Precedente argentino
La mayor parte de los pa¨ªses han mirado hacia otro lado. La ret¨®rica de la integraci¨®n europea sigue sin expresarse en actuaciones concretas
El anuncio de la presidenta de Argentina de nacionalizaci¨®n del 51% de YPF, filial de la espa?ola Repsol, est¨¢ cargado de consecuencias de diversa ¨ªndole, no solo econ¨®micas, cuyo saldo final ser¨¢ fatalmente adverso para la econom¨ªa de aquel pa¨ªs. El efecto m¨¢s inmediato y evidente es la renovada desconfianza con la que cabe contemplar las instituciones que gobiernan el pa¨ªs y las pol¨ªticas que aplican. En las relaciones econ¨®micas internacionales actuales, la ausencia de riesgo regulatorio es la condici¨®n necesaria para beneficiarse del elevado grado de integraci¨®n econ¨®mica y financiera global, de la movilidad internacional de los flujos de inversi¨®n. Y Argentina necesita inversi¨®n, no solo por la propia aportaci¨®n de los flujos de capital, sino por la necesidad de incorporar t¨¦cnicas de gesti¨®n y pr¨¢cticas homologables con las econom¨ªas modernas. Una expropiaci¨®n como la de YPF no solo es contraria a una gesti¨®n econ¨®mica democr¨¢tica, sino que reduce las posibilidades de bienestar de la poblaci¨®n y de mejora de la calidad empresarial.
El nacionalismo econ¨®mico, aunque de f¨¢cil recurso por algunas tradiciones ideol¨®gicas y algunos gobernantes, es uno de los enemigos del crecimiento econ¨®mico. La experiencia dice que el proteccionismo tampoco acaba siendo rentable pol¨ªticamente. Es verdad que a tenor de la tibia reacci¨®n diplom¨¢tica en EE UU y la UE, el Gobierno argentino puede considerar que los costes externos de esa decisi¨®n no ser¨¢n tan elevados como cab¨ªa suponer. M¨¢s all¨¢ de los apoyos expl¨ªcitos a Espa?a de Reino Unido y M¨¦xico, los dem¨¢s pa¨ªses que cuentan en la escena global han optado por mirar hacia otro lado. A las autoridades espa?olas debe preocuparles mucho m¨¢s la parquedad europea. La ret¨®rica de la integraci¨®n econ¨®mica y pol¨ªtica europea sigue sin expresarse en actuaciones concretas. Y esta era una oportunidad para ilustrar que la UE es algo m¨¢s que una colecci¨®n de pa¨ªses con un mercado com¨²n. En esta ausencia de apoyo significativo a Espa?a habr¨¢ influido probablemente la torpeza negociadora de las autoridades espa?olas e incluso el amago de Repsol de vender YPF a capital chino antes de la expropiaci¨®n. Conviene que se aclaren suficientemente unos y otros, porque no es esa la ¨²nica empresa con importantes inversiones en aquel pa¨ªs.
Argentina es el tercer pa¨ªs, detr¨¢s de Brasil y M¨¦xico, por valor del stock de inversi¨®n directa espa?ola. Espa?a segu¨ªa siendo el principal inversor extranjero. Casi la totalidad de las empresas m¨¢s importantes y de mayor capitalizaci¨®n burs¨¢til de nuestro pa¨ªs tienen intereses en aquel pa¨ªs, a pesar de la menor intensidad que han registrado los flujos de ese tipo de inversi¨®n en la ¨²ltima d¨¦cada. Ser¨ªa un error minimizar la significaci¨®n de la nacionalizaci¨®n ampar¨¢ndose en el descenso de los flujos comerciales entre ambos pa¨ªses en estos ¨²ltimos a?os. Que apenas ning¨²n Gobierno de Am¨¦rica Latina haya apoyado la decisi¨®n argentina no quiere decir que se deba pasar por alto algunos de los argumentos de conveniencia utilizados para legitimar la expropiaci¨®n. Lamentablemente, la escena global no est¨¢ exenta de otras tentaciones proteccionistas y conviene no echar en saco roto el precedente argentino, no por lamentable menos significativo.
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