Los antepasados blancos de Michelle Obama
'The New York Times' publica el ¨¢rbol geneal¨®gico de la primera dama estadounidense
La historia es com¨²n a muchos afroamericanos en Estados Unidos. Fruto de la violaci¨®n o coerci¨®n nacieron hijos de esclavas negras y hombres blancos. Lo que no es tan com¨²n, es que una de esas descendientes sea hoy la esposa del presidente de Estados Unidos.
El ¨¢rbol geneal¨®gico de Michelle Obama est¨¢ un poco m¨¢s completo tras el estudio y publicaci¨®n por el diario The New York Times de documentos de la ¨¦poca de la esclavitud que cuentan una dolorosa historia. El relato comienza en 1850 en Carolina del Sur, contin¨²a en Georgia, Alabama y la ciudad de Chicago para finalizar en la Casa Blanca. Fue en aquel a?o cuando el anciano due?o de una hacienda -el amo David Patterson- dividi¨® sus posesiones entre sus hijos. Uno se quedar¨ªa con el ganado. Otro con el carro de caballos. Otra con una esclava de seis a?os que fue valorada en 475 d¨®lares y que en el testamento estaba definida bajo la partida "ni?a negra Melvinia"...
El amo muri¨® en 1852 y Melvinia fue enviada a servir con la hija de Patterson -y su marido, Henry Shields- a Georgia. All¨ª, Melvinia trabajaba tanto en el campo como en la casa de su nueva se?ora. Plantaba boniatos, ma¨ªz y algod¨®n. Cuidaba de tres caballos, cinco vacas, 17 cerdos y 20 ovejas.
Se cree que con tan s¨®lo 15 a?os, la joven esclava dio en 1859 a luz a su primer hijo, Dolphus, que hab¨ªa sido engendrado con un hombre blanco, desgraciadamente, pr¨¢ctica habitual entonces en una sociedad de hombres blancos libres y mujeres negras esclavas. Melvinia Shields es la tata-tatarabuela de Michelle Obama. El hombre blanco su tata-tatarabuelo, pudiendo ser ¨¦ste el amo de la finca o cualquier otro blanco que hubiese pasado el tiempo suficiente en la granja como para violar a la joven negra.
En el a?o 1870, seg¨²n recoge el Times y ha rastreado la genealogista Megan Smolenyak, tres de los cuatro hijos de Melvinia -incluido Dolphus- fueron registrados en el censo como "mulatos". Todos eran Shields, lo que pudo ser debido a la paternidad de Henry o a que era una costumbre adoptar el apellido de los amos.
El tiempo sigui¨® corriendo. Melvinia se traslad¨® a Alabama y all¨ª Dolphus -muy blanco de piel, "tanto que parec¨ªa un hombre blanco"- se cas¨® con Alice, la tatarabuela de Michelle Obama. Fruto de esa uni¨®n naci¨® Robert Shields en 1885, bisabuelo de la primera dama. Robert se cas¨® con Anna Estelle y tuvieron a Purnell Shields, abuelo de Michelle, ya en el siglo XX, en 1910.
Marian, madre de Michelle, es la hija de Purnell, quien matrimoni¨® con Rebecca antes de trasladarse a vivir a Chicago. Marian se cas¨® con Fraser Robinson; ella vive y es la suegra de Barack Obama y la abuela de Shasa y Malia. Fraser muri¨® en 1991 y no lleg¨® a ver a su hija viviendo en la Casa Blanca.
Los archivos hist¨®ricos dicen que Dolphus, el tatarabuelo 'casi blanco' de Michelle Obama sol¨ªa decir que las relaciones raciales en EEUU cambiar¨ªan alg¨²n d¨ªa. Dolphus mor¨ªa en 1950 y el mismo d¨ªa en que se publicaba su necrol¨®gica, el ¨²nico diario negro de Birmingham titulaba en primera p¨¢gina: "El Tribunal Supremo proh¨ªbe la segregaci¨®n en restaurantes y centros universitarios".
Desde la segregada Carolina del Sur anterior a la guerra de secesi¨®n a la Casa Blanca. Un largo camino para la familia de Michelle Obama.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.