El accidente del Rey en Botsuana
Cuando me preguntan si soy mon¨¢rquico, siempre dudaba entre decir que s¨ª o decir que realmente era Juan Carlista. Pero hoy he visto las fotos del rey en la cacer¨ªa de elefantes.
?Qu¨¦ se sentir¨¢ al matar a uno? Acaso no habr¨¢ visto nunca esos documentales en los que queda demostrado que son animales que sienten, que defienden a sus cr¨ªas, que se comunican entre s¨ª, que reconocen y veneran los cad¨¢veres de su especie. ?Y que pensar¨¢ un ciudadano que padece las m¨¢s absolutas necesidades, paro, deuda, falta de futuro, y ve que el m¨¢s s¨®lido de sus ¨²ltimos representantes carece de la sensibilidad necesaria para no formar parte de aquella actividad? ?Tampoco habr¨¢ visto los documentales sobre lo que est¨¢ pasando en nuestro pa¨ªs? Siempre pens¨¦ en la Corona que nos representa como en algo mucho m¨¢s moderno y digno que la median¨ªa del poder pol¨ªtico que nos gobierna. Hoy, cr¨¦ame que me ha impactado la imagen y me lleva a pensar que la dignidad que yo entend¨ªa, pueda deberse m¨¢s a la protecci¨®n dada por los medios de informaci¨®n en estos a?os, que a la realidad.
Realmente me siento triste. ?Qu¨¦ pena!¡ª Emilio Pastor Mart¨ªnez. Orihuela, Alicante.
Creo muy necesario un debate, lo m¨¢s sosegado posible, que tiene pendiente nuestro pa¨ªs. ?Qu¨¦ forma de Estado queremos? Seg¨²n mi parecer, tenemos que empezar a aportar ideas y opiniones ya. Sabemos que por ¡°reloj biol¨®gico¡± en alg¨²n momento saltar¨¢ este tema; no parece que sea en esa circunstancia y con urgencia, la manera de abordar un asunto importante en el que es necesario un gran consenso.
Conviene recordar que han pasado 34 a?os desde que, dentro de un paquete muy amplio y con unas circunstancias muy distintas a las actuales, se ¡°autoriz¨®¡± la monarqu¨ªa. Conclusi¨®n de esto es que quienes tenemos menos de 52 a?os de edad no hemos podido opinar nunca.
Casualmente, nos enteramos de la cacer¨ªa un 14 de abril. No quiero dejar pasar esta coincidencia para desmitificar la idea de que instaurar una rep¨²blica signifique repetir la de 1931. Rep¨²blicas existen muchas (la mayor¨ªa de los Estados actuales). Por supuesto, ser republicano no implica una ideolog¨ªa concreta.
?Se nos considera al pueblo espa?ol mayor de edad para poder discernir si preferimos una monarqu¨ªa o una rep¨²blica?¡ª David Barriopedro Marr¨®n. Madrid.
En relaci¨®n al editorial Percance real, de 15 de abril, llama la atenci¨®n la distancia que marca con respecto a la cuesti¨®n de fondo. Hay un clamor popular. No es el derecho a la privacidad ni a ocupar el tiempo libre como cada uno quiera o pueda, lo que se critica. Ni la falta de una informaci¨®n que se presupone de la ¡°nueva¡± pol¨ªtica de transparencia de la Casa Real. Es la oportunidad de ese viaje, con un pa¨ªs en situaci¨®n ¡°sangrante¡±, y el hecho de participar en una actividad para muchos reprobable. Se trata de una actitud ¨¦tica y est¨¦tica. Y sobre ambas cuestiones, el peri¨®dico pasa m¨¢s que ¡°de puntillas¡±.¡ª Agust¨ªn Lasarte Calderay. Ja¨¦n.
Estos d¨ªas, en los distintos medios de comunicaci¨®n, veo con tristeza que van a la caza, busca y captura e intentando deshonrar la figura del Rey, de una manera populista y con una falta de criterio y honradez profesional.
Me explico: ?alguien de La Zarzuela se ha molestado en explicar que la figura del Rey, es y ha sido irreemplazable, de los contactos personales, en sus visitas privadas, para conseguir contratos para nuestras empresas y, ¨²ltimamente, para conseguir el petr¨®leo que nos niega Ir¨¢n, y que lo ha conseguido en Arabia Saud¨ª?
?La gente ignora que hay cantidad de negocios que se hacen en estos viajes ¡°privados¡±, que redundan en beneficio de Espa?a?
?No ser¨¢ que tanto La Zarzuela como La Moncloa, adolecen de una comunicaci¨®n veraz, y que deber¨ªan informar de una manera clara y di¨¢fana lo que se est¨¢ haciendo para sacar a este pa¨ªs de la crisis? No levanten tanta polvareda por unos d¨ªas de cacer¨ªa, ya que el ¨¢rbol no nos deja ver el bosque.
Vale ya de tanta prensa amarilla y demos el valor que corresponde a qui¨¦n y c¨®mo nos representan y ?hablemos claro!
Me olvidaba¡ no soy mon¨¢rquico ni lo he sido nunca... pero me molestan y mucho las injusticias y esa campa?a a la que me refiero es una prueba palpable de las pocas miras y estrechez de mente de algunas personas.¡ª Jos¨¦ Antonio Casanovas Tom¨¢s.
]A lo largo de mi vida me ha ocurrido muchas veces sentirme avergonzado por la conducta de los jefes de Estado de mi pa¨ªs de origen, la Argentina, donde, salvo honrosas excepciones, durante el siglo XX hubo pocos que merecieran nuestro respeto ciudadano. Por ese motivo, entre otros, hace unos a?os solicit¨¦ con ilusi¨®n y orgullo la nacionalidad espa?ola. Pero en los ¨²ltimos meses no he podido evitar volver a sentir ese mismo sentimiento de verg¨¹enza ciudadana ante los hechos que rodean a la Jefatura del Estado. Y la cacer¨ªa de elefantes en Botsuana ha hecho rebosar la copa de mi capacidad de avergonzarme.
Que el Jefe del Estado de un pa¨ªs democr¨¢tico y avanzado tenga la frivolidad de ir a ?cazar elefantes al ?frica!, sobre todo ante una situaci¨®n interna de tanta tensi¨®n e incertidumbre, me llena de asombro, y como digo, de verg¨¹enza. ?Y el Gobierno, no es capaz de asesorar al Jefe del Estado sobre las conductas a seguir, particularmente en un momento tan incierto para el futuro de nuestro sistema socio-econ¨®mico, e incluso de nuestras libertades democr¨¢ticas?¡ª Delmar Alberto Blasco Bellomar¨ªa. Cabanes, Girona.
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