Pompa y tradici¨®n, en el entierro de Otto de Habsburgo
Sus restos son sepultados en la cripta de los capuchinos, mientras que su coraz¨®n se guardar¨¢ en Hungr¨ªa
La Rep¨²blica de Austria ha brindado hoy s¨¢bado unos fastuosos funerales a Otto de Habsburgo, el ¨²ltimo v¨¢stago de la Casa de los Austrias que pudo ostentar el t¨ªtulo de pr¨ªncipe heredero y habr¨ªa sido emperador si la historia hubiera ido por otros rumbos. El archiduque, exeurodiputado y ferviente europe¨ªsta falleci¨® el pasado 4 de julio a la edad de 89 a?os en su residencia en la localidad b¨¢vara de P?cking.
M¨¢s de mil invitados han presenciado la misa oficiada por el arzobispo de Austria, Christoph Sch?nborn, en la catedral de San Esteban. Entre las celebridades de la aristocracia se destacan los Reyes de Suecia, Carlos Gustavo y Silvia, el pr¨ªncipe Hans-Adam II de Liechtenstein, el archiduque Henri de Luxenburgo y la princesa Astrid de B¨¦lgica. De Espa?a ha acudido la infanta Cristina; de Reino Unido, el pr¨ªncipe Michael. La familia Habsburgo estuvo presente con 150 de sus miembros. Otto de Habsburgo deja 7 hijos, 22 nietos y dos bisnietos. Tambi¨¦n participaron algunos jefes de Estado y de Gobierno, como el presidente de Georgia Michail Saakaschwili, el presidente del Parlamento Europeo Jerzy Buzek y la presidenta del Gobierno croata Jadranka Kosor.
Los gastos del gran despliegue policial, que seg¨²n el ministerio del Interior ascender¨¢n a m¨¢s de 100.000 euros, as¨ª como la participaci¨®n de la guardia militar y la presencia oficial del presidente de Austria, Heinz Fischer; del canciller socialdem¨®crata, Werner Feymann; del alcalde de Viena, Michael H?upl y de varios ministros, han dado pie a una pol¨¦mica sobre el valor simb¨®lico que se le ha otorgado a un representante de una monarqu¨ªa proscrita desde la fundaci¨®n de la Rep¨²blica de Austria. Despu¨¦s de la derrota del Imperio Austroh¨²ngaro en la Primera Guerra Mundial, se hab¨ªa prohibido a los miembros de la familia imperial entrar en territorio austriaco y se abolieron todos los t¨ªtulos nobiliarios.
Despu¨¦s de morir su padre Carlos en 1922 en la isla de Madeira, la familia desterrada se traslad¨® a la localidad vasca de Lekeito por invitaci¨®n del Rey Alfonso XIII y recibi¨® apoyo del exdictador Francisco Franco, por quien Otto profesaba una simpat¨ªa que le vali¨® numerosas cr¨ªticas. El hijo primog¨¦nito del ¨²ltimo emperador, educado por su madre , la ¨²ltima emperatriz Zita, para asumir las responsabilidades de la corona, vivi¨® tambi¨¦n en EEUU, B¨¦lgica, Francia, Suiza y Alemania. Solo pudo volver a pisar el suelo de su pa¨ªs de origen en 1961, tras jurar lealtad a la Rep¨²blica y renunciar a sus ambiciones po¨ªticas en Austria. Fue a trav¨¦s de Alemania que logr¨® llevar adelante sus convicciones a favor de una Europa unida, como eurodiputado por el Partido Cristiano Social de Baviera. Siendo presidente de la Uni¨®n Internacional Paneuropea contribuy¨® a abrir la primera brecha en el Tel¨®n de Acero al organizar en la frontera entre Austria y Hungr¨ªa un picnic que aprovecharon cientos de ciudadanos de Alemania Oriental para escapar a occidente.
El ritual
Si bien Austria le neg¨® recuperar su rol pol¨ªtico y sus bienes materiales, no ha podido negarle unos funerales de magnitud imperial, que en pomposidad podr¨ªan competir con las bodas reales protagonizadas por pr¨ªncipes y princesas en monarqu¨ªas a¨²n vigentes. Parte de los accesos al casco hist¨®rico de Viena permanecieron cerrados y la televisi¨®n p¨²blica austriaca ORF transmiti¨® la ceremonia en directo durante horas. Con uniformes tradicionales de todos los colores, varias formaciones de nost¨¢lgicos acompanaron el cortejo. " No somos monarquistas, pero rendimos homenaje a un gran hombre y a una larga tradici¨®n", dec¨ªa un m¨²sico de la Capilla Musical Vienesa del Regimiento Mon¨¢rquico . "Una monarqu¨ªa constitucional al estilo de Inglaterra o Espa?a no estar¨ªa mal", argumentaba un abanderado de una formaci¨®n legitimista, del movimiento monarquista, de muy poco peso en Austria. "Reinstaurar la monarqu¨ªa ser¨ªa hoy una novedad, quiz¨¢s lo mejor para estos tiempos tan inestables", comentaba alguien del p¨²blico, entre el que se ve¨ªan muchos turistas regocijados por el espect¨¢culo casi rom¨¢ntico que les transportaba en un viaje a los tiempos de la emperatriz Sis¨ª.
Las ceremonias se han extendido m¨¢s de una semana, con un total de cuatro r¨¦quiems y varias misas celebradas en P?cking, M¨²nich y en la localidad de Mariazell antes de llegar a Viena. En este recorrido tambi¨¦n se ha trasladado el sarc¨®fago de Regina, la esposa de Otto de Habsburgo, fallecida en febrero del a?o pasado, cuyos restos se hab¨ªan conservado hasta la fecha en Baviera. Para ambos consortes se hab¨ªa reservado un lugar en la Cripta de los Capuchinos, donde yacen todos los miembros de la dinast¨ªa que domin¨® Europa Central durante m¨¢s de 600 a?os. El antiguo ritual de acceso a la cripta exije que se golpee tres veces a la puerta. "Qui¨¦n solicita entrar?" - pregunta un monje desde el interior, a lo cual los acompa?antes del cortejo responden enumerando la cantidad de t¨ªtulos nobiliarios del difunto. La voz desde el interior lo rechaza: "No lo conocemos". En un segundo intento, se mencionan los logros obtenidos en vida . Pero tampoco da resultado. La puerta al reposo en el m¨¢s all¨¢ se abre s¨®lo despu¨¦s de que el solicitante admita "soy un simple pecador" .
El coraz¨®n de Otto de Habsburgo viaja a Hungr¨ªa, ser¨¢ guardado en el monasterio benedictino de Panonhalma, enterrado en una ceremonia que se realizar¨¢ el domingo despu¨¦s de una misa en la bas¨ªlica de San Est¨¦ban en Budapest. "El sent¨ªa gran afecto por Hungr¨ªa, fue educado por los monjes del monasterio de Panonhalma", as¨ª explic¨® una portavoz la elecci¨®n del destino del coraz¨®n del ¨²ltimo pr¨ªncipe heredero. Enterrar los corazones por separado responde a una antigua tradici¨®n muy arraigada en la estirpe de los Austria. Desde el siglo XVII los restos mortales se repart¨ªan: los intestinos eran depositados en las catacumbas de la Catedral de San Est¨¦ban y los corazones en la iglesia de los Augustinos, tambi¨¦n en Viena. La trayectoria de los corazones empez¨® a variar con el tiempo, dependiendo de las afinidades de cada uno. Los corazones de los progenitores de Otto, los ex emperadores Carlos y Zita, se encuentran en el monasterio suizo de Muri.
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