El Gobierno pidi¨® ayuda a la CIA para paralizar la construcci¨®n de una f¨¢brica espa?ola de ¨¢cido n¨ªtrico en Libia
T¨¦cnicas Reunidas nunca logr¨® hacer la planta por la sospecha de que la factor¨ªa sirviese para elaborar combustible para misiles Scud
El Gobierno espa?ol requiri¨® la ayuda de la CIA norteamericana para que informase en contra de la construcci¨®n de una planta qu¨ªmica espa?ola en Libia, dedicada a fabricar ¨¢cido n¨ªtrico destinado a la miner¨ªa, y justificar as¨ª su negativa a dar luz verde al proyecto. ?ste corr¨ªa a cargo de la firma Espindesa, filial del importante grupo T¨¦cnicas Reunidas. Seg¨²n fuentes de la empresa, el origen de la prohibici¨®n fueron los atentados islamistas del 11-S de 2001, ante la posibilidad de que la factor¨ªa fuera usada por los libios para fabricar combustible para los misiles Scud. Hoy hay pendiente en los tribunales una demanda de T¨¦cnicas Reunidas contra el Ejecutivo.
La historia comenz¨® el a?o 2000, cuando T¨¦cnicas Reunidas se hizo con un contrato para montar la planta en Libia. Esta empresa l¨ªder en el sector, especializada en el dise?o y la construcci¨®n de plantas industriales y centrales de energ¨ªa, forma parte del IBEX 35. A cambio de la instalaci¨®n, la firma espa?ola ten¨ªa previsto recibir 8,5 millones de d¨®lares.
Todos los componentes de la f¨¢brica, como un enorme rompecabezas, estaban ya embarcados en un buque que zarpar¨ªa hacia Libia el 23 de septiembre de 2001. Pero solo unos d¨ªas antes de esa fecha se produjeron los sangrientos atentados del 11-S... y todo cambi¨® en Estados Unidos y en todo el mundo. Ante la sospecha de que la tecnolog¨ªa de la factor¨ªa fuese empleada para fines militares, la operaci¨®n fue abortada. Toda la maquinaria qued¨® depositada en un almac¨¦n de Valencia.
Tom¨¢s Rodr¨ªguez Pantoja, embajador en misi¨®n especial para Asuntos de Desarme, plante¨® en octubre de 2005 el deseo de la empresa espa?ola Espindesa de hacer en Libia esta f¨¢brica. Durante una cumbre bilateral Espa?a-Estados Unidos, Rodr¨ªguez Pantoja explic¨® que Espindesa ven¨ªa luchando por edificar esta factor¨ªa desde el a?o 2000. Pero el Gobierno espa?ol hab¨ªa consultado la operaci¨®n con Estados Unidos, el cual alert¨® en mayo y m¨¢s tarde en septiembre de 2001 para que bloqueara la construcci¨®n argumentando que ¨¦sta podr¨ªa ser reconvertida con facilidad para la producci¨®n de combustible para misiles libios SCUD. Ante ese aviso, las autoridades de Madrid paralizaron la planta qu¨ªmica y prohibieron la operaci¨®n durante un periodo de tres a?os. (ID 42109).
El embajador espa?ol agreg¨® que la compa?¨ªa hab¨ªa demandando al Gobierno por su negativa a autorizar el proyecto, y que el caso estaba a¨²n pendiente en los tribunales en 2005. Mientras tanto, todos los elementos destinados a esa planta hab¨ªan sido almacenados en un dep¨®sito de Valencia en espera de que la operaci¨®n obtuviera luz verde.
Rodr¨ªguez Pantoja hizo notar que la moratoria decretada por el Ejecutivo espa?ol hab¨ªa expirado y que entre tanto Libia hab¨ªa comenzado a volver a ser un pa¨ªs "normal" dentro de la comunidad de naciones. En ese momento Espindesa volvi¨® a pedir permiso al Ejecutivo de Rodr¨ªguez Zapatero para hacer la planta, argumentando que ya hab¨ªan expirado los tres a?os de congelaci¨®n de la operaci¨®n y que Libia se hab¨ªa convertido en un pa¨ªs amigo y cooperador. El diplom¨¢tico espa?ol remarc¨® que el Gobierno del coronel Muammar Gadaffi hab¨ªa insistido ante la Embajada espa?ola en Libia para permitiera este negocio.
