El candidato, la Bolsa y el mendigo

El hombre que hay tumbado en el banco, llam¨¦mosle Pepe, tiene un abrigo viejo cubri¨¦ndole hasta las cejas y una bolsa de papel con algo dentro a los pies. Intenta echar una cabezada a menos de 30 metros de la puerta de la Bolsa de Madrid, donde esta ma?ana el candidato de Izquierda Unida a la presidencia de la Comunidad de Madrid, Gregorio Gordo, comparece apenas seis minutos para hablar de "impuestos justos". Pepe, que se asusta con la presencia de las c¨¢maras, se ha incorporado para taparse a¨²n m¨¢s. Probablemente sea parte del mill¨®n de personas que viven bajo el umbral de la pobreza en Madrid y de los que hoy ha hablado Gordo frente a la sede de columnas regias "donde se dictan los recortes sociales".

Gordo propone subir un 0,3% el tramo auton¨®mico del Impuesto sobre la Renta de las Personas F¨ªsicas (IRPF) y reimplantar el Impuesto de Patrimonio, que supone perder 600 millones de euros anuales seg¨²n sus c¨¢lculos, "para obtener ingresos para abordar las pol¨ªticas sociales necesarias". Mientras el candidato despotrica del lugar [la Bolsa] "donde dicen al Gobierno de la naci¨®n y al de Esperanza Aguirre que tienen que hacer " y del sitio "que es el m¨¢ximo responsable de los cinco millones de desempleados y desempleadas", Pepe sigue como una estatua en su banco.

"Que paguen m¨¢s quienes m¨¢s tienen", prosigue Gordo. El candidato de IU calcula que, sin los cambios fiscales que ha incluido Aguirre, habr¨ªa un 40% menos de d¨¦ficit en la regi¨®n. A?ade que un 25% del PIB no paga impuestos, lo que supone un "desequilibrio entre quienes pagan la crisis y quienes se benefician de la crisis, que est¨¢n en la Bolsa". Habla de los 9.000 milllones de euros que la presidenta regional "ha regalado a las mayores rentas" y responde a varias preguntas sobre el debate celebrado anoche entre los tres candidatos a la presidencia de la Comunidad en Telemadrid. "Me sent¨ª como un extra?o", dice. Los otros dos aspirantes (Aguirre y Tom¨¢s G¨®mez) apenas repararon en ¨¦l y en sus propuestas.

Termina de hablar y un fot¨®grafo, que lleva un rato mirando a Pepe, le pide que al candidato que se acerque al banco para sacarle con la fachada de la Bolsa detr¨¢s. Gordo no repara en el mendigo. Casi nadie lo hace. Y mientras se forma un corrillo de periodistas y asesores, el hombre con el abrigo gastado se levanta sigiloso y se marcha. Luego no hay forma de encontrarle a 100 metros a la redonda. "Vuelva usted ma?ana, siempre est¨¢ por aqu¨ª, pero nunca habla con nadie ni acepta ayuda", dice el vigilante de la puerta de la Bolsa frente al banco ya vac¨ªo.