Nuevo temblor, viejos miedos
Vecinos de Ordu?a, localidad cercana al epicentro del terremoto, temieron que se tratara de una explosi¨®n
Un profesional de la Cruz Roja de Ordu?a, que prefiri¨® no desvelar su identidad, sinti¨® c¨®mo el quicio de la puerta del puesto, en el que se encontraba apoyado, tembl¨® durante unos segundos alrededor de las ocho y veinte de la tarde del pasado mi¨¦rcoles. Tambi¨¦n sinti¨® c¨®mo vibraban los cristales del garaje contiguo. Este mismo testigo coment¨® que la reacci¨®n de los vecinos de las casas colindantes con el puesto de la Cruz Roja no se hizo esperar: "Salieron vecinos a preguntar qu¨¦ pasaba. Coincid¨ªan en se?alar que, aparte del temblor, oyeron un estruendo. Pocos minutos despu¨¦s pas¨® por aqu¨ª una patrulla de la Ertzaintza a inspeccionar. Algunos vecinos pensaron incluso que hab¨ªa sido una explosi¨®n", relata el profesional sanitario.
Ainhoa Pikaza, que regenta un peque?o comercio ubicado en la plaza del Ayuntamiento,tambi¨¦n crey¨® escuchar "un trueno a lo lejos", apenas "un poco antes de que empezara el temblor", que, seg¨²n sus c¨¢lculos, "no super¨® los cinco segundos", lo que, no obstante, fue suficiente, seg¨²n su versi¨®n, para "que pareciera que se mov¨ªa toda la casa", admite.
Sus hijos se encontraban en ese momento en casa de su abuela, que llam¨® a Pikaza para contarle que tambi¨¦n hab¨ªa sentido el terremoto. El hijo de Ainhoa, de tan solo nueve a?os, se neg¨® rotundamente a dormir solo cuando supo que se trataba de un terremoto "Tem¨ªa a las r¨¦plicas", explica. Si el temblor, acompa?ado de un estruendo, hizo temer a algunos de que se tratara de una bomba, este no fue el ¨²nico temor desatado en la noche del pasado mi¨¦rcoles. Ordu?a se encuentra situada en el radio de la central de Garo?a, algo que preocup¨® especialmente a Karlos Arranz, alcalde por Bildu de este municipio: "Fue lo ¨²nico que temimos muchos vecinos y yo mismo porque un terremoto, por peque?o que sea, cerca de una central nuclear tan vieja como Garo?a es muy peligroso".
Pese a ello, asegur¨® que no hubo "da?os personales ni materiales" que lamentar en todo el municipio ni tampoco se produjo aluvi¨®n alguno de llamadas por parte de los vecinos. "A m¨ª [el terremoto] me sorprendi¨® en un edificio antiguo y not¨¦ c¨®mo se mov¨ªa pero un amigo que estaba unos pisos m¨¢s abajo, ni se enter¨®, supongo que la altura tiene mucho que ver", reflexion¨® Arranz.
El terremoto se hizo sentir tambi¨¦n en los municipios alaveses de Amurrio y Llodio. Sin embargo, algunos vecinos de estas localidades afirmaron que no sintieron nada, como es el caso de Mar¨ªa ?ngeles D¨ªaz, que atiende una farmacia situada en la calle Larreaga de Amurrio: "me enter¨¦ por una amiga que vive cerca de Ordu?a pero yo estaba en la representaci¨®n de teatro que hab¨ªa en la plaza de enfrente y no sent¨ª nada". En la carnicer¨ªa Eskuza, de Llodio, una clienta mostraba su sorpresa: "?Que ha habido un terremoto? No sab¨ªa nada y eso que conozco gente en Amurrio".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.