Sin embargo, el embajador declar¨® que no cre¨ªa que la construcci¨®n debiera ser autorizada. Tambi¨¦n lo cre¨ªa as¨ª el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) con el argumento de que el Gobierno libio pod¨ªa haber cambiado, pero que tambi¨¦n cab¨ªa la posibilidad de que alg¨²n d¨ªa hubiera un golpe de Estado del que emergiera un r¨¦gimen menos amigable y responsable. Rodr¨ªguez Pantoja recalc¨® que Libia pose¨ªa 400 misiles Scud de alcance medio con la capacidad de llegar a Israel y que la f¨¢brica de ¨¢cido n¨ªtrico podr¨ªa ser f¨¢cilmente reconvertida para fabricar minas explosivas y combustible para los misiles. Sin embargo, el lobby libio presionaba ante la Embajada de Espa?a para que se reabriera el caso.
Seg¨²n los cables diplom¨¢ticos conocidos ahora, Rodr¨ªguez Pantoja dijo que si Estados Unidos apoyaba oficialmente la oposici¨®n de Madrid para la realizaci¨®n del proyecto en Libia, eso podr¨ªa fortalecer la posici¨®n del Ministerio de Asuntos Exteriores espa?ol de cara a prologar la prohibici¨®n hasta 2008. Tanto el Ministerio de Asuntos Exteriores como el CNI quer¨ªan contar, pues, con la complicidad y el respaldo de Estados Unidos para ganar la batalla encaminada a mantener la prohibici¨®n durante tres a?os m¨¢s.
El embajador espa?ol dijo que el norteamericano Vann Van Diepen, director de la Oficina para la Reducci¨®n de la Amenaza de Misiles (ISN-MTR), cre¨ªa que Estados Unidos podr¨ªa respaldar la posici¨®n espa?ola, aunque no podr¨ªa confirmarlo hasta que regresara a Washington. El diplom¨¢tico espa?ol le comunic¨® a su interlocutor que EE UU podr¨ªa hacer llegar su respuesta a trav¨¦s de los habituales contactos entre la CIA y el CNI.
Unos meses antes, en concreto en mayo de 2005, Javier Hergueta, entonces subdirector general de relaciones econ¨®micas bilaterales con Europa y Pa¨ªses de la OCDE, ya hab¨ªa solicitado una reuni¨®n con el encargado de asuntos pol¨ªticos de la Embajada de Estados Unidos en Madrid para abordar este mismo caso. (ID 32935)
Hergueta, que en la actualidad es embajador en Yemen, explic¨® al diplom¨¢tico norteamericano que la empresa Espindesa hab¨ªa preguntado al Ministerio de Asuntos Exteriores si pod¨ªa actuar como un interlocutor "informal y discreto" entre la empresa y el Gobierno de Washington. Espindesa, seg¨²n Hergueta, hab¨ªa firmado en 1999 un contrato con el Gobierno libio para construir una f¨¢brica de ¨¢cido n¨ªtrico en Libia por importe de 8,5 millones de d¨®lares.
Por su parte, la compa?¨ªa Espindesa pidi¨® al Ministerio de Asuntos Exteriores una aproximaci¨®n al Ejecutivo de Estados Unidos, despu¨¦s de que el Gobierno de Tr¨ªpoli hubiera contactado con la empresa para intentar seguir adelante con el proyecto. Espindesa recalc¨® entonces que no quer¨ªa verse expuesta a ser sancionada ni deseaba provocar la ira de de Estados Unidos. Hergueta prefiri¨® tratar el asunto en una reuni¨®n con el encargado de Asuntos Pol¨ªticos, en lugar de hacerlo mediante una nota diplom¨¢tica u otro tipo de comunicaci¨®n formal, de forma que la gesti¨®n fuera lo m¨¢s discreta posible.
Fuentes del grupo T¨¦cnicas Reunidas, que presiden el ex ministro Jos¨¦ Llad¨® Hern¨¢ndez-Urrutia, han informado ahora el proyecto qued¨® descartado a la vista de las dificultades que entra?aba. Parte del material destinado a la planta qu¨ªmica de Libia fue vendido o utilizado en otras f¨¢bricas, a la vez que la aseguradora Lloyd?s abon¨® una parte del coste del frustrado proyecto.
![Zapatero con Gaddafi](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/OBR6XPLUO5RC4OILX2DGNPFVYY.jpg?auth=d0fe210dce0702e6b6c31b76f3ac17494a06b8628124338aab999893d06d08c4&width=414)
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