Jos¨¦ Silvio Tay, superviviente del genocidio contra el pueblo maya Ixil: ¡°Encontrar los cuerpos nos da los indicios de c¨®mo fueron ejecutados¡±
El activista, campesino de profesi¨®n, dedica su tiempo libre a la b¨²squeda de personas desaparecidas durante el Conflicto Armado Interno guatemalteco para contribuir al esclarecimiento de los hechos ante los tribunales
Cuando Jos¨¦ Silvio Tay (Choatalun, Guatemala, 48 a?os) ten¨ªa seis a?os, sus padres le dijeron que deb¨ªan abandonar su hogar, una comunidad ixil en el departamento de Quich¨¦, en Guatemala. En ese momento no entend¨ªa lo que ocurr¨ªa, solo que ten¨ªa que huir de ¡°personas que estaban armadas y vestidas de verde olivo¡±. Tampoco pod¨ªa saber que iba a estar 18 meses escondido en la monta?a aliment¨¢ndose ¨²nicamente de naranjas, pl¨¢tanos, ca?a de az¨²car y ma¨ªz molido para sobrevivir al genocidio que se cern¨ªa contra comunidades mayas, perpetrado por el ej¨¦rcito guatemalteco entre 1981 y 1983, durante las dictaduras militares de Romeo Lucas Garc¨ªa (1978-1982) y Efra¨ªn R¨ªos Montt (1982-1983). En aquellas matanzas, que se produjeron en el marco del Conflicto Armado Interno de Guatemala (1960-1996), durante el que murieron unas 200.000 personas, Tay perdi¨® a su abuelo y a otros dos familiares. Uno de ellos todav¨ªa figura entre las 40.000 v¨ªctimas sin localizar.
Tay, que ahora es campesino de profesi¨®n, dedica su tiempo libre a la b¨²squeda de los desaparecidos y al acompa?amiento de familias supervivientes al genocidio a trav¨¦s de la Asociaci¨®n para la Justicia y la Reconciliaci¨®n (AJR), seg¨²n explica durante una reciente entrevista en Madrid. Pero, despu¨¦s de m¨¢s de 40 a?os de las matanzas, el camino hacia la justicia para los supervivientes sigue siendo un calvario. Si en 2013 el Tribunal de Constitucional de Guatemala anul¨® la condena a 80 a?os de c¨¢rcel por genocidio y cr¨ªmenes de guerra contra R¨ªos Montt, que muri¨® impune, el pasado 28 de noviembre las v¨ªctimas recibieron un nuevo jarro de agua: la sala de apelaciones anul¨®, tras 99 audiencias, la fase final del juicio contra el exgeneral Manuel Benedicto Lucas Garc¨ªa, acusado de genocidio y la responsabilidad directa en m¨¢s de 19 masacres, desaparici¨®n forzada, tortura y violencia sexual contra el pueblo ixil. Adem¨¢s, design¨® a un nuevo tribunal para que se repita el juicio, seg¨²n denunciaron las organizaciones de v¨ªctimas y sobrevivientes del Conflicto Armado Interno, a trav¨¦s de un comunicado.
Estamos muy preocupados de c¨®mo la justicia est¨¢ cooptada en Guatemala
El equipo legal de los sobrevivientes present¨® el pasado 10 de diciembre un amparo constitucional en contra de la resoluci¨®n de la sala. Frente a la Corte Suprema de Justicia de Guatemala advirtieron un ¡°desmantelamiento¡± de la Fiscal¨ªa de Derechos Humanos y exigieron la renuncia de la fiscal general Consuelo Porras por ¡°promover la impunidad a favor de exmilitares¡±, y la revocaci¨®n de las decisiones ¡°arbitrarias¡± de ambas salas de apelaciones.
¡°Estamos muy preocupados de c¨®mo la justicia est¨¢ cooptada en Guatemala. Este sistema de justicia protege a los militares y aquellas personas que est¨¢n en la l¨ªnea de la corrupci¨®n¡±, denuncia Silvio Tay en nombre de la AJR. Desde el 13 de noviembre hab¨ªan advertido de los intentos por frenar el juicio, despu¨¦s de que cuatro auxiliares fiscales que trabajaban en el caso fueran trasladados a otra Fiscal¨ªa.
Reparaci¨®n del da?o: verdad y no olvido
Para Tay, lo m¨¢s importante en la reparaci¨®n del da?o causado es el reconocimiento de lo cometido, m¨¢s all¨¢ de ¡°si la persona est¨¢ en la c¨¢rcel o no¡±. ?l asegura que su lucha es por la b¨²squeda de la verdad y memoria. ¡°La reparaci¨®n del da?o es que el Estado reconozca que no cuid¨® a la gente, sino que la violent¨®¡±, agrega.
Tay sufri¨® esa violencia y aunque de ni?o no lo entend¨ªa, ahora sabe qu¨¦ significaba el humo que vio salir de su casa despu¨¦s de huir. ¡°Lo quemaron todo y robaron los animales que ten¨ªamos¡±, rememora. Los desplazamientos a los que se vio forzado el activista y su familia fueron la forma de sobrevivir a una estrategia militar aplicada durante el conflicto guatemalteco para abatir a los movimientos insurgentes: la pol¨ªtica de tierra arrasada, que fue usada sistem¨¢ticamente para asesinar, desaparecer, torturar y abusar sexualmente de la poblaci¨®n maya, seg¨²n determin¨® la Comisi¨®n para el Esclarecimiento Hist¨®rico (CEH) guatemalteca.
Entre 2019 y 2023, Tay ha contribuido a recuperar al menos los cad¨¢veres de 36 v¨ªctimas que estaban desaparecidas. ¡°Por un lado, encontrar los cuerpos nos da los indicios de c¨®mo fueron ejecutados, en qu¨¦ condiciones est¨¢n¡ Eso nos sirve como pruebas que se pueden presentar en las querellas. Por otro lado, es encontrarlos y darles una sepultura digna. O cerrar un duelo de las familias que han perdido a su familiar y que no saben ni por qu¨¦ fueron ejecutados¡±, explica. As¨ª fue como Tay y su familia, lograron encontrar a su t¨ªo a 500 kil¨®metros de su aldea.
La reparaci¨®n del da?o es que el Estado reconozca que no cuid¨® a la gente sino que las violent¨®
¡°Hablar de la memoria significa el deber de recordar¡±, asegura Tay. Por eso, cree que es crucial que haya resoluciones judiciales que luego puedan estudiarse en las escuelas ¡°cuando los responsables sean declarados culpables para que la juventud que no sabe lo que ocurri¨® lo entienda y no se repita la historia¡±, puntualiza.
Sea cual sea la resoluci¨®n final del proceso que juzga el genocidio contra el pueblo ixil, ¨¦l continuar¨¢ la b¨²squeda de las personas desaparecidas y luchar¨¢ para que el da?o sea reparado, tambi¨¦n por otras v¨ªas, como la construcci¨®n de un memorial. Y hace una ¨²ltima petici¨®n: ¡°Podr¨ªan dejar un sitio, un cuartel o una zona militar para poner lo que pas¨®¡±.
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