Sobre el periodista Pedro Mac¨ªa

A Pedro y a m¨ª nos junt¨® la Transici¨®n y Rafael Ans¨®n, quien se empe?¨® en hacer unos telediarios distintos, aquellos de Lalo Azcona, Eduardo Sotillos y ?ltima hora con Pedro como director. Ven¨ªamos de mundos distintos, intelectual, cultural y pol¨ªticamente, pero nos hicimos ¨ªntimos. Nos respetamos.

Pedro era ¡ªy ya me cuesta poner el pasado¡ª un tipo generoso como pocos. Tambi¨¦n era un tipo libre, el m¨¢s libre e independiente de los que han caminado junto a m¨ª por TVE durante 40 a?os. Su libertad le cost¨® la direcci¨®n dos veces. La primera por dimisi¨®n. La suya era la importante y toda TVE lo sab¨ªa. Pedro pod¨ªa no haber seguido el camino de Lalo y Sotillos, pero dimiti¨®. No soport¨® la censura de Arias Salgado, sustituto de Ans¨®n.

En 1978, un director de TVE, de cuyo nombre no quiero acordarme, le ces¨® de mala manera. Pedro se neg¨® a no entrevistar a Marcelino Camacho y a Nicol¨¢s Redondo. Se fue y la TVE era su casa y su vida. Pedro defend¨ªa como pocos una TVE p¨²blica e independiente y obr¨® en consecuencia. Se neg¨® a ser director de TVE. Se sent¨ªa feliz en Canarias, donde fue director del Centro de Producci¨®n de Programas.

Pedro es historia de esa TVE nacida en el paseo de La Habana. Es uno de los pioneros. Es ¡ªaqu¨ª no habr¨¢ pasado¡ª uno de los grandes, de los m¨¢s grandes de esa casa de locos maravillosa que es TVE. Pedro es eso, pero sobre todo era un caballero, un tipo honesto, cabal, que defendi¨® su trabajo y a cuantos tuvimos la fortuna de trabajar con ¨¦l. Para m¨ª fue un honor ser amigo de Pedro. Pedro y yo nos llam¨¢bamos brother, por algo ser¨ªa.¡ª Julio Bern¨¢rdez Garc¨ªa.