La historia de F¨¢tima: una familia rota por la 'yihad'
"?T¨² ser¨ªas capaz de ir a Irak?", pregunt¨® F¨¢tima Hssini a su marido Francisco R¨®denas, Yusef, un alba?il espa?ol convertido al islam, un hombre bajito, delgado y con aspecto de no haber roto un plato en toda su vida. "T¨² est¨¢s loca", respondi¨® ¨¦l. "Ni loco. Ni a Irak, ni ning¨²n otro sitio". El matrimonio, sin hijos, estaba en su sencillo piso sin ascensor en Sant Boi de Llobregat, localidad pr¨®xima a Barcelona. En la televisi¨®n, la cadena qatar¨ª Alyazira transmit¨ªa im¨¢genes de nuevos atentados en Bagdad.
La pregunta de F¨¢tima no era balad¨ª. Su hermano Hasan, de 26 a?os, supuestamente hab¨ªa muerto en Faluya (Irak) al volante de un autob¨²s bomba. Su hermano Ahmed Said, de 43 a?os, acababa de ser detenido en Damasco (Siria ) cuando iba a pasar a Irak para unirse a los hombres del l¨ªder de los insurgentes contra la invasi¨®n, Abu Musab Al Zarqaui. Los dos hermanos hab¨ªan sido reclutados por Los sin vicio de Occidente, una c¨¦lula dirigida desde Vilanova i la Geltr¨² por el carnicero Mohamed Mrabet, un marroqu¨ª de 42 a?os.
F¨¢tima Hssini, de 48 a?os, cocinera marroqu¨ª en un restaurante de Casteldefells, compareci¨® el pasado mi¨¦rcoles envuelta en un burka ante un tribunal de la Audiencia Nacional y se neg¨® a mostrar su rostro, seg¨²n dijo, porque se lo impide su religi¨®n. Fue expulsada de la sala a la que acudi¨® como testigo. En el banquillo estaba el carnicero y los acusados con los que ella y su marido compartieron en 2006 los calabozos de la Guardia Civil en Madrid.
Entonces le acusaron de haber "celebrado" el suicidio de su hermano y de estar al tanto de las actividades de esta c¨¦lula que presuntamente envi¨® a Irak a Belgacem Bellil, un argelino de 31 a?os, que en 2003 asesin¨® con un cami¨®n bomba a 19 carabineros y a 9 iraqu¨ªes en la base italiana de Nasiriya. F¨¢tima lo neg¨® todo, seg¨²n consta en su declaraci¨®n judicial.
Tras el burka de F¨¢tima se oculta la historia de una familia marroqu¨ª de 11 hermanos rota por la pleites¨ªa de varios de sus miembros a la yihad. Abdesalam, su padre, de 75 a?os, un patr¨®n de pesca en Larache (Marruecos) no olvida la llamada que recibi¨® el 13 de enero de 2004, tres d¨ªas despu¨¦s de la fiesta del cordero. Estaba en su casa de T¨¢nger y pese a la distancia entendi¨® la frase que atraves¨® el aparato como un rel¨¢mpago: "Hasan miet" ("Hasan muerto").. Llamo desde Irak para decirle que Hasan se ha casado [muerto]". En la casa todos rompieron a llorar y entendieron el significado. Casarse en el lenguaje yihadista significa suicidarse. Meses antes, Zohra, su madre, de 61 a?os, hab¨ªa hablado con ¨¦l: "Estoy en Irak y ya est¨¢".
"Si hubiera sabido lo que mi hijo iba a hacer lo habr¨ªa tenido atado con una cadena. Lo ech¨¦ de casa, estaba como un perro rabioso. Le hab¨ªa arreglado su boda en Marruecos, pero se separ¨® y tir¨® todo por la borda. En el mar s¨®lo duro unos meses. No hac¨ªa nada, todo le parec¨ªa mal. Vendi¨® los muebles y desapareci¨®", confes¨® Abdesalam a EL PA?S d¨ªas despu¨¦s de la detenci¨®n de F¨¢tima.
Abdesalam y Zohra, sentados frente a una mesa camilla en la casa de F¨¢tima en Sain Boi de Llobregat, un piso alquilado de 60 metros, explicaron al periodista como la polic¨ªa hab¨ªa entrado en la vivienda de madrugada y armados hasta los dientes. "Mi hija es buena con su marido y con nosotros. Todos los meses nos mandaba dinero a Marruecos y hasta nos compr¨® un piso. No creo que haya hecho nada malo porque es muy religiosa". Francisco, su marido, que ya hab¨ªa sido puesto en libertad defendi¨® a su mujer: "No es cierto que celebrara la muerte de su hermano".
