Unos cines cierran, otros se llenan
La huelga de exhibidores apag¨® el 72% de las pantallas catalanas.-Las salas que abrieron recibieron a muchos espectadores militantes
A la mayor¨ªa de los que este lunes por la tarde hac¨ªan cola en el cine Lauren Universitat de Barcelona les tra¨ªa sin cuidado ver Nine, Up in the air o El rompedientes. La pel¨ªcula era lo de menos. "No ten¨ªa pensado ir al cine, vengo por militancia, para defender el catal¨¢n", afirmaba rotunda Isabel Bueno a las puertas de una de las cinco salas que abrieron en la ciudad. La mayor¨ªa hab¨ªa colgado el cartel de cerrado en protesta contra el proyecto de Ley del Cine que prepara la Generalitat y que obliga a que la mitad de copias que se distribuyan en Catalu?a sean en catal¨¢n.
El presidente del Gremio de Empresarios de Cine de Catalu?a, Camilo Tarraz¨®n, indic¨® que hab¨ªan cerrado 571 de las 791 pantallas que hay en Catalu?a, lo que supone el 72% del total. El porcentaje fue ligeramente mayor porque a ¨²ltima hora tambi¨¦n cerraron las dos salas del cine Casablanca ya que sus responsables decidieron sumarse a la posici¨®n mayoritaria.
Pero a los exhibidores les sali¨® contestaci¨®n estos ¨²ltimos d¨ªas. Desde redes sociales como Facebook se lanz¨® una convocatoria para boicotear la huelga, que tuvo cierta repercusi¨®n. En el cine Alexandra no se lo pod¨ªan creer. Si en un lunes normal venden 50 entradas en las sesiones de primera hora de la tarde, ayer vendieron 130 y por la noche la afluencia se esperaba que fuera a¨²n mayor. Parte de esta convocatoria surg¨ªa de colectivos cercanos a ERC, partido que promueve la ley. No fue extra?o, pues, que su presidente, Joan Puigcerc¨®s, acudiera junto a otros dirigentes del partido a la sesi¨®n de las dos de la tarde para ver la pel¨ªcula catalana Petit Indi, de Marc Recha. "Queremos defender as¨ª el derecho que tenemos los catalanes a poder ver cine en nuestra lengua", se?al¨®. La campa?a, que ha tenido un previo este fin de semana con pintadas y pegatinas en la puerta de algunos cines en huelga, continuar¨¢ esta semana con concentraciones a favor del proyecto de Ley del Cine frente a algunas salas. A la que hubo ayer en Girona acudieron unas 50 personas. "Respetamos todas las opiniones, pero tambi¨¦n pedimos que nos respeten y que no haya agresiones contra las instalaciones", se?al¨® Tarraz¨®n.
La huelga est¨¢ creando un curioso fen¨®meno de espectador militante. Pod¨ªan encontrarse ayer muchos casos. "Se les ha visto el plumero convocando la huelga un lunes y no durante el fin de semana", comentaba Joan Catal¨¤, un jubilado que afirmaba que le hab¨ªan entrado unas ganas irresistibles de ir al cine precisamente ayer. "Esta gente s¨®lo piensa en el dinero y se olvida de que aqu¨ª se habla un idioma que se debe promocionar".
Es una acusaci¨®n que los exhibidores negaban. "Es verdad que es uno de los d¨ªas con menor recaudaci¨®n, pero en muchos cines era el d¨ªa del espectador, por lo que es una jornada mejor que, por ejemplo, la del martes", comentaba Pablo Guasch, vicepresidente del gremio. Con todo, para su presidente, la raz¨®n no es econ¨®mica. "Hemos elegido este d¨ªa para coincidir con la gala de los premios Gaud¨ª, que otorga la Academia del Cine", indic¨® Tarraz¨®n. "No es un boicoteo a la gala, al contrario, asistiremos a la fiesta porque formamos parte de esta industria. Pero pensamos que la mejor manera de apoyar al cine catal¨¢n es cambiar esta ley que, insistimos, provocar¨¢ el cierre de salas. Las distribuidoras no aceptar¨¢n la imposici¨®n de doblar las pel¨ªculas al catal¨¢n y esto desembocar¨¢ en el cierre de salas y la p¨¦rdida de puestos de trabajo".
Seg¨²n Tarraz¨®n, no ha habido presi¨®n de las distribuidoras para que cierren los cines. "Es absurdo. Los exhibidores estamos en contra de la ley porque nos perjudica a nosotros y nos parece injustificada. Somos empresas privadas y si el cine catal¨¢n tuviera espectadores estar¨ªamos encantados de programarlo, pero ahora mismo no hay demanda. Si en lugar de optar por la ley se hubiera esperado a que las pantallas estuvieran digitalizadas todo ser¨ªa m¨¢s f¨¢cil porque esta tecnolog¨ªa facilita mucho el proceso, pero se ha querido poner el arado delante del buey".
Miquel Gil, de 20 a?os, se meti¨® en el cine para denunciar que "los empresarios ap¨¢tridas sobran" y que "en ning¨²n caso pueden influir en las decisiones de una sociedad democr¨¢tica como la catalana". A su lado, Joan Catal¨¤, jubilado, apoyaba la tesis del joven: "Se les ha visto el plumero convocando la huelga un lunes y no durante el fin de semana, esta gente s¨®lo piensa en el dinero y se olvida de que aqu¨ª se habla un idioma que se debe promocionar".
Los m¨¢s comprometidos con la causa, sin embargo, compartieron sala con algunos espectadores despistados que no ten¨ªan ni idea de la huelga ni de la ley. "Me encontr¨¦ el cine Aribau cerrado y vine aqu¨ª", cuenta Xavier Atance, "no sab¨ªa nada de este l¨ªo, pero me da igual porque entiendo perfectamente los dos idiomas".
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