"C¨®mo no lo voy a matar, mira c¨®mo est¨¢ la pista"
Uno de los guardias que participaron en las diligencias afirma que Mainar justific¨® el crimen por el mal estado del acceso a su granja
El mal estado de la pista de San Juan, la que da acceso a la explotaci¨®n ganadera de Santiago Mainar, a las afueras de Fago, fue el detonante del asesinato del alcalde, Miguel Grima. El propio Mainar asegur¨® en su confesi¨®n policial (de la que luego se desdijo) que fue al pasar por ah¨ª cuando sinti¨® el "impulso raro" que lo llev¨® a cometer el crimen. En la cuarta jornada del juicio por ese delito en la Audiencia de Huesca, uno de los guardias civiles que participaron en las diligencias ha asegurado que, mientras pasaban por ese camino, Mainar les manifest¨® textualmente: "C¨®mo no lo voy a matar, mira c¨®mo est¨¢ la pista".
Esa afirmaci¨®n del presunto asesino se produjo el 3 de febrero de 2007, un d¨ªa despu¨¦s de su detenci¨®n y su confesi¨®n ante los agentes. La hizo mientras acompa?aba a los guardias civiles al lugar donde, seg¨²n su declaraci¨®n de la v¨ªspera, hab¨ªa encontrado la escopeta de caza con la que dispar¨® a Grima. "Hab¨ªa un par de puntos en la pista que estaban atravesados por agua", record¨® el guardia que ha testificado hoy. Fue al atravesarlos cuando el presunto asesino realiz¨® esa segunda confesi¨®n de la que, sin embargo, no se levant¨® acta.
Ese mismo agente ha revelado algunos detalles de la confesi¨®n. El acusado, que ahora le niega veracidad, manifest¨® el lunes ante el tribunal que esa declaraci¨®n fue fruto de un pacto con los agentes para que dejaran en paz al resto de los vecinos de Fago. Ese acuerdo, seg¨²n insinu¨® el propio Mainar, se habr¨ªa producido tras su detenci¨®n, mientras se efectuaba el registro de su casa y se esperaba a que llegara su abogada para iniciar su declaraci¨®n autoinculpatoria. Sin embargo, el guardia ha declarado que ese acuerdo no se pudo producir porque "ten¨ªan ¨®rdenes expresas de no hablar con ¨¦l".
El m¨¦dico no puedo reconocer a Mainar
Tambi¨¦n ha declarado este jueves otra agente de la Unidad Central Operativa (UCO), concretamente, la que particip¨® en la reconstrucci¨®n judicial del encuentro que se produjo en el lugar del crimen, instantes despu¨¦s de que se cometiera, entre el supuesto asesino e I?aki Bidegain, un m¨¦dico de San Sebasti¨¢n y vecino del pueblo que el martes afirm¨® ante los magistrados que estaba "casi seguro" de que no era Mainar la persona con la que se cruz¨® esa noche.
La agente de la UCO ha venido a rechazar que Bidegain, enemistado con el alcalde, pudiera saber si la persona que se cruz¨® era o no el acusado. A preguntas de la acusaci¨®n particular ha afirmado que, cuando se simul¨® el momento en que el m¨¦dico donostiarra dirigi¨® su vista a la cara de Mainar -de noche y con la ¨²nica luz del Mercedes de Grima y del todoterreno de Bidegain-, fue la propia juez de instrucci¨®n la que se sent¨® en el asiento que ¨¦ste ocupaba (el del conductor) y confirm¨® "que era imposible distinguir nada desde esa posici¨®n".
El resto de los testimonios de la sesi¨®n de hoy han ahondado en el miedo que sent¨ªa Miguel Grima en los meses previos a su asesinato y en la animadversi¨®n que le ten¨ªan algunos de los vecinos del pueblo. Un guardia civil del Servicio de Protecci¨®n de la Naturaleza que durante la ma?ana posterior a la muerte busc¨® infructuosamente el cad¨¢ver, ha afirmado que Bidegain -que la noche anterior se cruz¨® con el coche del alcalde y su presunto asesino- no les coment¨® nada de ese incidente, a pesar de que estaba en la plaza del pueblo, donde todo el mundo comentaba la desaparici¨®n.
Mar¨ªa Ester Franco, amiga del regidor y ex diputada provincial de Huesca, ha reiterado que, cuando lleg¨® a Fago la noticia de que hab¨ªan encontrado el cuerpo junto a la cuneta de la carretera tirado en un terrapl¨¦n, escuch¨® en el bar del pueblo "risas y jolgorio". Alguien, seg¨²n Franco, lleg¨® a gritar desde ese establecimiento: "?Venid, venid, que hay algo bueno que celebrar!".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.