... habla bien. Esto es lo que un grupo de periodistas africanos vino a decirnos esta semana pasada a trav¨¦s de Casa ?frica.O mejor: "Si hablas de ?frica, hazlo adecuadamente". Este organismo estatal, con sede en Canarias, se desplaz¨® desde las islas hasta Madrid para traer consigo y presentar en sociedad el cuarto de sus Cuadernos africanos. Un librito, apenas, pero un fil¨®n que han hecho posible gracias a su constante trabajo de promoci¨®n y mediaci¨®n (?entre un continente entero y un pa¨ªs? ?qu¨¦ tarea!) y que ponen ahora en nuestras manos para sacarle partido. Y lo tiene.
Nasra Yeti, en uno de los impresionantes crematorios de tecnolog¨ªa de Ghana. Con la serie 'Permanet Error', el sudafricano, Pieter Hugo ha ganado el gran premio Seydou Ke?ta de los Encuentros de la Fotograf¨ªa de Bamako 2011, en los que ha participado Casa ?frica.
Comunicaci¨®n no solo para comunicadores, tambi¨¦n para lectores, dir¨ªa yo. Incluye textos de once periodistas africanos que reflexionan sobre las realidades que viven y sobre las que informan. Y analizan las malas pr¨¢cticas y la visi¨®n manida que los medios occidentales ofrecen del continente. Un intento m¨¢s este libro por superar los estereotipos, asunto que casi se est¨¢ convirtiendo ya en s¨ª mismo en un g¨¦nero o lugar com¨²n, del que habr¨ªa que salir de una vez por todas (haci¨¦ndolo desaparecer por inexistente). Los t¨ªtulos de los art¨ªculos incluidos dicen ya mucho: El para¨ªso humanitario: ?necesita ?frica una nueva imagen?, Sobre paracaidistas, turistas, ONG y otras aves de paso, De la dictadura a la 'democratura', El arte de las elecciones en ?frica...
Cuando se habla de ?frica se habla de una suerte de bloque tan r¨ªgido como el hormig¨®n (ya querr¨ªa Europa tal unidad de visi¨®n a la hora de ser abordada y tratada desde fuera) en el que abundan guerras, hambrunas, dolor, miseria, suciedad... Negro sobre negro. Cualquier incidente o desastre se extrapola a un universo de mil millones de personas. La sociedad civil multi¨¦tnica, poli¨¦drica; la vida pol¨ªtica o civil com¨²n y corriente, vibrante, esperanzada y con mirada puesta en el futuro no existe. Un lastre continental de que cuesta mucho salir. E impide tratar con rigor asuntos que s¨ª son de este mundo: la superpoblaci¨®n, la desertificaci¨®n, c¨®mo la falta de agua est¨¢ detr¨¢s de todos los conflictos, c¨®mo la mujer africana toma vuelo, c¨®mo hay pa¨ªses africanos que crecen mientras nosotros nos hundimos, y c¨®mo la colonizaci¨®n sigue presente v¨ªa explotaci¨®n de materias primas.
La falta de inter¨¦s de los grandes medios a tratar asuntos que, aparentemente, no venden; la falta de experiencia sobre el terreno de los periodistas a los que los grandes medios ya no env¨ªan, salvo casos cada vez m¨¢s excepcionales (y casi siempre s¨®lo a conflictos), y que impide que se puedan contar "otras historias" de all¨ª igual que se cuentan de aqu¨ª ; una ciudadan¨ªa poco viajada, en general, como es la espa?ola, y el creciente inter¨¦s del espectador por otros asuntos, por banalidades y t¨®picos informativos m¨¢s de entretenimiento que de an¨¢lisis o conocimiento, fueron se?alados como causas de la ignorancia enquistada sobre ?frica y sus asuntos, a pesar de ser un territorio vecino y ahora m¨¢s cercano que nunca. ?Y qu¨¦ decir del hecho, tan com¨²n de creer que alguien puede estar especializado en la vida y obra de ?55 pa¨ªses!?
Reduccionismo, ignorancia o desprecio.
