Levedad
Lo l¨®gico es que la convulsi¨®n social libere del inconsciente colectivo un pozo negro del que se nutren los grandes artistas
Parece que nunca como ahora, a un tiempo tan duro le ha correspondido una cultura tan leve e inane. Lo l¨®gico es que la convulsi¨®n social libere del inconsciente colectivo un pozo negro del que se nutren los grandes artistas. El viento f¨¦tido que anunciaba la Primera Guerra Mundial engendr¨® el expresionismo alem¨¢n y dio nombres insignes a la historia del arte. Ese movimiento est¨¦tico encabezado, entre otros, por Georg Grosz, Kirchner y Otto Dix fue la proyecci¨®n de una locura que presagiaba la pr¨®xima tragedia. La belleza se hallaba entonces al mismo nivel de la destrucci¨®n. Incluso la ¨¦poca m¨¢s fr¨ªvola de entreguerras, llena de sombreros blancos, pliegues en los pantalones bombachos, martinis y sonidos de jazz tuvo a un ejemplar de la altura est¨¦tica de Scott Fitzgerald para representarla. Con el inicio del siglo XX lleg¨® Picasso al frente de la vanguardia hist¨®rica; Sigmund Freud extrajo de los pasteles de Viena la mucosa sexual del subconsciente, que Joyce en el Ulises convertir¨ªa en esos pensamientos turbios e inconexos de un ciudadano vulgar, que son los de la humanidad entera, derramados por las calles de Dubl¨ªn. El escarabajo de Kafka emergi¨® de gueto de Praga como un proyecto vital, mientras toda la nostalgia evanescente de un mundo que se iba, fue hilada como un capullo de oro por ese gusano de seda que fue Marcel Proust. Steinbeck levant¨® acta de la Gran Depresi¨®n; despu¨¦s del gas mostaza de la Primera Guerra Mundial hab¨ªa que escalar la Monta?a M¨¢gica, de Thomas Mann; despu¨¦s del gas Ziklon B de Auschwitz estaban Sartre y Camus. Se achaca a nuestra ¨¦poca el que haya convertido el arte en una espuma llena de ocurrencias y no ser¨¢ porque falten alicientes de locura, confusi¨®n, sangre y fanatismo en cada telediario. Pero esta aparente levedad es solo de un espejismo. Ya no se escriben versos sobre la luna porque se ha viajado a la luna de verdad; no est¨¢ Heidegger ni Wittgenstein ni Carl Popper porque la filosof¨ªa es la materia oscura de la f¨ªsica cu¨¢ntica; se han terminado los sue?os vanos porque la biolog¨ªa molecular ha desvelado el misterio de la vida. La poes¨ªa est¨¢ en la qu¨ªmica y si no hay novelas ni teatro es porque la ficci¨®n es ya la propia conciencia de estar vivos formando parte de las estrellas.
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