Y gan¨® el 15m

El lunes pasado, en Siena, me contaron una historia preciosa, la de las Contradas. Siena est¨¢ dividida en 17 barrios, cada uno de ellos con su Contrada. Son conocidas por la fiesta medieval del Palio, pero las Contradas son mucho m¨¢s: son redes comunitarias e identitarias de las personas de un barrio. Si alguien se queda sin trabajo, o sin casa, sabe que puede contar con la Contrada para ofrecerle un alojamiento, ayudarle a buscar empleo o apoyarle econ¨®micamente. Soci¨®logos de todo el mundo han ido a Siena para analizar como este sistema ha podido perpetuarse desde la era medieval hasta nuestros d¨ªas.

Pero a lo mejor no es tan raro, porque el martes, cuando llegu¨¦ a Madrid, me encontr¨¦ con una ¡°supercontrada¡± en la Puerta del Sol. A lo mejor la solidaridad y la generosidad siempre han estado ah¨ª, y no hemos querido verlas. A lo mejor no hemos entendido que internet es sin¨®nimo de compartir: m¨²sica, pelis, consejos, recetas, sof¨¢s, opiniones. No hemos valorado la ruptura de status que ha supuesto Twitter, donde se discute de t¨² a t¨², donde Javier Solana responde a tus mensajes, donde tu opini¨®n vale lo mismo que la de cualquiera. No hemos sabido (?o querido?) entender que los j¨®venes s¨ª estaban inquietos e indignados. As¨ª que han salido a la calle y lo han dicho, en m¨¢s de ?600! acampadas en todo el mundo.

Estoy viendo los resultados de las elecciones mientras escribo: participaci¨®n similar, PP arrasa, PSOE se desmorona y se refuerzan algunos partidos m¨¢s peque?os. ?Ha servido de algo? se preguntar¨¢n muchos. Pues claro que s¨ª. M¨¢s all¨¢ de los resultados electorales, el movimiento ya ha ganado, y la sociedad tambi¨¦n. Ya hemos demostrado que hay muchas personas generosas, tolerantes, activas, reivindicativas. Ya hemos dicho, escrito, gritado, pintado que no, que no, que no nos representan, que sabemos lo que hay y que exigimos otra cosa: un nuevo contrato social menos corrupto, menos falso, menos manipulador, menos ego¨ªsta, menos de unos pocos y m¨¢s de todos. Algo m¨¢s alegre, m¨¢s transparente, con IVA, donde no paguen los de siempre, y donde tu voto y mi voto valgan lo mismo.

Ya hemos conseguido que los partidos pol¨ªticos, los sindicatos y hasta las ONG nos cuestionemos muchas cosas. Porque una sociedad nueva necesita estructuras y propuestas nuevas. Y la Puerta del Sol, como la Plaza de Catalu?a, o las plazas de Sevilla, Valencia, Granada y miles de otros sitios son estos d¨ªas un reflejo de esa nueva sociedad que muchos queremos: la sociedad en la que duermen juntos perroflautas, pijoflautas, gafapastas, porros, zumos de pi?a, gays, blancos, negros, amarillos, m¨²sicos, intelectuales, rastas, barbas, piercings, tacones, cristianos, ateos, perros y cobayas. Y cuando se despiertan, construyen entre todos y todas un mundo en el que las personas son lo primero.

Una ¨²ltima cosa. Ojo, fue el manifiesto de ?Democracia Real Ya! el que nos uni¨® a todos y encendi¨® la mecha. Esos #3puntosb¨¢sicos son el m¨ªnimo com¨²n que nos une. Pero intentar ir m¨¢s all¨¢ y generar una especie de programa electoral, como se ha visto en algunas comisiones este fin de semana, corre el peligro de dividir y de hacer de algunos un movimiento que era de todos. Lo que hace falta ahora es canalizar con cabeza todo el entusiasmo, la creatividad y la energ¨ªa en una estrategia para que esas 3 soluciones se conviertan en realidad, cambiando y mejorando el sistema, pero desde el sistema. ?T¨² que opinas?