Agentes de Aguirre espiaron a Cobo
El informe policial de los tel¨¦fonos m¨®viles entregado a la juez acredita que tres asesores de Granados siguieron en abril de 2008 al vicealcalde de Madrid
El informe policial sobre los posicionamientos telef¨®nicos de abril de 2008 concluye que agentes del Gobierno de Esperanza Aguirre espiaron a dos cargos madrile?os del PP rivales suyos y afines a Mariano Rajoy: el vicealcalde de la capital, Manuel Cobo, y su propio ex vicepresidente segundo de Madrid, Alfredo Prada, seg¨²n fuentes conocedoras del documento. Tal labor fue ejecutada por los tres ex guardias civiles fichados como asesores por el consejero de Interior Francisco Granados, que ya estaban imputados en esta causa, y a los que mantiene en su puesto, en contra de la dureza que Aguirre exige a la direcci¨®n del PP para los implicados en la trama de G¨¹rtel.
Ya estaba probado que estos tres agentes hab¨ªan espiado a Prada en mayo de 2009 por un informe policial similar sobre la localizaci¨®n de sus m¨®viles. Pero este nuevo informe, realizado sobre un material telef¨®nico recibido a primeros de a?o y que se ha entregado hoy a la juez Carmen Valcarce, aporta dos elementos que dinamitan las ¨²ltimas coartadas formuladas por la defensa y mandos de los agentes imputados por este espionaje.
En primer lugar, el informe prueba que no se trataba de ninguna vigilancia legal. Porque los tres ex guardias civiles declararon a la juez que nunca siguieron a Cobo. El informe prueba que le mintieron. Era una vigilancia tan secreta como ilegal. Lo siguieron, a tenor de los partes, al menos siete d¨ªas de abril.
Y en el caso de Cobo resulta ya del todo imposible alegar que se trataba de una contravigilancia. Cobo explic¨® ante la juez que sus vigilancias y contravigilancias son competencia exclusiva de personal del Ayuntamiento de Madrid. Ning¨²n agente de la Comunidad podr¨ªa contravigilarlo legalmente. Tampoco era aceptable tal coartada en el caso de Prada, como su letrado ha puesto de manifiesto: tal tarea no es competencia de la Comunidad de Madrid y su escolta nunca fue alertado de una contravigilancia que, a tenor de los informes, dur¨® dos meses.
Detr¨¢s quedaba el intento fallido de Granados de hacer creer que estas contravigilancias eran una pr¨¢ctica com¨²n en su Gobierno para reforzar la seguridad, algo que le desminti¨® su propio ex director general de Seguridad, Sergio Gam¨®n, imputado en el caso del espionaje y al que el Gobierno Aguirre mantiene como asesor. Gam¨®n, al declarar ante la juez, no s¨®lo enmend¨® la plana a su jefe, Granados, sino que dej¨® sin coartada a sus ex subordinados: asegur¨® que nunca les orden¨® seguir a Prada y que no ten¨ªan competencia para hacer contravigilancias.
El informe policial sobre los posicionamientos telef¨®nicos de cerca de una decena de agentes sospechosos de Aguirre prueba que los tres ex guardias civiles estaban all¨ª donde dec¨ªan los partes que estaban los supuestos esp¨ªas de Cobo y de Prada en las siete fechas investigadas de abril. El informe policial no ha cotejado la agenda de Cobo con dichos posicionamientos, sino con los datos que manejaban los esp¨ªas a tenor de los pasos que dieron en los partes para marcar a Cobo all¨ª donde cre¨ªan o sab¨ªan que estaba. El semanario Intervi¨² adelanta esta semana esta conclusi¨®n del informe, que hoy no fue trasladado a las partes que lo reclamaron en el juzgado porque la juez libraba.
La revelaci¨®n m¨¢s grave de este informe es que los citados ex guardias civiles (Jos¨¦ Luis Caro, Jos¨¦ Oreja y Antonio Coronado) ya hab¨ªan sido pillados en otra falsedad: juraron al ser interrogados por la polic¨ªa que nunca hab¨ªan seguido ni a Prada ni a Cobo. Pero, ante la tozudez de un primer informe telef¨®nico sobre los posicionamientos de sus m¨®viles en mayo de 2008, reconocieron ante la juez que hab¨ªan vigilado intensamente a Prada por orden de Gam¨®n, algo que est¨¦ neg¨® al testificar. La conclusi¨®n de este informe explica la reciente negativa de la juez a archivar el caso por falta de pruebas.
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