Las consecuencias de YPF

La incautaci¨®n de la petrolera YPF est¨¢ generando un reguero de inc¨®modas consecuencias para el Gobierno argentino. Es l¨®gico. Porque el m¨¦todo de la expropiaci¨®n, a solo una parte de los propietarios ¡ªla espa?ola Repsol¡ª y sin fijar la correspondiente indemnizaci¨®n, conecta con las nacionalizaciones abruptas de la era poscolonial, m¨¢s radicales incluso que las practicadas por la Venezuela de Ch¨¢vez. Y porque refresca a la comunidad internacional la memoria de que la litigiosidad planteada por el peronismo por casos similares ante el arbitraje del Banco Mundial es la m¨¢s alta del mundo.?

Ayer fueron los ministros de Comercio del G-20 y el Parlamento Europeo quienes salieron al paso de la incautaci¨®n. Aquellos desecharon la tesis argentina de que el grupo debe mirar para otro lado pues la medida es solo bilateral. Conclusi¨®n que deber¨ªa asumir el FMI como brazo ejecutivo del G-20, desautorizando a su empleado para Am¨¦rica Latina: una expropiaci¨®n gratuita afecta al libre comercio global, principio clave del Fondo.

La Euroc¨¢mara fue a¨²n m¨¢s lejos, al propugnar que Argentina sea despose¨ªda de las ventajas asociadas al sistema de preferencias generalizadas, del que goza hist¨®ricamente, junto a otros miembros de Mercosur, en gran parte por el empe?o solidario espa?ol. No es inane la objeci¨®n del grupo socialista de la C¨¢mara, motivada por el deseo de evitar una escalada proteccionista; pero la pasividad europea ser¨ªa peor. El manejo inteligente de este conflicto lo es todo, menos f¨¢cil. De un lado, la firme defensa de los principios jur¨ªdico-econ¨®micos es ineluctable. De otro, la proporcionalidad de las reacciones debe evitar el enconamiento del litigio.

No parece que la encendida ret¨®rica del Gobierno espa?ol, en contraste con la modestia de sus retorsiones (obst¨¢culos a la importaci¨®n del biodi¨¦sel), sea la mejor v¨ªa; s¨ª lo es, en cambio, su activismo ante los organismos internacionales.