La cobra del Bronx muerde Twitter
Pasan los d¨ªas, y la cobra egipcia sigue sin aparecer. Y eso pone nerviosos a algunos vecinos del Bronx. La peligrosa serpiente se dio por desaparecida el pasado viernes, cuando los responsables del zool¨®gico en el popular barrio neoyorquino se dieron cuenta de que el reptil no estaba donde deb¨ªa. Pero mientras m¨¢s tiempo lleva perdida, mayor es el bullicio en las redes sociales.
Solo se le puede seguir el rastro en Internet, donde los vecinos que se sienten a salvo de su picadura mortal aprovechan para dejarse llevar con un toque de buen humor. Un usuario cre¨® una cuenta en Twitter (@BronxZoosCobra) para contar su aventura por la ciudad. Tiene ya 157.000 seguidores, por mucho que los responsables de zoo insistan que la serpiente est¨¢ en el ¨¢rea en el que ten¨ªa su hogar, que no es accesible al p¨²blico.
Pero eso no importa. Y hasta el alcalde de la ciudad de los rascacielos, Michael Bloomberg, est¨¢ participando en el intenso intercambio de mensajes en el microblog. "El presidente Obama y yo hemos visitado el Museo de Historia Natural. Vimos una ballena de 30 metros, pero no la cobra", escribi¨® el magnate el martes, tras hacer de anfitri¨®n para el comandante en jefe.
El director del Zoo del Bronx cree que la serpiente, altamente venenosa, podr¨ªa estar escondida entre los motores y las bombas de la Casa de los Reptiles. Pero la presentadora Ellen Degeneres piensa que podr¨ªa estar visitando el museo Guggenheim, para aprovechar la muestra de Kandinsky. "Adem¨¢s, no hay escaleras", remacha en su corto y jocoso comentario en Twitter.
"Oye, desl¨ªzate hasta el Old Navy de la calle 34. Te encantar¨¢n los pantalones estrechos que tenemos", le lanzan desde la cuenta que la filial de la marca de ropa Gap tiene en Twitter para llegar a su clientela joven. El creador de la cuenta de la cobra, al que le est¨¢ surgiendo competencia, prefiere mantenerse en el anonimato. El fil¨®n lo tiene asegurado hasta que aparezca.
Los responsables del zoo creen que podr¨ªa llevar a¨²n algunos d¨ªas, o incluso semanas, hasta que la escurridiza serpiente, que no llega a medir un metro, de la cara. Ser¨¢, dicen, cuando tenga hambre o sed. Pero de momento est¨¢ claro que le puede m¨¢s mantenerse a resguardo del fr¨ªo con el que arranc¨® la primavera neoyorquina. Habr¨¢ que esperar entonces al calorcito.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.