El pr¨ªncipe Alberto de M¨®naco homenajea a su tatarabuelo en el Aquarium de San Sebasti¨¢n
Alberto II de M¨®naco recuerda en el Aquarium donostiarra el apoyo decidido de su tatarabuelo a la Sociedad Oceanogr¨¢fica de Gipuzkoa
El pr¨ªncipe Alberto de M¨®naco ha vivido una intensa, emotiva y ajetreada ma?ana en el Aquarium de San Sebasti¨¢n durante el homenaje a los precursores de la Sociedad Oceanogr¨¢fica de Gipuzkoa, entre ellos, su tatarabuelo Alberto I. Aurresku de honoral recibirle, entrega de la makila (bast¨®n) con la que ha sido nombrado presidente del Aquarium durante un d¨ªa, descubrimiento de una placa conmemorativa, homenaje a su tatarabuelo con una ofrenda floral, dedicatoria en el libro de las visitas, regalos, discurso y visita por las instalaciones. El presidente del Aquarium, Vicente Zarag¨¹eta, quien acompa?¨® en tono momento al soberano monegasco junto a una comitiva de representantes de la pol¨ªtica y la sociedad guipuzcoana, evidenci¨® emocionado la importancia de la visita de Alberto de M¨®naco,sonriente y cordial durante la visita. El monarca, quien no vino acompa?ado de su esposa, la princesa Charlene Wittstock, destac¨® en su discurso los "lazos hist¨®ricos y de amistad" que existen entre la instituci¨®n y el Principado de M¨®naco y reconoci¨® que la aportaci¨®n de su tatarabuelo fue "visionaria" cuando en 1903 recal¨® en San Sebasti¨¢n a bordo de su yate Alice durante una campa?a de investigaci¨®n oceanogr¨¢fica en el Golfo de Vizcaya. As¨ª fue como Alberto I no solo apoy¨® "incondicionalmente" la creaci¨®n de la Sociedad Oceanogr¨¢fica de Gipuzkoa sino que cre¨® lazos de amistad con la instituci¨®n durante a?os.
La ofrenda floral ante el retrato al ¨®leo de Alberto I de M¨®naco, que ¨¦l mismo regal¨® a la instituci¨®n en 1913, fue uno de los momentos m¨¢s emotivos de la jornada. Al son de una pieza f¨²nebre de Chopin, Alberto de M¨®naco brind¨® a su tatarabuelo un centro de rosas rojas acompa?ado de Zarag¨¹eta. La an¨¦cdota del d¨ªa lleg¨® cuando el presidente del Aquarium entreg¨® al monarca un cesto con peluches y dos camisetas de beb¨¦s, una azul y otra rosa con el dibujo de un pez, por "si estuvieran esperando alg¨²n ni?o", seg¨²n los rumores que circulan, o para cuando los tengan. Adem¨¢s, Alberto de M¨®naco recibi¨® un cartel publicitario original del Aquarium de 1929, un cuadro de la serie El cementerio marino, de Alfredo Bikondoa, y una maqueta de un barco. El soberano monegasco realiz¨® una visita por el Aquarium y a continuaci¨®n se desplaz¨® al Museo de Balenciaga de Getaria para conocer la colecci¨®n de vestidos del modisto entre los que se encuentran varios de su madre la princesa Grace deM¨®naco.
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