El Olimpo, seg¨²n Karl Lagerfeld

A Karl Lagerfeld no le gusta hablar del pasado. Los que leconocen cuentan que al ¨²ltimo gran emperador de la moda le obsesionan los cambios y la violenta naturaleza que esconden. Un modus operandi basado en destrozar para reconstruir desde cero sin un rastro de nostalgia por lo quedej¨® de ser. Sin compasi¨®n. Pero esta vez algo ha hecho retroceder varios milenios al librero-fot¨®grafo-editor-dise?ador para citarse con el imaginario religioso greco-romano, nada menos que en las p¨¢ginas de un almanaque. Mythology, su ¨²ltima creaci¨®n con la c¨¢mara, constituye la modernizaci¨®n y reinterpretaci¨®n de las grandes disputas, pasiones, guerras e infidelidades que se suceden en el reino de los dioses. Todo ello importado en blanco y negro a las p¨¢ginas del Calendario Pirelli 2011. "La modernidad de la mitolog¨ªa reside en el amor por la juventud, en el culto al cuerpo, en la aceptaci¨®n del deseo sin castigo divino. Hay una ¨¦tica de la belleza que hoy se ha perdido". Esa parece la cuesti¨®n.

En las aceras de la avenida Tverskaya, 17 grados bajo cero congelaban la sonrisa a los moscovitas-cul¨¦s (m¨¢s de los que uno podr¨ªaimaginar) que vieron en los bares la noche anterior, como si se tratara de un derbi ruso, la carnicer¨ªa que organiz¨® el Bar?a en el Camp Nou. Y ah¨ª mismo, en el interior del hotel Ritz, comenzaba por la ma?ana la gran cita que Pirelli organiza en Mosc¨². Un evento social que se repite cada a?o y que configura un ex¨®tico mapa de invitados -unos 800- entre los que hay modelos, periodistas de mediana edad acostumbradas a viajar por el mundo en primera clase, dise?adores, oligarcas y muchos propietarios de talleres. "Neumatiqueros", se dicen ellos. Aunque a estos ¨²ltimos (que tienen una conversaci¨®n muy interesante) les llamen "clientes VIP".

Este almanaque, a salvo de la libidinosa mirada de mec¨¢nicos pese a la lubricada combinaci¨®n que forman la marca que lo edita y su recurrente paisaje de cuerpos desnudos, es ya una pieza de coleccionismo confeccionada por fot¨®grafos como Richard Avedon, Bruce Weber, Annie Leibovitz, Mario Testino o Terry Richardson. Y este a?o -su 38? edici¨®n-, por expreso deseo de su ¨²ltimo creador, es el primero en el que tambi¨¦n cuerpos de hombres adornan el paso de los meses. Entre todos ellos sobresale la figura de Baptiste Giabiconi (Apolo), muso inspirador que lanz¨® al estrellato el modisto teut¨®n y que le acompa?a all¨¢ donde le llame el deber. Adem¨¢s de otros tres maniqu¨ªes profesionales, el quinto var¨®n es S¨¦bastien Jondeau, un asistente personal-guardaespaldas del dise?ador en cuya biograf¨ªa reza que "es ex boxeador profesional, trabaja como modelo en su tiempo libre y le gusta el motocross". ?l se encarga de dar vida a Marte, el dios de la guerra, claro.

Entre las modelos que pueblan el reino divino de Lagerfeld est¨¢n Bianca Balti, Freja Beha Erichsen, Elisa Sednaoui o la brasile?a Isabeli Fontana. Como madre de todos ellos se erige en reina del Olimpo Hera, la mujer de Zeus: interpretada por la actriz Julianne Moore sin lucir, ella no, ni un solo atributo al descubierto. La pelirroja no acudi¨® a la presentaci¨®n matinal, pero el polite¨ªsta Lagerfeld, mirando a la primera fila donde reposaban el resto de fr¨¢giles modelos, lanz¨® su improvisado eslogan para la refundaci¨®n del Olimpo: "Aunque nadie crea ya en estos dioses, ellas son las diosas de hoy en d¨ªa". Las reci¨¦n ascendidas, encantadas.

Y a todo esto, al creador, ?qu¨¦ papel le hubiera gustado encarnar?, le pregunt¨® el escritor franc¨¦s Fr¨¦deric Beigbeder acaso ignorando la obviedad de la respuesta. "Excepto Zeus, la verdad es que no me veo en ning¨²n otro". La sentencia la acompa?¨® de tres veloces carcajadas y la aprobaci¨®n un¨¢nime de un p¨²blico que le adora y que le recibe con aplausos, incluso si a lo que se dedican es a vender neum¨¢ticos.