Joan Tussell y ?ngeles Jurado, encargados de prensa de Casa ?frica, lo expresan tambi¨¦n en la introducci¨®n de este Cuaderno. Durante la todav¨ªa breve existencia de Casa ?frica, dicen, creada en 2006 como "instrumento de diplomacia p¨²blica al servicio de la acci¨®n exterior del Estado en el marco del Plan ?frica del Gobierno de Espa?a" e integrada por el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperaci¨®n, el Gobierno de Canarias, la Agencia Espa?ola de Cooperaci¨®n Internacional para el Desarrollo y el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, han aprendido varias lecciones: "La primera es que no es nada sencillo hablar de ?frica. Esto deber¨ªa ser evidente para todo el mundo, pero no siempre es as¨ª. Existe una tendencia afortunadamente en declive a hablar del continente negro como de una realidad monol¨ªtica y terrible, pasando por alto el hecho de que ?frica como tal no existe, como bien nos recuerda el escritor senegal¨¦s Boubacar Boris Diop. Cuando hablamos de ?frica, en realidad nos referimos a un enorme continente dividido en 54 pa¨ªses que, en la mayor¨ªa de los casos, son multi¨¦tnicos y muy complejos social y pol¨ªticamente y entre cuyas fronteras conviven mil formas de entender la muerte, el sexo, la vida, el arte o la espiritualidad. A todo esto hay que a?adir un historial de migraciones que se remonta al nacimiento de la Humanidad, las relaciones entre civilizaciones tan complejas como las que se desarrollaron en los imperios que ahora ocupan Egipto, Sud¨¢n, Sud¨¢frica, Ghana o Mal¨ª y los condicionamientos exteriores, ll¨¢mense trata de esclavos, colonialismo o globalizaci¨®n".
El periodista de la Cadena Ser, Nicol¨¢s Castellano, en el debate.
Lo segundo y probablemente lo m¨¢s importante, afirman: que los mejores expertos en ?frica suelen ser africanos y que normalmente no trabajan en grandes agencias internacionales, si no en cabeceras como Seneweb o Mail & Guardian. "Muchos de ellos, en condiciones peligrosas o muy duras, sin recibir reconocimientos internacionales (ni nacionales, en muchas ocasiones) y sin un curriculum trufado de libros citados con reverencia en redacciones y universidades de medio mundo".
En el libro hay material tan interesante que hemos elegido tres art¨ªculos, que por su inter¨¦s, creemos que deben aparecer en este blog, aunque sea extractados, durante los pr¨®ximos d¨ªas: el referido a la prensa en el continente ser¨¢ el primero; le seguir¨¢n otro sobre el papel jugado por las redes sociales en los cambios democr¨¢ticos de T¨²nez y el referido a las im¨¢genes usadas para hablar o retratar a la mujer africana.
"Este Cuaderno pretende ser una modesta aportaci¨®n a la descolonizaci¨®n de la mirada sobre ?frica", concluyen. Y dicho esto, recogieron los trastos y se fueron a las islas para seguir poniendo su granito de arena en este empe?o.
Comentarios
Felicidades, primero, por el nombre del blog, que es una verdad que nosotros, tambi¨¦n como periodistas y viajeros, hemos defendido siempre.Quiz¨¢ la ciudadan¨ªa espa?ola no est¨¦ tan poco viajada como se plantea en el art¨ªculo (en muy poco tiempo, los espa?oles hemos empezado a recorrer el mundo, recortando distancias con otros pa¨ªses que, por cuestiones culturales y econ¨®micas, han viajado mucho y antes que nosotros) pero s¨ª exista cierto desconocimiento cultural de las realidades que se visitan. Sucede, incluso, con Sudam¨¦rica, cultural y ling¨¹¨ªsticamente m¨¢s pr¨®xima a nosotros.Los periodistas y los medios tambi¨¦n tienen mucha responsabilidad a la hora de "dibujar" realidades. Ojal¨¢ que, entre todos, la informaci¨®n matizada y con conocimiento de causa, vuelva a ganar terreno...Y ?frica deje de ser un pa¨ªs
Pues por favor que no decaiga la informaci¨®n, que a los orgullosos espa?oles nos duele que nos ignoren, por ejemplo en Estados Unidos, y sin embargo no pasar¨ªamos una triste redacci¨®n sobre Africa, y no nos sentimos avergonzados por tanta ignorancia..
Analizando las causas de la escasa y esterotipada vision de ?frica me preocup¨® la iron¨ªa con la que Hortense justificaba esta vision argmentando "qu¨¦ quiz¨¢s un continente que se ha dejado conquistar y subyugar como el africano se merezca que hablen asi de ellos, como v¨ªctimas de las desgracias". Si creemos que el sistema internacional es un juego donde tiene que haber ganadores y vencidos, esta visi¨®n de ?frica no es inocente. NO entremos en el juego.
