Moratinos espera obtener gestos hacia los presos en Cuba que cambien la pol¨ªtica de la UE

Nunca una visita del ministro de Asuntos Exteriores, Miguel ?ngel Moratinos, hab¨ªa levantado tanta expectaci¨®n como la que inici¨® el lunes por la noche a La Habana. La pregunta no es si se producir¨¢ una liberaci¨®n de presos pol¨ªticos, algo que casi todo el mundo da por descontado, sino qu¨¦ alcance tendr¨¢ y si se har¨¢ coincidir su anuncio con la presencia del jefe de la diplomacia espa?ola, que en la noche del mi¨¦rcoles regresa a Madrid.

Moratinos ha dado a entender que no se marchar¨¢ con las manos vac¨ªas al declarar, al inicio de la reuni¨®n que las dos delegaciones han mantenido este martes por la tarde en la sede de la canciller¨ªa cubana, su convencimiento de que la visita ser¨¢ un ¨¦xito y, lo que es m¨¢s importante, que as¨ª lo considerar¨¢n tambi¨¦n los otros socios de la UE. Su objetivo expl¨ªcito es la derogaci¨®n de la llamada Posici¨®n Com¨²n, que condiciona desde 1996 el di¨¢logo europeo con La Habana al respeto a los derechos humanos y los avances democr¨¢ticos.

El ministro espa?ol ha conseguido que sus colegas de la UE le den una pr¨®rroga de dos meses, hasta septiembre, para obtener gestos significativos por parte de las autoridades cubanas. Pero sabe que los partidarios de la firmeza -encabezados por Alemania, Rep¨²blica Checa o Polonia- se negar¨¢n en redondo a cualquier concesi¨®n si no se produce antes la liberaci¨®n de un grupo significativo de los 167 prisioneros pol¨ªticos que hay en la isla. No bastan las excarcelaciones a cuentagotas y los traslados penitenciarios realizados hasta ahora.

El propio canciller cubano, Bruno Rodr¨ªguez, ha reconocido los "esfuerzos" realizados por la presidencia espa?ola de la UE para derogar la Posici¨®n Com¨²n, que ha tachado de "injusta, injerencista y discriminatoria", y se ha mostrado convencido de que la visita de Moratinos, "en un momento promisorio", no s¨®lo ser¨¢ un ¨¦xito desde el punto de vista bilateral sino que tambi¨¦n tendr¨¢ tambi¨¦n efectos para las relaciones entre Cuba y la UE. Un gui?o dentro de la calculada ambig¨¹edad que rodea esta visita.

Rodr¨ªguez acudi¨® el lunes por la noche a recibir al ministro espa?ol al aeropuerto Jos¨¦ Mart¨ª y luego le acompa?¨® a la residencia oficial del embajador espa?ol en La Habana, Manuel Cacho, como muestra de la complicidad que se ha generado entre ambos.

El tercer actor de este drama, cuyos hilos se tejen entre bambalinas, es el cardenal Jaime Ortega, con quien Moratinos ha departido durante hora y media este martes en el Arzobispado de La Habana. "Apoyamos las gestiones de la Iglesia cubana y esperamos que ese trabajo d¨¦ resultados", declar¨® el ministro tras la entrevista. "Se reafirma con su visita [del jefe de la diplomacia espa?ola] la esperanza acerca de los prisioneros" pol¨ªticos, a?adi¨® el cardenal, quien agreg¨® que el actual momento es "muy propicio para que se puedan dar algunos pasos positivos". Un lenguaje cauteloso que apenas disimula el temor a que pudiera malograrse en el ¨²ltimo momento la esperada liberaci¨®n de presos pol¨ªticos.

Uno de los elementos que m¨¢s preocupan es el la situaci¨®n del disidente Guillermo Fari?as, que se encuentra en estado cr¨ªtico tras m¨¢s de 130 d¨ªas de huelga de hambre y sed en demanda de la liberaci¨®n de 25 reclusos de conciencia que se encuentran enfermos. La delegaci¨®n que acompa?a al ministro ha estado permanentemente pendiente de su estado de salud, pues un desenlace tr¨¢gico de su protesta podr¨ªa hacer descarrilar o como m¨ªnimo retrasar, toda la operaci¨®n.

Por su parte, el presidente de la Comisi¨®n Cubana de Derechos Humanos y Reconciliaci¨®n Nacional (CCDHRN), Elizardo S¨¢nchez, ha informado de que unos 40 presos pol¨ªticos han sido entrevistados o sometidos a chequeos m¨¦dicos en las c¨¢rceles en los ¨²ltimos d¨ªas, un hecho que en su opini¨®n podr¨ªa indicar que se prepara una excarcelaci¨®n masiva.

La ¨²ltima palabra la tiene el presidente Ra¨²l Castro, con quien Moratinos tiene previsto reunirse antes de regresar a Madrid, a pesar de que la cita no figura en el programa oficial.