F¨¢tima y Francisco se casaron en 1991. Trabajaban juntos en el mismo restaurante. Durante a?os ella dirigi¨® los hornos de una pizzer¨ªa. "Es especialista en ensaladas y pizzas", explicaba Zohra, su madre. Francisco lleva nueve a?os convertido al islam aunque reconoce no hablar ni una palabra de ¨¢rabe: "En casa tenemos siempre puesto Al Yazira, pero no entiendo nada".
Durante su detenci¨®n en 2006 F¨¢tima reconoci¨® que habl¨® con su hermano suicida. Primero desde Siria, ruta obligada hacia la yihad, y luego desde Irak. "Me llam¨® una vez y me dijo: 'Estoy en Faluya, estoy en Faluya'. Luego no volvi¨® a llamar". Tambi¨¦n reconoci¨® haber recibido una llamada desde Siria en la que le informaron de que Ahmed Said, su otro hermano, hab¨ªa sido detenido en Damasco. "Me dijeron: '?Es usted F¨¢tima? Soy Mohamed, estoy con tu hermano en la c¨¢rcel y est¨¢ bien".
"?Usted no es religiosa? Nos ha dicho que no pisa la mezquita", le pregunt¨® la fiscal. La testigo respondi¨®: "S¨ª claro, soy religiosa". "Pero no mucho", apostill¨® su abogada en un intento de que no diera demasiados detalles sobre sus costumbres rigoristas. "Es que mi trabajo... pero s¨ª soy religiosa. Yo creo en Dios", a?adi¨® F¨¢tima. "Pero no en exceso", intervino de nuevo la letrada, seg¨²n el acta judicial. Una declaraci¨®n que contradice la versi¨®n de sus padres.
F¨¢tima estuvo en prisi¨®n provisional por integraci¨®n en el GICM y ayuda en la captaci¨®n de yihadistas hacia Irak, fue procesada por Garz¨®n y finalmente absuelta. Ma?ana testificar¨¢ y por fin ense?ar¨¢ su rostro a los jueces de la Audiencia Nacional.
?C¨®mo se ve as¨ª misma esta mujer envuelta desde hace a?os en el horror de la yihad? Cuando fue detenida en 2006 su letrada le pregunt¨®: "?Lleva usted una vida normal?" Y F¨¢tima respondi¨®: "Normal s¨ª. Trabajando, gano dinero y ayudo a mi familia. Tengo un piso m¨ªo en T¨¢nger, y mi sue?o y el de mi marido es tener nuestra propia pizzer¨ªa en Marruecos".
Fue durante la etapa en la que el matrimonio vivi¨® en Casteldefells cuando el nombre de F¨¢tima Hssini entr¨® en los archivos reservados de los servicios de inteligencia de toda Europa. La direcci¨®n del matrimonio apareci¨® en el domicilio londinense de Mohamed el Garbouzi, dirigente del Grupo Isl¨¢mico Combatiente Marroqu¨ª (GICM), movimiento vinculado a Al Qaeda. El Mi5, el servicio secreto brit¨¢nico, le investigaba por su presunta relaci¨®n con un plan para atentar contra los aeropuertos de Londres y Argel.
?Qu¨¦ hac¨ªa el nombre de un alba?il espa?ol en la agenda de uno de los hombres m¨¢s vigilados de Europa? El Garbouzi mantuvo entrevistas con Bin Laden en Afganist¨¢n. El matrimonio fue vigilado y sus tel¨¦fonos intervenidos por orden del juez Baltasar Garz¨®n. La relaci¨®n de los hermanos de F¨¢tima con la c¨¦lula de Vilanova, el suicidio de Hasan en Irak, y el viaje de Ahmed a Siria, multiplicaron el inter¨¦s de la Guardia Civil por la pareja. Y en especial por la mujer del burka cuyo lenguaje "cr¨ªptico infiere una clara voluntad de ocultar", seg¨²n escribi¨® Garz¨®n e uno de sus escritos.
Cuando fue detenida F¨¢tima explic¨® al juez, tambi¨¦n oculta bajo el burka, que fue su hermano Ahmed Said, el suicida frustrado detenido en Siria, quien invit¨® a su casa en Casteldefells al dirigente del GICM. Ahmed trabajaba como pintor y residi¨® durante varios a?os en el domicilio de su hermana. Las decenas de preguntas que el juez hizo a F¨¢tima para obtener datos sobre estas visitas no sirvieron de nada. La mujer del burka dijo no saber nada y, seg¨²n su versi¨®n, el inquietante invitado era s¨®lo un "amigo". Pese a vivir en Espa?a desde hace m¨¢s de 25 a?os respondi¨® casi siempre en ¨¢rabe: "Mi hermano me dice que est¨¢ con un amigo y yo estoy en la cocina y les hago el t¨¦", explic¨®.
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