Se alza el tel¨®n en Mogadiscio
The show must go on. La obra, el espect¨¢culo, la funci¨®n deben continuar, seguir adelante, pase lo que pase, en los escenarios y en la vida. Y la regla se sigue tambi¨¦n en Mogadiscio, en Somalia, donde la semana pasada volvi¨® a abrir sus puertas el Teatro Nacional tras llevar m¨¢s de 20 a?os cerrado.
Se alz¨® de nuevo el tel¨®n, aunque tuvo que ser metaf¨®ricamente, porque no s¨®lo no hay tal cosa (ni muchas otras) en el Teatro Nacional sino que el edificio entero est¨¢ agujereado y no tiene ni techo, como resultado de los disparos y los bombardeos a los que ha estado sometida la capital somal¨ª.
Nada de esto import¨® a las alrededor de mil personas que llenaron el supuesto patio de butacas, incluyendo al presidente del pa¨ªs, el primer ministro y otros oficiales del Gobierno, para ver en vivo la primera representaci¨®n en este escenario desde 1991. Para muchos j¨®venes, se trataba de la primera vez en su vida que iban a un teatro.
V¨ªdeo: Baioda TV / YouTube
Fue un espect¨¢culo teatral y musical que habl¨® del d¨ªa a d¨ªa en Mogadiscio y del futuro que puede esperar a Somalia. Como parte de la obra, tambi¨¦n hubo mon¨®logos de un humor que, dadas las circunstancias y en un escenario medio derruido, fue inevitablemente negro. El p¨²blico, acostumbrado a una guerra cotidiana, ri¨® con gusto. Porque el presente y el futuro de Mogadiscio parecen cada vez menos oscuros. La reapertura del Teatro Nacional es el m¨¢s reciente de varios s¨ªntomas que indican que la ciudad parece dirigirse poco a poco hacia una cierta normalidad.
Construido por los chinos en 1967, el edificio cerr¨® en julio de 1991, el a?o que fue depuesto el dictador Siad Barr¨¦ y Somalia entr¨® en un ciclo de caos y violencia que a¨²n continua hoy. Diferentes milicias y facciones, algunas comandadas por los llamados 'se?ores de la guerra', llevan desde entonces enfrentadas por el control de las diferentes partes del pa¨ªs.
La fase m¨¢s reciente de esta guerra entrenta a la milicia islamista Al Shabab (los j¨®venes, en ¨¢rabe) con el d¨¦bil Gobierno Federal de Transici¨®n, que tiene el respaldo de la ONU y de la mayor parte de la comunidad internacional. Al Shabab se ha declarado formalmente parte de Al Qaeda y pretende instaurar un r¨¦gimen isl¨¢mico radical. Esta milicia lleg¨® a tener bajo su poder casi todo el centro y el sur del pa¨ªs y la mayor parte de Mogadiscio, donde el Gobierno y las tropas de paz de la Uni¨®n Africana (UA) que lo apoyan apenas controlaban el aeropuerto, el palacio presidencial y las calles de alrededor.
En las zonas bajo su control, Al Shabab prohibe casi cualquier forma de entretenimiento o espect¨¢culos p¨²blicos, como la m¨²sica (excepto la religiosa), el f¨²tbol, el cine o el teatro.
Pero las tornas parecen estar cambiando y en agosto Al Shabab se vio obligada a abandonar sus posiciones en Mogadiscio, debilitada por la ofensiva de las tropas de la UA y del Gobierno, por enfrentamientos internos y tambi¨¦n por la hambruna que entonces asolaba a parte de Somalia.
Desde ese momento, la vida cotidiana en la ciudad comenz¨® a transformarse. La gente empez¨® a limpiar y a recoger los escombros y las ruinas de los edificios destruidos. Creci¨® el n¨²mero de bares y tiendas que abr¨ªan sus puertas. Somal¨ªes que viv¨ªan en el extranjero comenzaron a regresar a su pa¨ªs.
"Las cosas est¨¢n cambiando, las mujeres est¨¢n volviendo a vestirse al modo tradicional somal¨ª y no al modo que impon¨ªa Al Shabab. ?Y ahora, todos los viernes van y llenan las playas!", nos comentaba a varios periodistas Fred Mugisha, comandante de AMISOM en Mogadiscio, el pasado 20 de enero. Las pintorescas playas de la ciudad eran hasta hace unos meses territorio prohibido debido a la presencia de francotiradores y de posibles bombardeos.
Un polic¨ªa patrulla la playa de Mogadiscio entre los ba?itas el 23 de marzo de 2012 (Foto: Omar Faruk / Reuters)
Ya en enero era evidente la metamorfosis que hab¨ªa experimentado Mogadiscio desde agosto. Incluso ha vuelto a haber atascos de tr¨¢fico en sus calles, algo ins¨®lito durante las ¨²ltimas dos d¨¦cadas.
"Somalia tiene una tradici¨®n literaria que data desde hace m¨¢s de 700 a?os, y creo que retomar estas tradiciones jugar¨¢ un papel importante en el proceso de paz", dijo Sheikh Sharif Sheikh Ahmed, el presidente de Somalia, durante la reapertura del teatro. "Los artistas tienen el poder de reflejar y transmitir los sentimientos de su gente con palabras, con im¨¢genes y con representaciones, tal y como hemos visto hoy". Los primeros espect¨¢culos programados recorrer¨¢n el conflicto en Somalia durante los ¨²ltimos 20 a?os y tratar¨¢n sobre cuestiones de reconciliaci¨®n y de paz, entre otros.
Pero a esa paz a¨²n le queda camino por delante. Unas horas antes, en la noche del domingo, miembros de Al Shabab hab¨ªan lanzado fuego de mortero contra el palacio presidencial, que se encuentra a apenas unos pocos cientos de metros del teatro. Un campo de desplazados (IDPs) en la zona recibi¨® impactos y al menos seis personas murieron. De hecho, en Mogadiscio y alrededores a¨²n existen varios campos que sirven de hogar a cientos de miles de refugiados que huyeron de sus hogares debido a la violencia y al hambre.
Desde su retirada, Al Shabab ha pasado a realizar ataques de este tipo, a plantar IEDs (explosivos improvisados) y a¨²n se producen tiroteos ocasionales entre miembros de la milicia y las fuerzas progubernamentales. La guerra a¨²n sigue caliente en partes del centro y el sur del pa¨ªs, donde Al Shabab se enfrenta a tropas et¨ªopes y kenianas que tambi¨¦n le han ido comiendo terreno en los ¨²ltimos meses.
Pero en Mogadiscio, y a pesar de los regulares episodios de violencia, la vida s¨ª se dirige obstinadamente hacia la normalidad. "El teatro es un s¨ªmbolo: lo que estamos diciendo es que Mogadiscio es nuestra ciudad y queremos que nos la devuelvan", dijo al Daily Telegraph Jabril Ibrahim Abdulle, director de la organizaci¨®n, a cargo de la reapertura. "Vemos el arte y la cultura regresar a las vidas de los somal¨ªes".
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