra aunque hayan pasado 70 a?os. Estamos animados".
16.15. Vuelta al trabajo. "Acabamos de volver de comer con los familiares de las v¨ªctimas y con la juez. Vigilando el sitio se ha quedado un equipo de la Guardia Civil, que acaba de cambiar el turno. Tenemos esperanza de encontrar la fosa hoy".
14.10. Pausa para comer.- "Nos vamos a comer con los familiares de las v¨ªctimas. Esta ma?ana no ha habido suerte, pero no es la primera vez que estamos dos o tres d¨ªas buscando y al cuarto encontramos la fosa. Retomaremos el trabajo sobre las 15.30. Nos queda aproximadamente la mitad de lo que hemos explorado por mirar".
13.15. Dificultades.-Seguimos buscando. Hemos vuelto a utilizar la m¨¢quina retroexcavadora en el entorno y estamos haciendo varias catas sobre el terreno, porque a¨²n no hemos definido el lugar donde est¨¢ la fosa. Las ra¨ªces de un seto que rodea el sitio nos dificulta el trabajo.
12.30. Testimonio de un familiar.- Le cedo la palabra en este diario al hombre que nos ha tra¨ªdo hasta aqu¨ª, Baltasar Berciano, familiar de una de las v¨ªctimas que estamos buscando, Baltasar Carbajo:
"Hace 20 a?os, mi t¨ªa Nieves empez¨® a hablarme de lo que le hab¨ªa pasado a su hermano. Empec¨¦ a hacerle m¨¢s preguntas y not¨¦ que ella ten¨ªa mucho miedo a hablar. En el a?o 2002, empec¨¦ a investigar, a buscarle en los archivos, a preguntarle a la gente del pueblo... Hasta que seguimos el rastro del cami¨®n en el que los falangistas se lo llevaron el 21 de agosto de 1936.
Mi t¨ªa, que ahora tiene 91 a?os, estaba con su hermano cuando los falangistas se lo llevaron para asesinarlo. Ella ten¨ªa entonces 21 a?os. Baltasar volv¨ªa de trabajar en el campo, porque entonces era habitual trabajar de noche en verano, en las ¨¦pocas de siega. Su madre y su hermana le esperaban para darle el almuerzo. Y entonces aparecieron los falangistas. Se lo llevaron y lo asesinaron. Ten¨ªa 28 a?os, un hijo de tres y una ni?a a punto de nacer."
"Nieves, la hija de Baltasar, tiene ahora 73 a?os. No ha podido venir a la exhumaci¨®n porque no est¨¢ muy bien de salud. Pero hace un mes la juez de Benavente le tom¨® declaraci¨®n en el juzgado. A ella y a su hermano mayor. Estamos todos muy agradecidos con la juez. Est¨¢ muy preocupada por nosotros, por lo que puedan estar sufriendo las familias, y en la toma de declaraci¨®n ha demostrado una humanidad impresionante."
"La verdad es que estoy aqu¨ª y no me puedo creer que esto est¨¦ pasando por fin. Que haya una juez dirigi¨¦ndolo todo, preocupada. Su presencia no deber¨ªa sorprendernos, porque aqu¨ª se est¨¢n buscando restos humanos; deber¨ªa ser algo normal, pero despu¨¦s de todas las decepciones, de las malas palabras que hemos tenido que escuchar de gente, incluso de vecinos del pueblo que nos dicen aquello de ?por qu¨¦ revolv¨¦is el pasado?, es incre¨ªble que hayamos llegado hasta aqu¨ª."
"Este a?o he estado ayudando en otras exhumaciones en Quintanilla de Barros, en Lugo... Para la gente que no tenga familiares desaparecidos a lo mejor es dif¨ªcil de entender por qu¨¦ hacemos esto. Les dir¨ªa que a m¨ª me gusta ayudar a lo asociaci¨®n para la recuperaci¨®n de la memoria hist¨®rica en lo que puedo y que cuando les hablo de esto a mis hijas o a mis alumnos, siento que les estoy educando".
12.00. Temores de los vecinos.- "Se est¨¢ acercando mucha gente del pueblo y muchos vecinos que tienen a sus familiares enterrados en este mismo cementerio donde est¨¢ la fosa. Creo que vienen con temor a que nuestro trabajo afecte a las tumbas donde est¨¢n sus familiares, pero ya han visto que no es as¨ª. Estamos utilizando la ocasi¨®n para explicarle a la gente lo que hacemos, que las personas a las que estamos buscando en estas fosas tambi¨¦n tienen familia y que su familia quiere enterrarlos, como ellos, dignamente".
11. 00.-Restos inconexos.- "Los restos humanos que hemos encontrado est¨¢n inconexos, separados, y eso no es normal en las fosas de la guerra civil. Es posible que la fosa haya sido alterada en alguna ampliaci¨®n del cementerio donde se encuentra o que todav¨ªa no hayamos llegado a ella. No podemos descartar ninguna hip¨®tesis. Seguimos buscando. Estamos inquietos, como siempre que iniciamos alguna exhumaci¨®n, porque la expectaci¨®n de los familiares es enorme y estamos aqu¨ª por ellos".
10.30.- En la intimidad.- La juez utiliza el muro del cementerio como una especie de cord¨®n policial para que la exhumaci¨®n se haga en la intimidad. Al otro lado del muro, periodistas y curiosos esperan noticias.
10.15.- Primeros restos.- ?El equipo encuentra los primeros restos ¨®seos en el lugar donde hemos estado pasando la retroexcavadora! A partir de este momento, se dejan de utilizar medios mec¨¢nicos. Los arque¨®logos y forenses entran en la fosa para empezar a limpiar los restos a mano.
09.30.- Familiares arropados.- "Llegamos al lugar donde se encuentran las fosas. Hay much¨ªsima expectaci¨®n. Y por primera vez en las m¨¢s de 100 exhumaciones a las que he asistido, hay guardia civil, un forense enviado por el juzgado de Benavente, el alcalde del municipio... Todos, familiares y equipo, nos sentimos m¨¢s arropados. Nos ponemos a trabajar con la retroexcavadora, una m¨¢quina abre-zanjas, peque?a y estrecha, que sirve para retirar la capa de tierra m¨¢s superficial, unos 50 o 60 cent¨ªmetros.
Poco a poco van llegando familiares de las v¨ªctimas que estamos buscando y otras que todav¨ªa no han podido encontrar a los suyos. Tambi¨¦n much¨ªsimos voluntarios que suelen colaborar con la Asociaci¨®n y se han acercado por si necesitamos ayuda, y vecinos del pueblo. Hay much¨ªsima gente.
La juez ha llegado un poco m¨¢s tarde porque antes le ha tomado declaraci¨®n a los familiares de Aquilino Ortega, uno de los fusilados en 1936.
08.00.- Inter¨¦s internacional.- "Me re¨²no con el resto del equipo en el resto del equipo de la asociaci¨®n: dos arque¨®logos, tres forenses y voluntarios, en Ponferrada (Le¨®n). Uno de los voluntarios es Baltasar, que est¨¢ buscando a su t¨ªo en esta fosa. Nos sigue la televisi¨®n p¨²blica francesa, que est¨¢ haciendo un reportaje y quiere grabar todos los detalles".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.