ETA delat¨® a Jon Anza

El caso de Jon Anza, desaparecido hace un a?o y hallado ayer muerto en una Morgue de Toulouse, pasar¨¢ a la historia de las curiosidades macabras de ETA: es el primer etarra de quien la propia banda cuenta a qu¨¦ actividades criminales se dedicaba y tambi¨¦n al primero al que pide p¨²blicamente que se busque. Literalmente lo delat¨® como miembro de ETA.

Juan Mar¨ªa Anza Ort¨²?ez, que habr¨ªa cumplido 48 a?os, comenz¨® en ETA en los a?os 80. Pas¨® una larga temporada en la c¨¢rcel, de 1982 a 2002, por haber participado directamente, como miembro del comando Lau Haizeta (Cuatro vientos), en el asesinato en San Sebasti¨¢n del subteniente de Polic¨ªa Nacional retirado Leopoldo Garc¨ªa Mart¨ªn, el 17 de enero de 1981. Cuatro tiros a bocajarro en la cabeza acabaron con la vida del agente marbell¨ª.

A la salida de prisi¨®n, tras un periodo de descanso, volvi¨® a incorporarse a ETA en 2005. Lo primero que hizo fue instalarse en Francia. La organizaci¨®n lo encuadr¨® en el aparato pol¨ªtico internacional. Su papel no estaba realmente claro, pero fue ETA la que se encarg¨® de contarlo en mayo de 2009, cuando Anza ya llevaba dos meses en paradero desconocido: era un enlace, un correo que distribu¨ªa y trasladaba mensajes entre las distintas estructuras de la banda terrorista y, de vez en cuando, llevaba dinero.

El d¨ªa en que se le vio por ¨²ltima vez, el 18 de abril de 2009, Anza estaba llevando dinero a miembros de la banda. Fue la propia ETA la que cont¨® el 18 de mayo que ten¨ªa como misi¨®n entregar dinero a otros etarras. Lo que exactamente dijo la banda, de haber estado vivo Anza, lo hubiera puesto de patitas en prisi¨®n: "El 18 de abril, el d¨ªa que desapareci¨®, Jon ten¨ªa una cita con una estructura de ETA, en el centro urbano de Toulouse. Para llegar a esa cita tom¨® el tren en Bayona. Jon portaba una cantidad de dinero que era para la Organizaci¨®n. Jon no apareci¨® a la cita que ten¨ªa con ETA en el centro urbano de Toulouse. El mismo d¨ªa y al d¨ªa siguiente, tampoco apareci¨® a la cita que estaba establecida por situaciones ocasionales". Ten¨ªa billete para volver el 20. Luego se supo que llevaba encima 300.000 euros.

ETA daba un dato m¨¢s: Jon Anza que estaba gravemente enfermo. De c¨¢ncer. En algunos medios radicales y policiales incluso se lleg¨® a especular con que Anza, con sus documentos perfectamente en regla y sin nadie que lo siguiera, hubiera decidido pagarse un tratamiento con esos 300.000 euros. El 15 de mayo de 2009,la familia denunci¨® ladesaparici¨®n, a trav¨¦s de la abogada Maritxu Paulus Basurco, ante la Fiscal¨ªa de Bayona (Francia). ?Por qu¨¦ un mes despu¨¦s?

La banda empez¨® su campa?a de propaganda. Empez¨® a acusar a los gobiernos y las fuerzas de seguridad francesa de haber perpetrado una "detenci¨®n extrajudicial", dentro de una nueva oleada de "guerra sucia". El 9 de agosto ¨²ltimo, lanz¨® un nuevo comunicado, p¨¦simamente escrito: "Es esclarecedor que la polic¨ªa francesa, muestre a los amigos y familiares de Jon en las investigaciones que llevan a cabo, como hip¨®tesis de m¨¢s peso la participaci¨®n de la Polic¨ªa Espa?ola o de la Guardia Civil detr¨¢s de la desaparici¨®n. No sabemos si estas manifestaciones de la polic¨ªa se hacen para limpiar la responsabilidad de Francia o para demostrar la implicaci¨®n unilateral de Espa?a".

La apuesta etarra fue creciendo, mientras Anza yac¨ªa en una c¨¢mara frigor¨ªfica y las investigaciones no avanzaban por errores burocr¨¢ticos. "Han hecho desaparecer a Jon Anza secuestrando sin reivindicaci¨®n alguna y con nocturnidad a independentistas vascos". El diario Gara iba incluso m¨¢s all¨¢: "El secuestro del militante de ETA, gravemente enfermo, habr¨ªa dado paso a interrogatorios ilegales en cuyo transcurso falleci¨®". Y, claro, habr¨ªa sido enterrado por "un cuerpo policial espa?ol".

La campa?a perdi¨® algo de fuelle cuando se supo que la Fiscal¨ªa de Bayona hab¨ªa cursado, en febrero pasado, una Comisi¨®n Rogatoria a la Audiencia Nacional para la investigaci¨®n en Espa?a de la desaparici¨®n. Pero ayer, 11 de marzo, del hallazgo del cad¨¢ver cambi¨® el curso de las cosas. La campa?a va a seguir, y seguir¨¢. Bastar¨¢ para saberlo leer el pr¨®ximo comunicado que ETA, mientras se esconde, sea capaz de hacer p¨²blico.