"Ha sido el fin de semana m¨¢s triste de mi vida"

"Al principio pens¨¦ que me estaban gastando una broma". Sara Domene, de 31 a?os, no daba cr¨¦dito cuando, el viernes pasado a mediod¨ªa, recibi¨® una llamada del Depositario de los Bienes del Estado Espa?ol en el S¨¢hara, un funcionario que ejerce a veces funciones consulares en El Aai¨²n.

La invit¨® a que se pasara por su despacho esa misma tarde para leerle una orden de expulsi¨®n, firmada por el gobernador del S¨¢hara, Mohamed Guelmous, que las autoridades de Marruecos hab¨ªan remitido a la Embajada de Espa?a en Rabat: Sara Domene constituye, reza el texto, "una grave amenaza para el orden p¨²blico y su expulsi¨®n es una necesidad imperiosa para salvaguardar la seguridad p¨²blica".

Detr¨¢s de esa supuesta amenaza se esconde una acusaci¨®n de proselitismo, un delito que figura en el c¨®digo penal marroqu¨ª. Domene es evang¨¦lica y desde noviembre de 2007 daba clases de espa?ol en El Aai¨²n por cuenta de una ONG con sede en Andaluc¨ªa y con la ayuda econ¨®mica de una Iglesia Evang¨¦lica de Sant Boi de Llobregat (Barcelona), la ciudad d¨®nde naci¨®.

A Domene le fue ofrecida "protecci¨®n consular", seg¨²n Exteriores, pero ella niega haber recibido cualquier propuesta de apoyo

"Soy evang¨¦lica, pero soy fil¨®loga y me he dedicado exclusivamente a dar clases de castellano con las que recaud¨¢bamos dinero para dos centros de ni?os discapacitados", asegura al tel¨¦fono desde Las Palmas d¨®nde lleg¨® hoy procedente de El Aai¨²n. "Es m¨¢s, como en El Aai¨²n no hay iglesia protestante acud¨ªa el domingo a la cat¨®lica de los Misioneros Oblatos de Mar¨ªa Inmaculadapara reunirnos entre cristianos".

Desde marzo unos 120 cristianos, en su mayor¨ªa occidentales, han sido obligados a abandonar Marruecos. Una en¨¦rgica intervenci¨®n de la Embajada de EE UU logr¨® frenar, la semana pasada, las expulsiones de sus ciudadanos, pero las de otros pa¨ªses como Espa?a siguen adelante.

El funcionario espa?ol que traslad¨® la orden a Domene le ofreci¨® "protecci¨®n consular" para intentar impedir la ejecuci¨®n de la sanci¨®n, precisan fuentes de Asuntos Exteriores. "No es verdad", repite la profesora. "No se me dio tampoco una copia de la orden". "Creo que la diplomacia espa?ola podr¨ªa defendernos con m¨¢s ah¨ªnco". Sin copia Domene queda en situaci¨®n de indefensi¨®n jur¨ªdica porque no puede impugnar la orden en los tribunales, seg¨²n fuentes de su ONG.

Domene es la segunda espa?ola expulsada por Marruecos despu¨¦s de Francisco Pat¨®n, de 60 a?os, gerente de una empresa fotovoltaica en Rabat, que, seg¨²n Exteriores, recurri¨® la medida a mediados de mayo, ante los tribunales marroqu¨ªes, con la ayuda del Consulado de Espa?a en Rabat. Su recurso fue desestimado.

Del despacho del funcionario espa?ol Domene pas¨®, el viernes, a la comisar¨ªa central de polic¨ªa. "All¨ª me esperaban seis agentes empezando por el comisario jefe para comunicarme la orden", recuerda la expulsada. "Me advirtieron de que dispon¨ªa de 48 horas para largarme y que si no lo hac¨ªa habr¨ªa represalias".

"Al principio hubo tensi¨®n porque les pregunt¨¦ el por qu¨¦ de la sanci¨®n y les dije que era injusta y arbitraria", a?ade la cooperante. "El traductor que me hab¨ªan puesto se enfad¨® conmigo porque, seg¨²n ¨¦l, esas cosas no se deben decir ante la polic¨ªa". "Ellos contestaron que yo no estaba all¨ª para hacer preguntas".

Pero despu¨¦s Domene se ech¨® a llorar "y los polic¨ªas corrieron a buscar pa?uelos y empezaron a dar explicaciones". "Nosotros te conocemos y no tenemos nada contra ti", repet¨ªan. "Son ¨®rdenes que vienen de arriba y que tenemos que cumplir", se disculpaban.

Cuando sali¨® de la comisar¨ªa empez¨® para Domene el "fin de semana m¨¢s triste de su vida". "Me dediqu¨¦ a despedirme de mis estudiantes y ex estudiantes en su mayor¨ªa saharauis", rememora. "Los resultados de la labor de Domene han quedado avalados por la obtenci¨®n, por buena parte de sus alumnos, del certificado de conocimiento de la lengua castellana expedido por el Instituto Cervantes", se?ala un comunicado del Consejo Evang¨¦lico de Catalu?a.

"Un buen pu?ado de alumnos me acompa?¨® hoy al aeropuerto para despedirme", concluye Domene. "La polic¨ªa estuvo pendiente de mi hasta que embarqu¨¦, pero no se produjo el menor problema".