Apoyar la vida en medio de la barbarie de Mogadiscio
Antes:Fadumo y su hijo Mohammed,desnutrido, llegan al centro;Despu¨¦s:Fadumo y su hijo Mohammed,recuperado tras el tratamiento.Credito Fotos. SAACID
M¨¢s de 300.000 personas desplazadasen Mogadiscio, de los cu¨¢les 100.000 han llegado en los ¨²ltimos dos meses, en una ciudad a la orilla de un precioso mar azul que guarda todas las cicatrices de demasiados a?os de conflicto, ahora en relativa calma. Calles que tal vez tuvieron asfalto en alg¨²n momento, personas que se arraciman en el mercado local, muchos, demasiados, hombres armados por todos partes, los polic¨ªas, los soldados somal¨ªes, los soldados de la fuerza internacional y los guardaespaldas... jam¨¢s vi tantas armas a mi lado. Y un curioso sistema de invitar a los autos a moverse en un atasco: disparar al aire para llamar la atenci¨®n. Innovador s¨ª es¡ Todas esas personas han huido del conflicto en sus comunidades; las ¨²ltimas, adem¨¢s, lo han hecho del hambre producida por una brutal sequ¨ªa.
La mayor¨ªa de ellos se agrupan o amontonan, seg¨²n los casos, en una cincuentena de asentamientos, campos, les llamamos, que van desde unos pocos cientos hasta casi 50.000 personas, como es el de Siliga, un campo autogestionado que ocupa la antigua zona de la Embajada de los EEUU y que fue creado hace 8 meses, cuando los primeros indicios de la crisis que hab¨ªa de venir hicieron su aparici¨®n.
Algo fascinante de este campo es c¨®mo muestra de manera v¨ªvida la asombrosa capacidad emprendedora que tiene el pueblo somal¨ª, en condiciones realmente adversas como las que tiene este pa¨ªs, malviviendo en un campo de desplazados, durante muchos meses y en medio del conflicto: florecen los peque?os comercios con todo tipo de productos de consumo, desde tomates hasta jab¨®n, desde recargas para el tel¨¦fono hasta Pepsi. Estos comercios son una caja o unas tablas improvisadas para que hagan de mostrador y alguien detr¨¢s con capacidad para conseguir y vender lo que necesites.
Es muy dif¨ªcil para las agencias internacionales trabajar aqu¨ª: inseguridad si no eres local (ir cargado con un chaleco antibalas y un casco a 35 grados no es lo m¨¢s c¨®modo del mundo), dificultad para acceder a la compleja red de clanes, suspicacia acerca de tus intenciones¡ es por ello que Oxfam trabaja con socios locales que consiguen resultados extraordinarios. En Baadbado, un campo donde viven unas 27.000 personas, desde que empezaron los asentamientos yen s¨®lo tres d¨ªasuno de nuestros socios, HIJRA,fue capaz de distribuir agua potable y proveer de saneamiento a las personas que llegaban, y lo sigue haciendo hasta ahora, con unos 280.000 litros de agua por d¨ªa y una letrina por cada cuatro familias, en pleno contexto urbano y con ¨¦xito. Hasta la fecha no se ha dado ning¨²n caso de c¨®lera o de diarrea aguda.
Gran parte de los ni?os que llegan a Mogadiscio huyendo de la sequ¨ªa lo hacen con graves problemas de desnutrici¨®n. En uno de los centros se me arrasaron los ojos al ver algunos de ellos extremadamente fam¨¦licos. SAACID, otro de nuestros socios, se encarga de dichos centros. Hoy hay en tratamiento en Mogadiscio m¨¢s de 25.000 criaturas menores de cinco a?os. El tratamiento dura de dos a cuatro meses, seg¨²n la severidad. Cuando las familias llegan al campo se les pide que pasen por el centro para identificar qu¨¦ ni?os est¨¢n malnutridos, a partir de ah¨ª y seg¨²n la situaci¨®n se empieza con el tratamiento y seguimiento de estos ni?os, se les provee de suplementos necesarios y se les controla semanal o quincenalmente; si est¨¢n muy graves se les refiere al hospital para un tratamiento m¨¦dico m¨¢s intensivo. Al igual que abruma el estado de los reci¨¦n llegados, emociona la condici¨®n de los que han seguido el tratamiento y recuperan peso y salud. Es muy hermoso.
De todo lo visto dir¨ªa que lo que m¨¢s atrapa es la belleza, con eso me quedo, la belleza del compromiso, la belleza de la posibilidad, la belleza de c¨®mo el esfuerzo de muchas personas en el mundo con sus contribuciones y de unos colegas en el coraz¨®n de Mogadiscio es capaz de transformar la vida de un ni?o, y con ¨¦l la de su madre y la de su familia¡ y tambi¨¦n la m¨ªa. La belleza de esperar que lo improbable se convierta en realidad, la belleza de la esperanza que la vida florecer¨¢ en mitad de la barbarie.
?Puede acaso tambi¨¦n la belleza de la esperanza cambiar la vida de usted que me lee? S¨®lo mire las fotos y d¨¦jese embargar por dicha belleza.
Puedes seguirme en twitter @BeyondTheTribe o en mi blog www.MasAllaDeLaTribu.net
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