Una mujer casquivana, fr¨ªa y brutal

La relaci¨®n amor-odio entre Nicolas Sarkoy y su exesposa C¨¦cilia Attias (de soltera C¨¦cilia Ciganer Alb¨¦niz) sigue generando bilis y portadas. Si la campa?a presidencial de 2007 pas¨® a la historia porque C¨¦cilia no vot¨® por su marido en la segunda vuelta y porque la noche del triunfo fue para Sarkozy ¡°la m¨¢s triste¡± de su vida, seg¨²n confes¨® hace poco porque ese d¨ªa se enter¨® de que C¨¦cilia le iba a abandonar, la nueva carrera hacia el El¨ªseo est¨¢ sirviendo para ajustar viejas cuentas pendientes y para fabricar una nueva imagen al impopular presidente saliente.

Las hostilidades se han desatado con una biograf¨ªa de Sarkozy, escrita por Catherine Nay y titulada L'Imp¨¦tueux (El impetuoso), que retrata a C¨¦cilia como una mujer casquivana, fr¨ªa y brutal. Entre otras cosas, Nay revela que la bisnieta de Isaac Alb¨¦niz larg¨® a Sarkozy del domicilio conyugal oblig¨¢ndole a dormir de okupa en casa de sus amigos durante una crisis. Se trataba de un episodio desconocido, incluso para la madre del todav¨ªa jefe del Estado, Andr¨¦e Sarkozy, Dadu para los amigos, que al parecer no sale de su asombro.

El impetuoso, biograf¨ªa muy autorizada, forma parte del despliegue de medios exculpatorios puestos en marcha por el entorno de Sarkozy para tratar de borrar el sambenito de nuevo rico que arrastra el presidente bling bling. La tesis b¨¢sica de esta campa?a paralela dirigida al coraz¨®n es que Sarkozy es un hombre justo, bueno y entregado, que si err¨® alguna vez fue por amor y que tras mucho sufrir hoy tiene una familia digna de un estadista.

Carla Bruni forma parte de esta c¨¦lula de crisis y se esfuerza cada d¨ªa en hacer declaraciones que resalten la sencillez y normalidad de la vida en el El¨ªseo. Tras su c¨¦lebre ¡°somos gente modesta¡±, ahora ha dicho: ¡°Al lado de madame Pompidou, yo soy Lady Gaga¡±. Siguiendo esta l¨ªnea, los asesores del presidente afirman que ¡°votar por el cambio es votar a Sarkozy¡±, y una reciente portada de Paris Match (revista que edita su millonario amigo Arnaud Lagard¨¦re) ha mostrado a un Sarkozy oscuro y ojeroso, con aspecto de enterrador responsable.

El propio Nicolas II ha asumido en televisi¨®n algunos ¡°fallos de relaciones p¨²blicas¡± atribuy¨¦ndolos a su amor fou por C¨¦cilia. En el programa Des paroles y des actes, el candidato saliente (como le llama su rival Fran?ois Hollande) acus¨® a C¨¦cilia de ser la responsable tanto de la celebraci¨®n de la victoria de 2007 en Fouquet's como de las vacaciones posteriores en el yate Paloma del empresario Vincent Bollor¨¦.

Cuando le preguntaron si volver¨ªa a celebrar la victoria en la prohibitiva brasserie o en un yate de 40 metros, Sarkozy enton¨® un dram¨¢tico ¡°no¡± y a?adi¨®: ¡°Esta vez tengo una familia, una familia s¨®lida, y s¨¦ d¨®nde podr¨ªa ir a celebrar la victoria. Con aquellos a los que quiero. No tendr¨ªa necesidad de buscar refugio en otro sitio¡±.

Desde su loft de Manhattan, C¨¦cilia, que unos a?os atr¨¢s dijo de Sarkozy que era ¡°un taca?o y un mujeriego que no quiere ni a sus hijos¡±, pero que en febrero pasado hab¨ªa apoyado la reelecci¨®n de su ex, ha preferido no responder a la pu?alada y ha dejado que lo haga su marido actual, Richard Attias.

El publicista, con quien la ef¨ªmera exprimera dama tuvo varios romances mientras estaba casada con Sarkozy, ha negado la implicaci¨®n de su esposa en aquellas decisiones que desilusionaron a tantos franceses solo unas horas despu¨¦s de elegir al presidente en 2007: ¡°Un mandato de cinco a?os no se puede echar sobre la espalda de una persona que solo estuvo all¨ª seis meses¡±.

Attias ha a?adido que C¨¦cilia lleg¨® tard¨ªsimo a Fouquet's y ni siquiera vot¨® por Sarkozy, dando a entender que fue el presidente quien organiz¨® la soir¨¦e de Fouquet's y el fallido crucero de relax para tratar de reconquistar a C¨¦cilia cuando la pareja se iba a pique.

A menos de dos semanas para la primera vuelta, y con los sondeos dando por segura su derrota, C¨¦cilia ha decidido no hablar y ni siquiera se pone al tel¨¦fono cuando llama Sarkozy, seg¨²n el Journal du Dimanche. La guerra es la guerra, y seg¨²n Le Nouvel Observateur, Louis, el hijo com¨²n, ha tomado partido por su padre y le ha dicho a la madre una frase tan dolorosa como memorable: ¡°Si pap¨¢ pierde, ser¨¢ culpa tuya¡±.