Mis promesas son tambi¨¦n sus promesas
PSM y PP intercambian reproches o acusaciones de plagio al hallar numerosas similitudes entre sus programas
"Una coalici¨®n" que no tiene la "gallard¨ªa" de presentarse como tal, as¨ª ve la presidenta regional, Esperanza Aguirre (PP), a "socialistas y comunistas". Y sin duda el PSM e IU concuerdan en propuestas (quiz¨¢ no tantas como se empe?¨® en resaltar el socialista Tom¨¢s G¨®mez durante el debate de candidatos auton¨®micos, hasta el punto de forzar a Gregorio Gordo a marcar distancias: "Est¨¢ coincidiendo hoy con IU m¨¢s que nunca"). Pero tambi¨¦n socialistas y populares parecen pisar terreno com¨²n, aunque en este caso en lugar de aflorar posibles acuerdos solo se cruzan acusaciones de plagio o reproches ir¨®nicos.
Pas¨®, por ejemplo, en M¨®stoles, donde el alcalde y candidato del PP, Esteban Parro, afe¨® al aspirante socialista, David Lucas, ir a rebufo en todo y apropiarse supuestamente de sus iniciativas por falta de ideas. En la capital, sin embargo, fue el socialista Jaime Lissavetzky el que, en un encuentro con j¨®venes hace una semana, reconoci¨® ir¨®nico al regidor popular, Alberto Ruiz-Gallard¨®n, el haberse sumado (tarde, en su opini¨®n) a algunas de sus propuestas. Estaba pensando en el metrob¨²s 90, un billete para usar el transporte p¨²blico durante hora y media sin limitaci¨®n de transbordos. El PP incluye en su programa que la posibilidad de utilizar un mismo billete para dos trayectos en autobuses de la EMT, con la posibilidad as¨ª de hacer un transbordo.
La vaguedad de algunas promesas electorales induce a coincidencias, claro, tanto m¨¢s cuando se limitan a declaraciones de bonhom¨ªa como mejorar sanidad y educaci¨®n o prestar "especial atenci¨®n" a los sectores m¨¢s desfavorecidos. En otros casos, las deficiencias urbanas son tan evidentes que por fuerza convocan a su alrededor propuestas similares. Tanto Gallard¨®n como Lissavetzky quieren remozar cerca de una decena de mercados, y coinciden en varios (Bami, Prosperidad, La Cebada, Los Montenses), am¨¦n de construir dos nuevos (en uno tambi¨¦n coinciden, Las Tablas). Los mismo sucede con la puesta en marcha de nuevos centros deportivos (14 por candidato); la apuesta por peatonalizar y restringir el tr¨¢fico en ¨¢reas residenciales (Lissavetzky propone Chueca, Malasa?a, Santo Domingo y San Bernardo); construir o renovar intercambiadores; o habilitar plataformas reservadas para el transporte p¨²blico en las v¨ªas de acceso a la ciudad.
Ambos candidatos ven prioritario afinar el mapa del ruido; desplegar l¨ªneas transversales de autobuses de la EMT que comuniquen barrios sin necesidad de pasar por el centro; promover los taxis el¨¦ctricos y los carriles bici; y construir aparcamientos disuasorios para esponjar el tr¨¢fico urbano. Aunque Lissavetzky ha renunciado en algunos casos a poner cifra a sus promesas para no "entrar en subastas" (por ejemplo, en cifras previstas de creci¨®n de empleo), s¨ª se pueden enfrentar algunos n¨²meros bastante parecidos: por ejemplo, el candidato socialista promete llegar a los 2.000 bomberos; Gallard¨®n se queda en 1.750.
Congelar los impuestos municipales
Ambos quieren habilitar viviendas de estancia temporal para reenganchar socialmente a personas sin hogar (el PP promete 200); ambos quieren m¨¢s competencias para dotar de mayor contenido a la Agencia para el Empleo; ambos prometen congelar los impuestos municipales (m¨¢s que previsiblemente, durante toda la legislatura); y ambos quieren reducir la tasa de bienes inmuebles a los m¨¢s desfavorecidos, aunque el PP considera que no puede hacerlo sin la connivencia estatal, mientras que el PSOE apuesta por una sistema de bonificaciones.
Ambos quieren rascar dinero de los contratos para prestar servicios como la recogida de basura o la limpieza de calles, y, ambos, claro, se ven capaces de reducir la deuda. En este ¨²ltimo aspecto, el compromiso del PP es gen¨¦rico: acercar el ratio sobre ingresos corrientes del 153% actual al l¨ªmite del 110% de aqu¨ª a 2015. Los socialistas en cambio se ven capaces de colocarla por debajo de ese list¨®n en esta legislatura.
Ambos coinciden por ¨²ltimo en su deseo de remozar el Planetario; y de ampliar las funciones culturales del Palacio de Cibeles (el PSM quiere colocar all¨ª un museo de la ciencia), el Matadero y el Centro Conde Duque; y ambos coinciden en difuminar la posibilidad de colocar a Madrid de nuevo en la carrera por los Juegos Ol¨ªmpicos: Lissavetzky pone la condici¨®n imprescindible de que lo respalde una mayor¨ªa pol¨ªtica y social; Gallard¨®n, que empe?¨® casi el alma en las apuestas de 2012 y 2016, avisa: "No vamos a renunciar, [pero] le volveremos a poner fecha cuando, entre todos, consideremos que es el momento adecuado".
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