La tuneladora emerge en Atocha
Concluye la excavaci¨®n que conecta las principales estaciones madrile?as para la alta velocidad.- El AVE circular¨¢ por el t¨²nel a 50 metros bajo tierra en 2012
Ante m¨¢s de 50 medios de comunicaci¨®n y otros tantos pol¨ªticos, todos con chaleco amarillo y casco, la tuneladora, simb¨®licamente bautizada Gran V¨ªa, ha roto sobre la una y media de la tarde el ¨²ltimo trozo del muro, lo que se llama el cale. El ruido era atronador. Con este ¨²ltimo paso, la excavadora ha terminado hoy su trabajo de nueve meses: el t¨²nel que une las dos estaciones ferroviarias m¨¢s importantes de Espa?a: Chamart¨ªn y Puerta de Atocha. Esta vez para que pasen los trenes de alta velocidad.
Ocho cent¨ªmetros por minuto. Casi cinco metros a la hora. As¨ª d¨ªa tras d¨ªa hasta cubrir los siete kil¨®metros de recorrido y llegar al tramo final. Cuando este mediod¨ªa la tuneladora ha traspasado la ¨²ltima pared de hormig¨®n de un metro fue recibida como una estrella junto a la estaci¨®n de Atocha: con flashes, acto oficial de responsables pol¨ªticos, discursos y aplausos. Incluso los que no han asistido, han podido seguir el momento a trav¨¦s de la cuenta de Twitter del Ministerio de Fomento.
Los trenes de alta velocidad podr¨¢n ir de norte a sur sin parar en la capital
Se trata del t¨²nel m¨¢s profundo (entre 30 y 50 metros en sus tramos m¨¢s hondos) y el recorrido sin paradas m¨¢s largo de toda la ciudad. El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif, dependiente del Ministerio de Fomento) ha supervisado la obra que conectar¨¢ las redes del AVE del norte con el noreste, sur y levante de Espa?a. Ya no habr¨¢ que parar en Madrid obligatoriamente para recorrer el pa¨ªs de norte a sur en un tren que puede alcanzar los 300 kil¨®metros por hora.
"Estamos muy cerca de vivir un cambio profundo" porque "con este t¨²nel dejaremos de hablar de l¨ªneas de Alta Velocidad para empezar a hablar de la Red de Alta Velocidad de Espa?a", ha dicho el ministro de Fomento, Jos¨¦ Blanco, durante el acto.
La presidenta regional, Esperanza Aguirre, que tampoco se perdi¨® el momento, ha destacado que "queda mucha tarea por hacer" pero se mostr¨® "convencida" de que el ministro har¨¢ cuanto est¨¦ en su mano para impulsar la finalizaci¨®n de estas obras. "Cuentas con el apoyo del Gobierno de la Comunidad, el m¨ªo personal y el de todos los madrile?os que desean ver cuanto antes concluido este proyecto enormemente positivo y que va a necesitar del trabajo de muchos a?os", ha apuntado la presidenta.
206 millones de euros
Los dos t¨²neles anteriores entre Atocha y Chamart¨ªn, inaugurados en 1967 y 2008, se abrieron para las l¨ªneas de Cercan¨ªas. Este ¨²ltimo, con un coste de 206 millones de euros, tiene ocho salidas de emergencias y tres pozos de ventilaci¨®n. La previsi¨®n es que el primer tren de alta velocidad cruce el t¨²nel a finales de 2012, cuando est¨¦n colocadas las v¨ªas, las luces y la catenaria. A 30 metros bajo tierra, un d¨ªa antes de ver la luz al final del t¨²nel, corre aire fresquito y huele intensamente a humedad. "El t¨ªpico olor a t¨²nel", dice Manuel Puga, gerente de Infraestructuras de Adif. Sobre su cabeza, un tubo amarillo colgado del techo transmite aire limpio al fondo de la perforaci¨®n. A un lado hay una madeja de cables que tambi¨¦n alimentan a la m¨¢quina, le suministran electricidad y refrigeraci¨®n. Otro sirve para bombear el agua encontrada durante las excavaciones hacia el exterior.
Manuel Puga y otros responsables de la obra muestran el primer kil¨®metro del recorrido subidos en el tren de carga, una peque?a locomotora que transporta todo lo necesario aqu¨ª abajo. Parece el trenecito de la Bruja y hace el mismo ruido que si removiera una monta?a de piedras. Cada d¨ªa lleva hasta el fondo a los 50 trabajadores por turno que han operado en el t¨²nel 24 horas al d¨ªa de forma incansable. "Solo paramos en Navidad y porque la obra iba muy bien", a?ade Puga. Le han ganado varios meses al plazo de excavaci¨®n de un proyecto que arranca de lejos. Los primeros estudios para construir el tercer t¨²nel de Atocha son de 2001 y los hizo el entonces ministro Francisco ?lvarez- Cascos.
Lo mejor en una obra de esta envergadura, a decir de un ingeniero, es "que no pase nada". "Esa es siempre una gran noticia", apostilla Puga. Que no pase nada significa excavar lentamente bajo m¨¢s de 500 edificios -algunos tan singulares como el Museo Arqueol¨®gico o el Cas¨®n del Buen Retiro- sin un solo percance. Sortear ocho l¨ªneas de Metro y dos de cercan¨ªas con el sigilo de una oruga, aunque sea del tama?o de un drag¨®n.
Una obra como esta es siempre una cuesti¨®n de cifras. Por ejemplo, el avance de la m¨¢quina. Que s¨ª, que moverse ocho cent¨ªmetros en un minuto no lo notas ni queriendo. Pero que una m¨¢quina de las dimensiones de Gran V¨ªa (con 11,5 metros de di¨¢metro y 2.200 toneladas de peso) horade hasta 57 metros diarios en su mejor marca es motivo de orgullo. Una buena media, seg¨²n comentan los ingenieros, son 20 metros al d¨ªa. Y Gran V¨ªa casi la triplica. En agosto, cuando arriba el term¨®metro se estiraba por encima de 35 grados, cubrieron otro r¨¦cord: 1.167 metros de avance.
La tuneladora ha hecho hoy su ¨²ltimo y reducido tramo hasta los flashes. Tocar¨¢ desmontarla y cubrir su paso con las v¨ªas por las que transitar¨¢n los trenes m¨¢s r¨¢pidos de Espa?a. Ahora s¨ª ir¨¢n de norte a sur pasando de largo por la capital sin hacer una sola parada.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.