Vigilancia redoblada
La supervisi¨®n preferente de Europa al ajuste en Espa?a responde a la gravedad de su econom¨ªa
La desconfianza sobre la econom¨ªa espa?ola, que nunca se hab¨ªa ido del todo, ha vuelto con fuerza a los mercados en los ¨²ltimos d¨ªas. La prima de riesgo espa?ola est¨¢ ya 50 puntos b¨¢sicos por encima de la italiana, sin que las reformas anunciadas hayan tenido sobre ella un efecto estabilizador contundente y prolongado. Proliferan los an¨¢lisis catastrofistas con diversos grados de veracidad, y la Comisi¨®n Europea se dispone a vigilar muy estrechamente los Presupuestos y el cumplimiento del d¨¦ficit, que deber¨¢ quedarse en el 5,3% del PIB para este a?o. La econom¨ªa espa?ola ha entrado en fase de observaci¨®n y control de las autoridades comunitarias. Menudear¨¢n las misiones de an¨¢lisis e informaci¨®n, se multiplicar¨¢n las peticiones de datos presupuestarios y el caso de Espa?a ser¨¢ punto obligado en el orden del d¨ªa de las reuniones comunitarias.
La raz¨®n es que las autoridades europeas no se f¨ªan del grado de compromiso de la pol¨ªtica econ¨®mica espa?ola con el ajuste presupuestario. Tambi¨¦n son reticentes hacia el c¨¢lculo del d¨¦ficit de 2011 presentado por el Gobierno actual. A pesar de los desmentidos del Gobierno, levanta suspicacias el dato definitivo del 8,5% del PIB apuntado por Rajoy y su equipo, cuando el Gobierno anterior insiste en que deber¨ªa haberse cerrado con poco m¨¢s del 6%. Estas dudas deben resolverse con la presentaci¨®n de los n¨²meros pertinentes.
No es una situaci¨®n f¨¢cil para un Gobierno exponerse a la vigilancia continua de un organismo supranacional. Tiene ventajas evidentes, por cierto. Convencer¨¢ a las autonom¨ªas de que la exigencia del ajuste del gasto debe cumplirse a rajatabla y diluir¨¢ el coste pol¨ªtico de dicho ajuste, que pasa a la cuenta de Europa. Adem¨¢s, dotar¨¢ de verosimilitud ante los mercados a los esfuerzos de estabilidad presupuestaria.
Pero, a cambio, los intermediarios financieros encontrar¨¢n en esta atenci¨®n preferente un motivo para confirmar los s¨ªntomas de debilidad de la econom¨ªa espa?ola. Los an¨¢lisis apocal¨ªpticos, poco matizados, sugieren incluso un pr¨®ximo rescate de Espa?a debido a su presunta incapacidad para cumplir con sus compromisos de estabilidad presupuestaria y la consiguiente explosi¨®n del diferencial de deuda. Pero no hay que olvidar la acci¨®n bals¨¢mica del Banco Central Europeo (BCE), que puede atemperar, con las medidas monetarias ya en curso u otras nuevas, las convulsiones en los mercados de la deuda. Aunque es evidente que dicha acci¨®n tiene fecha de caducidad: primer trimestre de 2015.
Dicho lo cual, debe admitirse que la econom¨ªa espa?ola tiene un punto d¨¦bil que alentar¨¢ en los pr¨®ximos trimestres las dudas de los mercados. Es la dificultad para crecer y crear empleo, agudizada adem¨¢s por los necesarios ajustes presupuestarios en el Estado y en las autonom¨ªas. Las reformas anunciadas no impulsan por s¨ª mismas el crecimiento; sin crecimiento, la estabilidad presupuestaria se hace dif¨ªcil. Rajoy y su equipo econ¨®mico tienen que desvelar ya, con el Presupuesto, cu¨¢l es su pol¨ªtica econ¨®mica de reactivaci¨®n.
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