Un buen acercamiento a la realidad de ?frica, sobre todo a la subsahariana, se puede hacer desde mundonegro.com
Por favor no pasemos de un extremo a otro, de una burda simplificaci¨®n a otra. Efectivamente ?frica es un continente con mas de 55 pa¨ªses, con grandes diferencias entre s¨ª, pero como cuna de la humanidad, de toda la humanidad actual, mientras no se demuestre lo contrario, existe algo homog¨¦neo en muchos de esos pa¨ªses. Podr¨ªamos, eso s¨ª, establecer dos grandes bloques que, muy diferentes, han estado, sin embargo, muchos siglos relacion¨¢ndose e influy¨¦ndose: los pueblos, hoy isl¨¢micos, al norte del Sahara y los pueblos bant¨²s predominantemente, al sur del Sahara. Por supuesto hay infinidad de etnias influenciadas por la cultura bant¨² y por los pueblos del norte y una variedad de pa¨ªses y tribus que supera con mucho a las existentes en nuestra arrogante, engre¨ªda, centralista, ilustrada y dominante Europa. Y existen rasgos comunes, creencias y sentimientos comunes que hacen mucho mas parecidos en su forma de contemplar y relacionarse con el mundo, a un tanzano y un guineano, que a un espa?ol y un dan¨¦s.
Es distinto desconocer la diversidad de la realidad africana que la relaci¨®n de Espa?a y Europa con todos esos paises sea homog¨¦nea.
Felicidades, primero, por el nombre del blog, que es una verdad que nosotros, tambi¨¦n como periodistas y viajeros, hemos defendido siempre.Quiz¨¢ la ciudadan¨ªa espa?ola no est¨¦ tan poco viajada como se plantea en el art¨ªculo (en muy poco tiempo, los espa?oles hemos empezado a recorrer el mundo, recortando distancias con otros pa¨ªses que, por cuestiones culturales y econ¨®micas, han viajado mucho y antes que nosotros) pero s¨ª exista cierto desconocimiento cultural de las realidades que se visitan. Sucede, incluso, con Sudam¨¦rica, cultural y ling¨¹¨ªsticamente m¨¢s pr¨®xima a nosotros.Los periodistas y los medios tambi¨¦n tienen mucha responsabilidad a la hora de "dibujar" realidades. Ojal¨¢ que, entre todos, la informaci¨®n matizada y con conocimiento de causa, vuelva a ganar terreno...Y ?frica deje de ser un pa¨ªs
Pues por favor que no decaiga la informaci¨®n, que a los orgullosos espa?oles nos duele que nos ignoren, por ejemplo en Estados Unidos, y sin embargo no pasar¨ªamos una triste redacci¨®n sobre Africa, y no nos sentimos avergonzados por tanta ignorancia..
Analizando las causas de la escasa y esterotipada vision de ?frica me preocup¨® la iron¨ªa con la que Hortense justificaba esta vision argmentando "qu¨¦ quiz¨¢s un continente que se ha dejado conquistar y subyugar como el africano se merezca que hablen asi de ellos, como v¨ªctimas de las desgracias". Si creemos que el sistema internacional es un juego donde tiene que haber ganadores y vencidos, esta visi¨®n de ?frica no es inocente. NO entremos en el juego.
Un buen acercamiento a la realidad de ?frica, sobre todo a la subsahariana, se puede hacer desde mundonegro.com
Por favor no pasemos de un extremo a otro, de una burda simplificaci¨®n a otra. Efectivamente ?frica es un continente con mas de 55 pa¨ªses, con grandes diferencias entre s¨ª, pero como cuna de la humanidad, de toda la humanidad actual, mientras no se demuestre lo contrario, existe algo homog¨¦neo en muchos de esos pa¨ªses. Podr¨ªamos, eso s¨ª, establecer dos grandes bloques que, muy diferentes, han estado, sin embargo, muchos siglos relacion¨¢ndose e influy¨¦ndose: los pueblos, hoy isl¨¢micos, al norte del Sahara y los pueblos bant¨²s predominantemente, al sur del Sahara. Por supuesto hay infinidad de etnias influenciadas por la cultura bant¨² y por los pueblos del norte y una variedad de pa¨ªses y tribus que supera con mucho a las existentes en nuestra arrogante, engre¨ªda, centralista, ilustrada y dominante Europa. Y existen rasgos comunes, creencias y sentimientos comunes que hacen mucho mas parecidos en su forma de contemplar y relacionarse con el mundo, a un tanzano y un guineano, que a un espa?ol y un dan¨¦s.
Es distinto desconocer la diversidad de la realidad africana que la relaci¨®n de Espa?a y Europa con todos esos paises sea homog¨¦nea.
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Jefa de Secci¨®n de Planeta Futuro/EL PA?S, la secci¨®n sobre desarrollo humano, pobreza y desigualdad creada en 2014. Reportera del diario desde 1993, desarroll¨® su carrera en Tentaciones y El Pa¨ªs Semanal, con foco siempre en temas sociales. En 2011 funda su blog ?frica no es un pa¨ªs. Fue profesora de reportajes del M¨¢ster de Periodismo UAM/El Pa¨ªs
