Mainar alega que confes¨® el crimen de Fago para librar de sospecha al pueblo
El acusado de matar al alcalde Grima asegura que pact¨® la autoinculpaci¨®n con la Guardia Civil e intenta rebatir las pruebas clave de la acusaci¨®n
Una confesi¨®n muy detallada ante la Guardia Civil sobre el asesinato del alcalde de Fago, su huella gen¨¦tica en el coche de la v¨ªctima que supuestamente trat¨® de esconder tras su muerte y los restos de plomo, bario y antimonio -indicios de un disparo- que se hallaron en sus brazos. Son las tres pruebas que llevaron a los agentes a la detenci¨®n del guarda forestal Santiago Mainar como presunto asesino de Miguel Grima, el regidor del PP de ese peque?o pueblo del Pirineo aragon¨¦s, y las que lo han sentado en el banquillo. En la primera jornada del juicio, celebrada ayer en la Audiencia de Huesca, Mainar neg¨® la validez a su autoinculpaci¨®n asegurando que la pact¨® con los guardias "para que se dejara de molestar a la gente de Fago".
Esa declaraci¨®n inicial del acusado ante los agentes marc¨® casi toda la sesi¨®n de ayer. En ella Mainar explicaba con todo lujo de detalles -incluso dibuj¨® un croquis a los guardias- c¨®mo, tras comprobar el p¨¦simo estado de la pista que conduc¨ªa a su explotaci¨®n ganadera -"la gota que colm¨® el vaso" en sus malas relaciones con el alcalde- sinti¨® "un impulso raro". Ese impulso le llev¨® el 12 de enero de 2007 a tender una emboscada a Grima cuando ¨¦ste volv¨ªa al pueblo tras una reuni¨®n en Jaca. El regidor baj¨® de su coche para retirar unas piedras que el guarda forestal hab¨ªa puesto en la calzada, y ¨¦ste aprovech¨® para descerrajarle un tiro en el pecho. Despu¨¦s arrastr¨® su cuerpo hasta tirarlo por un barranco y escondi¨® su coche valle abajo.
Como ya hizo ante el juez de instrucci¨®n hace m¨¢s de dos a?os y medio, Mainar se desdijo ayer de sus palabras frente al tribunal, formado por el presidente de la Audiencia provincial, Santiago Serena, y los magistrados Antonio Ang¨®s y Jos¨¦ Tom¨¢s Garc¨ªa. El acusado asegur¨® que su autoinculpaci¨®n se debi¨® a un acuerdo con los agentes que le interrogaron a cambio de que ¨¦stos dejaran en paz a sus vecinos. Un acto de "altruismo" que le llev¨® a crear "una ficci¨®n teatral" muy minuciosa en la que, seg¨²n declar¨® ayer, los guardias colaboraron sugiri¨¦ndole el resultado de sus pesquisas para que todo cuadrara.
El acusado sostiene ahora que se lo invent¨® todo, pero las acusaciones -el fiscal Felipe Zazurca, el acusador particular, Enrique Trebolle, y el popular, Jos¨¦ Mar¨ªa Vilad¨¦s-, que piden 21 a?os de c¨¢rcel, no entienden c¨®mo pudo dar tantos detalles que, adem¨¢s, encajan con lo descubierto por los investigadores. Por eso le preguntaron una y otra vez sobre cada uno de ellos. La respuesta era casi siempre la misma: se los hab¨ªan sugerido los propios agentes, se los contaron los periodistas que invadieron Fago durante esos d¨ªas, los vio en la televisi¨®n o se los oy¨® a los vecinos y visitantes, de los que, sin embargo, se neg¨® a dar nombres. Los parajes que describi¨® al mil¨ªmetro los conoce, dice ahora, por su trabajo en el campo.
M¨¢s dif¨ªcil le result¨® rebatir la presencia de sus trazas de ADN en el coche de Grima que, seg¨²n los agentes, dej¨® en el volante y en la palanca de cambios del Mercedes del alcalde al esconderlo a una decena de kil¨®metros del lugar del crimen. Mainar trat¨® de justificarlo argumentando que hab¨ªa conducido ese veh¨ªculo al menos dos veces, una de ellas el mismo d¨ªa del asesinato debido a que el alcalde lo hab¨ªa aparcado en la puerta de su garaje. El presunto asesino asegur¨® que se lo encontr¨® abierto y con las llaves puestas y que, por eso, pudo moverlo.
?Y los restos de disparos hallados en sus brazos?, preguntaron los tres acusadores. El guarda forestal en las tres ocasiones respondi¨® de forma similar. "Debido a mi trabajo me paso todo el d¨ªa recogiendo basura del monte y cartuchos de munici¨®n usados. Adem¨¢s, es muy normal que me encuentre a cazadores por el monte y les d¨¦ la mano para saludarles. De ah¨ª pudieron salir", argument¨®.
"Tir¨¢nico", "arbitrario" y "de doble personalidad"
Uno de los primeros descubrimientos de los investigadores cuando comenzaron a indagar en el asesinato del alcalde de Fago fue que, en ese min¨²sculo municipio oscense de apenas 30 habitantes, exist¨ªa un grupo de vecinos enfrentados directamente con el regidor del PP, Miguel Grima, entre los que se encontraba el guarda forestal Santiago Mainar.
Casi tres a?os despu¨¦s del asesinato del regidor y sentado en el banquillo como su presunto asesino, Mainar sigui¨® cargando ayer contra Grima. Durante su declaraci¨®n admiti¨® sentir "indignaci¨®n" hacia ¨¦l, aunque no odio. Tambi¨¦n lo calific¨® de "arbitrario", "tir¨¢nico" y de tener "doble personalidad"; asegur¨® que su ejercicio del poder era "abyecto" y llam¨® a sus partidarios "la camarilla".
"La gente desesperada encuentra en su desesperaci¨®n el ¨ªmpetu para rebelarse", respondi¨® Mainar a preguntas de la acusaci¨®n popular. "No voy a cambiar mi opini¨®n sobre ¨¦l [Grima] porque haya muerto", a?adi¨® m¨¢s tarde.
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