Macao, Singapur y Torrelodones
Si la operaci¨®n de Eurovegas llegara a consolidarse ser¨¢ interesante averiguar de qu¨¦ manera va a relacionarse su promotor con nuestro sistema pol¨ªtico
La pol¨¦mica en torno al proyecto Eurovegas est¨¢ provocando una viva discusi¨®n sobre sus posibles efectos econ¨®micos y sociales. Se formulan pron¨®sticos contrapuestos sobre el balance ¡ªpositivo o negativo¡ª que puede representar para el pa¨ªs y para su modelo productivo. Los partidarios locales del proyecto toman como referencia los efectos econ¨®micos beneficiosos de sus dos antecedentes asi¨¢ticos m¨¢s recientes: Macao y Singapur. Seg¨²n The Economist, Macao se ha desarrollado de forma superlativa y se ha convertido en menos de 10 a?os en la capital mundial del juego, cuadriplicando el negocio de Las Vegas. La experiencia m¨¢s reciente de Singapur parece tambi¨¦n un ¨¦xito empresarial, al menos, seg¨²n los promotores.
Sin embargo, se ha prestado menos atenci¨®n a su eventual impacto pol¨ªtico. Creo que merece mayor consideraci¨®n. Algo que distingue la propuesta Eurovegas de las operaciones asi¨¢ticas del se?or Sheldon Adelson es que ha de inscribirse en un escenario pol¨ªtico diferente. Es el escenario espa?ol, propio de las democracias electorales. Padece deficiencias de todos conocidas. Pero ello no quita que se distinga claramente del que se da en la ¡°regi¨®n especial¡± china de Macao o en la ciudad-Estado de Singapur.
Adelson en la campa?a para las primarias republicanas ha aportado 10 millones de d¨®lares para Newton Gingrich
As¨ª lo constatan centros internacionales de investigaci¨®n. Por ejemplo, una instituci¨®n no lucrativa como Freedom House, de creaci¨®n norteamericana. No es nada sospechosa de inclinaciones ¡°izquierdistas¡± y se manifiesta muy cr¨ªtica con sistemas pol¨ªticos como los actualmente vigentes en Bolivia, Venezuela o Ecuador. Pues bien: desde hace a?os y de nuevo en su Informe 2012, Freedom House excluye a Singapur del grupo de las democracias electorales y le adjudica una calificaci¨®n muy negativa en cuanto a la protecci¨®n de los derechos civiles y las libertades p¨²blicas. En concreto, la coloca en una cuarta divisi¨®n internacional, junto a pa¨ªses como Bhutan, Togo, Zambia, Pakist¨¢n o Nigeria.
Macao no aparece como tal en el Informe de Freedom House porque pertenece a la Rep¨²blica Popular de China. Su sistema pol¨ªtico recibe ¡ªcomo es previsible¡ª un juicio mucho m¨¢s severo por lo que hace a la garant¨ªa de los derechos civiles y pol¨ªticos de sus ciudadanos. En concreto, China ¡ªy con ella, Macao¡ª es relegada a la s¨¦ptima y ¨²ltima divisi¨®n de esta clasificaci¨®n pol¨ªtica internacional.
Espa?a ser¨ªa, pues, un entorno nuevo para una promoci¨®n empresarial bien acogida en contextos autoritarios y cuya producci¨®n y reparto de beneficios suele ajustarse a criterios bastante diferentes de los previsibles en un sistema sujeto a reglas b¨¢sicas de competencia democr¨¢tica. Las negociaciones del promotor Adelson destinadas a obtener licencia para operar en Macao y Singapur tuvieron como interlocutores a figuras pol¨ªticas indiscutidas. Indiscutidas por motivos contundentes para quienes se atrevieran a discutirlas: fueron jerarcas del partido ¨²nico en China ¡ªun viceprimer ministro del gobierno¡ª y hombres de confianza del primer ministro de Singapur Lee Hsien Lung, hijo y sucesor de Lee Kuan Yu, hombre fuerte de la ciudad-Estado durante 40 a?os. Probablemente, una negociaci¨®n reservada, ¨ªntima casi. El acuerdo sobre la distribuci¨®n de costes y beneficios de todo tipo pudo hacerse tambi¨¦n de forma discreta. Y poco o nada tuvieron que decir sobre ello otros actores sociales: medios de comunicaci¨®n bajo censura y control, partidos ¨²nicos o privilegiados, sindicatos sumisos, d¨¦biles organizaciones ciudadanas a merced del poder pol¨ªtico.
Es interesante saber si ¡ªen el caso espa?ol¡ª se ha alterado el modelo: en la estrategia de aproximaci¨®n a los interlocutores pol¨ªticos, en el dise?o de la campa?a de comunicaci¨®n y de los recursos facilitados a grupos medi¨¢ticos locales y a sus denominados ¡°l¨ªderes de opini¨®n¡±, en la fijaci¨®n de alianzas con sectores empresariales del pa¨ªs pr¨®ximos a su ¨¢mbito de actividad, en la apelaci¨®n a bufetes y consultor¨ªas para obtener asesor¨ªa jur¨ªdica y t¨¦cnica que permita sortear o sustituir disposiciones urban¨ªsticas, fiscales o laborales, etc.
Si la operaci¨®n llegara a consolidarse, tambi¨¦n ser¨¢ interesante averiguar de qu¨¦ manera va a relacionarse su promotor con nuestro sistema pol¨ªtico. No le resulta extra?o moverse en democracias electorales. Seg¨²n datos publicados, lo hace y a fondo en los dos pa¨ªses con los que mantiene mayor relaci¨®n: Israel y Estados Unidos. En Israel, aport¨® cuantiosos recursos financieros y medi¨¢ticos ¡ªincluida la creaci¨®n de un nuevo peri¨®dico de gran difusi¨®n¡ª para promover el acceso al gobierno del actual primer ministro Netanhayu, de l¨ªnea mucho m¨¢s dura que otros aspirantes respecto de las relaciones Israel-Palestina. En Estados Unidos, est¨¢n documentadas sus presiones sobre pol¨ªticos electos y sus notables donaciones econ¨®micas en las ¨²ltimas campa?as electorales, siempre en beneficio de los candidatos m¨¢s conservadores. Lo est¨¢ haciendo en la actual campa?a para las primarias republicanas, con una reciente aportaci¨®n r¨¦cord de 10 millones de d¨®lares para Newton Gingrich. Sigue as¨ª la pr¨¢ctica propia de algunas grandes fortunas cuando intervienen en pol¨ªtica. ?Renunciar¨¢ a ella cuando trata de irrumpir en nuestro escenario pol¨ªtico?
Es dif¨ªcil negar la fascinaci¨®n que ejercen las iniciativas y la potente biograf¨ªa de un personaje propio de un relato cinematogr¨¢fico, rotundo en sus ¨¦xitos y en sus fracasos, en lo familiar, en lo social, en lo econ¨®mico. Pero conviene no limitar el necesario debate a la faceta econ¨®mica de este colosal ejercicio de ¡°emprendedur¨ªa¡± y valorar no s¨®lo sus posibles efectos socioecon¨®micos, sino tambi¨¦n sus inevitables repercusiones pol¨ªticas.
Josep M. Vall¨¨s es catedr¨¢tico em¨¦rito de Ciencia Pol¨ªtica.
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