Espa?a pidi¨® informaci¨®n a EE UU sobre la muerte en Ha¨ªt¨ª de Ricardo Ortega
La embajada consider¨® seg¨²n un cable diplom¨¢tico que, en caso de no proporcionar la informaci¨®n, se considerar¨ªa que Washington tiene "algo que ocultar"
Ricardo Ortega muri¨® el 7 de marzo de 2004 en un callej¨®n de Puerto Pr¨ªncipe. Ten¨ªa 38 a?os y muchas guerras a sus espaldas, pero siempre hay una ¨²ltima bala. Hab¨ªa viajado a Hait¨ª para cubrir la revuelta tras la ca¨ªda del presidente Jean Bertrand Aristide y estaba enviando cr¨®nicas como colaborador ala que fuesu cadena hasta poco antes de viajar, Antena 3. Junto a otros reporteros, se refugi¨® en una casa de un tiroteo tras una manifestaci¨®n durante la que las cosas se hab¨ªan puesto muy feas. Cuando sali¨® a ver si el terreno estaba despejado recibi¨® un balazo. Falleci¨® en el hospital. En principio, todos los indicios apuntaron a que los disparos fueron efectuados por los chimeres, los partidarios violentos del depuesto presidente Aristide, sin embargo una minuciosa investigaci¨®n posterior conducida por un equipo de Antena 3 revel¨® que pudieron ser tropas estadounidenses las que dispararon, tesis que apoy¨® el juez de Puerto Pr¨ªncipe que investig¨® el caso.
Sin embargo, la Audiencia Nacional ha archivado el caso este lunes por la imposibilidad de encontrar al autor material, un chimer, partidario del depuesto presidente Aristide seg¨²n el juez, que considera que la posibilidad de que fuesen los estadounidenses es la m¨¢s "inverosimil", en el auto.
El Gobierno espa?ol prometi¨® a la familia de Ricardo Ortega que iba a hacer todo lo posible para aclarar los hechos y una nota de la embajada en Madrid del 26 de enero de 2009 revela una importante petici¨®n de informaci¨®n. "Si por cualquier raz¨®n no respondemos completamente, podemos esperar que las autoridades espa?olas atribuyan su incapacidad para aclarar las circunstancias de la muerte de Ortega a la negativa estadounidense a cooperar. La prensa espa?ola mantendr¨ªa sin ninguna duda que esto significa que Estados Unidos tiene algo que ocultar. De forma m¨¢s general, una ausencia de respuesta dentro de los plazos a una petici¨®n espa?ola dentro de la MLAT (asistencia mutua legal) puede afectar a otras prioridades del Gobierno estadounidense con las autoridades judiciales espa?olas", explica la nota diplom¨¢tica.
Tras se?alar que la Audiencia Nacional abri¨® una investigaci¨®n por la muerte del periodista en junio de 2008, la embajada en Madrid asegura que ha recibido dos peticiones de informaci¨®n, una dentro del marco de la MLAT y otra por parte de la Guardia Civil. El cable tambi¨¦n recuerda que el embajador estadounidense en Hait¨ª convers¨® sobre este tema dos veces con su hom¨®logo espa?ol, en 2005 y 2007. De este segundo encuentro hay un relato diplom¨¢tico transmitido el 17 de abril de 2007 en el que se narra la entrevista del embajador Sanderson con el embajador espa?ol en Hait¨ª, Paulino Gonz¨¢lez Fern¨¢ndez, y el embajador en misi¨®n especial para el caso Ortega, Luis Garc¨ªa Cerezo. "Marines estadounidenses estuvieron envueltos en el tiroteo y algunos grupos de derechos humanos mantienen que los marines mataron a Ortega. No hay ninguna prueba clara que apoye esta acusaci¨®n", se?ala el cable.
La nota, muy corta, relata que Garc¨ªa Cerezo se encuentra en Puerto Pr¨ªncipe para intentar que las autoridades haitianas reabran el caso y le pide al diplom¨¢tico estadounidense que trate el asunto con el primer ministro haitiano o el ministro de Justicia. "El embajador se mostr¨® de acuerdo y asegur¨® que la embajada cooperar¨¢ con los esfuerzos espa?oles para resolver el caso", termina el cable.
Casi un a?o despu¨¦s, la petici¨®n de cooperaci¨®n por parte de las autoridades espa?olas a la Embajada de EE UU en Madrid es mucho m¨¢s concreta. "En agosto de 2008 recibimos a trav¨¦s de la MLAT una solicitud que ped¨ªa informaci¨®n sobre los dos periodistas que fueron testigos y tambi¨¦n sobre informes militares relevantes (nosotros creemos que fuerzas estadounidenses acudieron al lugar de los hechos y proporcionaron ayuda m¨¦dica cuando Ortega fue alcanzado por disparos). Esta petici¨®n no sugiere que funcionarios de Estados Unidos fuesen objeto de la investigaci¨®n. El 7 de enero de 2009, LEGAT (el consejero jur¨ªdico de la embajada) recibi¨® una petici¨®n de cooperaci¨®n de la Guardia Civil. Esta petici¨®n busca informaci¨®n sobre el paradero de tres funcionarios estadounidenses en Hait¨ª en el momento en que Ortega muri¨®, la identificaci¨®n de oficiales al mando de las fuerzas militares estadounidenses en Hait¨ª en ese momento, informes sobre las actividades de las fuerzas estadounidenses aquel d¨ªa e informaci¨®n sobre la munici¨®n utilizada por las fuerzas estadounidenses (nosotros entendemos que no se encontr¨® ninguna bala en el cuerpo de Ortega). No sabemos porque la Guardia Civil hizo directamente esta ¨²ltima petici¨®n, fuera de los canales del MLAT", prosigue el cable.
Aunque ning¨²n proyectil qued¨® alojado en el cuerpo de Ortega, otras dos personas heridas durante el tiroteo, el fot¨®grafo de The South Florida Sun Sentinel Michael Laughlin y un ciudadano haitiano, Fran?ois Joseph, si ten¨ªan balas en su cuerpo, seg¨²n el sumario de la Audiencia Nacional sobre el caso. Laughin declar¨® ante el juez Eloy Velasco en agosto de 2009 que la bala que recibi¨® era munici¨®n de un AK-47, el arma utilizada por los chimeres, los partidarios de Aristide. El juez haitiano que investig¨® los hechos, as¨ª como una investigaci¨®n independiente de Antena 3, mantienen que los disparos que segaron la vida de Ortega fueron realizados por las tropas internacionales que en ese momento trataban de pacificar Hait¨ª.
"La embajada solicita instrucciones con respecto a la petici¨®n espa?ola", se?ala la nota diplom¨¢tica. "Sobre la segunda petici¨®n,nuestra recomendaci¨®n es que digamos a la Guardia Civil que no podemos responder y que Espa?a tiene que pedir cualquier informaci¨®n relativa al caso utilizando el conducto del MLAT. Dicho esto, apreciar¨ªamos la cooperaci¨®n del Departamento de Justicia facilitando una r¨¢pida respuesta a ¨¦sta y a cualquier otra petici¨®n, en la medida de lo posible y siempre que respete los intereses estadounidenses".
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