Emigraci¨®n: viaje al pasado

Si el desempleo sigue castigando tan duramente al mercado laboral, Espa?a va a necesitar pronto un nuevo Juanito Valderrama que ponga voz y sentimiento a la emigraci¨®n de cientos de miles de trabajadores. Entre 1950 y 1973 un mill¨®n y medio de personas cruzaron la frontera para buscar una vida mejor; especialmente en Suiza, Francia y Alemania. Tras la crisis del petr¨®leo y una vez en la Uni¨®n Europea, Espa?a se transform¨® de tal manera que invirti¨® el fen¨®meno migratorio pasando de emisor a receptor de mano de obra.

Los datos del Banco de Espa?a indican que este pa¨ªs puede estar volviendo al pasado: 1,8 millones de espa?oles son emigrantes y sus remesas han batido un nuevo r¨¦cord ¡ª5.701 millones de euros en 2011¡ª y siguen recortando distancias con las de los inmigrantes que viven en Espa?a. A pesar de la crisis, el saldo es positivo para Espa?a con 1.565 millones de euros de m¨¢s que dejan los inmigrantes.

Una de las grandes diferencias entre los a?os heroicos de Valderrama y los de ahora es que aquellos emigrantes evitaron que el paro se disparase en Espa?a. La actual exportaci¨®n de mano de obra es mucho menor en t¨¦rminos relativos ¡ªahora Espa?a tiene 47 millones de habitantes frente a los 30,5 de 1960¡ª y su huida est¨¢ ejerciendo, por l¨®gica, una influencia menos efectiva en la reducci¨®n del desempleo, cuya tasa ha colocado a Espa?a a la cabeza de la Uni¨®n Europea. Hay muchas diferencias entre aquellos emigrantes y los de ahora. Una de ellas es la mayor cualificaci¨®n con la que ahora viajan los espa?oles en busca de un empleo. Otra muy importante es que cuando la crisis del petr¨®leo puso fin a aquella triste di¨¢spora, los emigrantes que volvieron hallaron una Espa?a con una tasa de paro del 2,2%; un sue?o que ahora se vislumbra inalcanzable.

Lo que m¨¢s une a ambos fen¨®menos es el papel benefactor que los pa¨ªses europeos juegan en nuestra econom¨ªa. Puede que ahora haya descontento con las pol¨ªticas econ¨®micas del continente, pero entonces como ahora son esos pa¨ªses los que acogen mayoritariamente a los emigrantes hispanos. Uno de cada tres vive y ¡ª?oh, milagro!¡ª trabaja hoy en el resto de Europa.