Publicidad encubierta con famosos en 140 caracteres

El truco es viejo, recurrir al tir¨®n de un famoso para elevar el cach¨¦ de un producto. Claro que si intentas hacerlo pasar por un consejo gratuito, se convierte en una antigua argucia: publicidad encubierta. Lo nuevo es el medio, Twitter, y su creciente popularidad. ?Han visto ¨²ltimamente a David Bustamante alardeando la marca de su ¨²ltimo flamante reloj en el Facebook? ?O a Miguel Bos¨¦ tuiteando su yogur favorito? ?no? Pues atentos a las redes sociales de los famosos porque la ¨²ltima moda publicitaria puede desembarcar en Espa?a en cualquier momento.

En Reino Unido y Estados Unidos se ha puesto de moda que las celebrities cedan los mensajes de sus cuentas de Twitter a la promoci¨®n de una marca a cambio de una suma de dinero. El ¨²ltimo n¨²mero de la revista The New York Magazine publica incluso el cach¨¦ que cobran algunas caras conocidas por tuit. La actriz Kim Kardashian se embolsa 10.000 d¨®lares (unos 7.600 euros) por cada minimensaje en el que recomienda un producto, y al rapero Snoop Dogg pueden pagarle 8.000 (alrededor de 6.100 euros) por un anuncio que no lo parezca. Seg¨²n la revista, marcas como Toyota o American Airlines han comenzado a utilizar esta t¨¦cnica, que la semana pasada desencaden¨® su primera pol¨¦mica a este lado del atl¨¢ntico, en Reino Unido.

El regulador de la publicidad brit¨¢nico comenz¨® a sospechar hace un mes de la repentina devoci¨®n colectiva de los famosos por la barrita de chocolate Snickers. En poco tiempo, muchas caras conocidas en la isla, como el boxeador Amir Khan, la cantante de Factor X Cher Lloyd, o el comentador de cricket Ian Botham colgaron en sus Twitter fotos mordiendo uno de estos dulces y otras m¨¢s descaradas, sosteniendo el chocolate con una mano y apuntando la marca con la otra.

La sospecha aument¨® cuando el jugador del Manchester United, Rio Ferdinand, y la actriz Katy Price tuitearon exactamente la misma frase debajo de una de esas fotos: "No eres t¨² mismo cuando est¨¢s hambriento". Por eso, este organismo anunci¨® la semana pasada que ha comenzado una investigaci¨®n para dilucidar si la campa?a rompe la ley de protecci¨®n del consumidor.

Tanto la marca de chocolate como los famosos podr¨ªan ser perseguidos por la ley si se demuestra que est¨¢n orquestando un anuncio en la red sin avisar a la audiencia. Aunque sin duda es una batalla legal que les merece la pena luchar. La popularidad de los famosos y su enorme poder de convocatoria en las redes sociales puede llegarse a convertir en una gallina de los huevos de oro para publicistas de todo el mundo. El caso de Snickers es muy evidente si se compara el n¨²mero de seguidores de la marca con el de los famosos que, presuntamente, han reclutado para su campa?a. Katy Price tiene 1,5 millones de seguidores en Twitter. Rio Ferdinand, a¨²n m¨¢s: 1,9 millones, mientras que Snickers solo podr¨ªa llegar a una audiencia 825 personas si se limitara a publicitar su chocolate en su propio perfil.

Pero no solo las autoridades se han molestado por la repentina aparici¨®n de publicidad en la red social. Algunos seguidores ya han detectado esta trampa poco sutil y han manifestado su malestar. Apenas Rio Ferdinand subi¨® a su Twitter una foto en que rompe en envoltorio del chocolate con la boca, uno de sus fans le reprendi¨®: "No estoy aqu¨ª para ver anuncios".