En alas de la corrupci¨®n
El aeropuerto de Castell¨®n era para transe¨²ntes; ellos s¨ª pueden dar la vuelta c¨®modamente en la pista de giro
Nadie debe extra?arse de que la pista de giro en el aeropuerto fantasma de Castell¨®n sea demasiado peque?a para los aviones. ?No hab¨ªamos quedado, con Francisco Camps y Carlos Fabra, en que ese aeropuerto ¡°es para las personas¡±? Los transe¨²ntes pueden girar c¨®modamente: ?de qu¨¦ se quejar¨¢n? Lo queremos todo al mismo tiempo, innovaciones para la posteridad (aeropuertos para personas, quiz¨¢ helipuertos para bicicletas, la ¨²ltima idea explosiva de Fabra) e ingenier¨ªas ortodoxas. Pues o lo uno o lo otro, Carlos Fabra. ?Que la chapuza en la pista de giro obligar¨¢ a invertir m¨¢s dinero en un aeropuerto fantasma y concebido por persona o personas descerebradas o sin escr¨²pulos? Pues que los aviones aterricen en el busto de Fabra, que es m¨¢s grande que la pista. Adem¨¢s, poco ser¨¢ el extracoste en relaci¨®n con el saqueo privado y p¨²blico de la Comunidad Valenciana, la ruina de sus instituciones y el rid¨ªculo de sus dirigentes, todos alicatados con trajes de figur¨ªn y tez moreno Benidorm.
El herpes de la corrupci¨®n vive de la impunidad. Ante un disparate como el de la pista de giro en ese parque tem¨¢tico de comisiones y cohechos a¨¦reos, el Gobierno de la naci¨®n, no ha mucho dispuesto (de boquilla) a encarcelar a los gestores manirrotos, tiene una soluci¨®n: cerrar el aeropuerto o lo que sea ese endriago caciquil, prohibir por decreto que a nadie se le ocurra enterrar un euro m¨¢s en el sumidero de Fabra (¡°?Te gusta el aeropuerto del abuelo?¡± melindreaba a su nieta el presidente de la Diputaci¨®n de Castell¨®n durante la inauguraci¨®n, revelando as¨ª el car¨¢cter evidente de finca familiar) y ordenar una investigaci¨®n sobre qui¨¦nes pretenden seguir lucr¨¢ndose de la aver¨ªa.
Otro enredo es qu¨¦ hacer con esa ruina. Varias opciones manejan los t¨¦cnicos y los te¨®logos. Puede construirse un bingo, una catedral de los Kikos o un nuevo centro de loter¨ªas. O, a la vista del rencor de los defensores de la Memoria Hist¨®rica, una cripta para albergar los restos de Franco (Caudillo para los amigos y don Claudio para los conocidos). Hay canallas sin sensibilidad que han propuesto trasladar al General¨ªsimo al cementerio de residuos nucleares de El Cabril. Pues no, en el aeropuerto de Castell¨®n estar¨ªa bien cuidado; incluso podr¨ªa volar (con la imaginaci¨®n).
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