Mafalda y la esperanza
Hoy, 15 de marzo de 2012, Mafalda cumple 50 a?os.
Me dispon¨ªa a festejarlo recorriendo p¨¢ginas y portales que, durante los ¨²ltimos d¨ªas, han recopilado frases, tiras, dibujos, historias de esta genial creaci¨®n de Quino. Dicen que Mafalda es una de las im¨¢genes que m¨¢s ha circulado y circula por el mundo y, junto con la de otro ¨ªcono argentino, el Che Guevara, ha ilustrado millones y millones de camisetas, cuadernos escolares, p¨®sters, adhesivos, revistas, peri¨®dicos y agendas, en un aquelarre iconogr¨¢fico que revela admiraci¨®n, respeto y la m¨¢s absoluta devoci¨®n por esa ni?a de cabellos rebeldes y frases de una inteligencia demoledora.
Me dispon¨ªa a festejarlo, dec¨ªa, cuando me top¨¦ con uno de los recientes v¨ªdeos de una excelente serie producida por UNICEF, 2 Lifes: 2 Miles Apart, donde se presenta un contrapunto entre la vida de dos ni?os o ni?as separadas por dos millas de distancia, en una misma ciudad, en una ¨²nica realidad, pero en dos mundos diferentes. La historia de este nuevo cap¨ªtulo transcurre en Mumbai, India, donde conviven sin saberlo dos ni?as. Manisha es muy pobre, realiza trabajos dom¨¦sticos, ha abandonado la escuela, aunque quiz¨¢s sospecha que fue la escuela la que la abandon¨® a ella. Maansi, es una entusiasta y animada peque?a que ama su colegio, pertenece a una familia de clase media y, como tantas otras ni?as de su edad, llena su armario con adhesivos de princesas. El video construye el contraste polif¨®nico entre esas dos vidas peque?as, en las que se refleja un futuro de injusticias y un futuro de oportunidades.
Manisha llora. Llora cuando recuerda que tuvo que abandonar la escuela, porque ella quiso, porque ella no pudo, porque ella tuvo que hacerlo, porque en las condiciones en las que viv¨ªa su familia no pudo evitarlo. Llora como llora cualquier ni?a, pero sus l¨¢grimas nos pertenecen a todos, mojan nuestras mejillas a m¨¢s de dos millas de distancia. Sus l¨¢grimas son como las de cualquier ni?o, cualquier ni?a. L¨¢grimas que parten el coraz¨®n e interpelan nuestra perezosa conciencia. Cuando una ni?a llora, en cualquier lugar del planeta, lo hace de la misma forma. Cuando llora por una injusticia, su dolor es universal.
Me dispon¨ªa a festejar el cumplea?os de Mafalda, dec¨ªa. Despu¨¦s de todo, aunque ella se mantenga bastante mejor que yo, tenemos casi la misma edad. Las l¨¢grimas de Manisha me hab¨ªan conmovido. No sab¨ªa c¨®mo hacerlo. Las frases certeras de esa peque?a que odia la sopa y dialoga con su tortuga Burocracia, atravesaban mi cabeza busc¨¢ndole alguna explicaci¨®n a la barbarie que supone negarle a un ni?o, a una ni?a sus derechos.
Pens¨¦ que Manisha quiz¨¢s jam¨¢s conocer¨ªa a Mafalda. Y pens¨¦ que era eso lo que Mafalda tanto trataba de hacernos entender: las l¨¢grimas de Manisha no pueden derramarse en vano. Las l¨¢grimas de Manisha deben ser nuestra gu¨ªa, nuestra energ¨ªa. Negarle a un peque?o el derecho a la palabra, el derecho a escribir su propio nombre, a leer el mundo, a contarlo, es una de las m¨¢s brutales injusticias que a¨²n se perpet¨²an en un planeta indiferente al sufrimiento de los m¨¢s d¨¦biles.
Mafalda, esa ni?a que hace 50 a?os nos aguijonea con su inteligencia, lo sabe.
C¨®mo me gustar¨ªa celebrar el cumplea?os de Mafalda con Manisha. Sus nombres suenan tan dulces, tan tiernos, tan parecidos.
No entrar¨¦ hoy en ninguna p¨¢gina, en ning¨²n portal o peri¨®dico que recuerde a Mafalda. Con esto me basta.
Lo entend¨ª.
Mafalda vive en las l¨¢grimas y en las risas de todas las Manishas que habitan sobre la faz de la tierra. Y es a ellas a las que debemos todo nuestro esfuerzo y todo nuestro compromiso.
Mafalda, una vez m¨¢s, se sali¨® con la suya. No hay mejor festejo que luchar para que todos los seres humanos tengan derecho a la palabra. No hay mejor festejo que luchar por la comuni¨®n de la esperanza, donde hombres y mujeres se anidan en el compromiso de hacer que las l¨¢grimas de Manisha no nos sean indiferentes.
Festejemos este cumplea?os, construyendo un mundo donde sea posible, como alguna vez lo recordara Gianni Rodari, ¡°el uso total de la palabra para todos. No para que todos sean artistas, si no para que nadie sea esclavo.¡±
(Desde R¨ªo de Janeiro)
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