La felicidad seg¨²n Ricky Martin
La cr¨ªtica le ha encumbrado como fen¨®meno del a?o en Broadway por su papel en 'Evita' Es el ¨²ltimo de los ¨¦xitos encadenados de un cantante que parece llamado a romper serenamente los estereotipos m¨¢s retr¨®grados de la industria del espect¨¢culo
Broadway se ha olvidado de la mism¨ªsima Eva Duarte. Casi nadie rompe en aplausos tras No llores por m¨ª, Argentina. En las butacas del teatro neoyorquino Marquis, donde desde el mes pasado se repone el musical de 1976 dedicado a la gran prima donna del espect¨¢culo pol¨ªtico que fue Evita, nadie recuerda a Mandi Patinkin o a Antonio Banderas, dos maestros que interpretaron en el pasado, con notable ¨¦xito, el papel de Che. Los mayores aplausos van dirigidos a quien ahora encarna ese personaje, el contrapunto ir¨®nico de Eva, la voz del pueblo y la raz¨®n: Ricky Martin, que regresa a Broadway dos d¨¦cadas despu¨¦s, convertido en estrella y como una de las razones m¨¢s poderosas para que la reposici¨®n de Evita se haya convertido en uno de los ¨¦xitos de la temporada.
En 1996, Martin se uni¨® al reparto de Los miserables, que se represent¨® en Broadway entre 1987 y 2003. Interpret¨® el papel de Marius Pontmercy, el m¨¢s rom¨¢ntico entre los protagonistas del musical. Era una ¨¦poca en la que al cantante de Puerto Rico a¨²n no le hab¨ªa sobrevenido el ¨¦xito colosal de Livin¡¯ la vida loca. Entonces trataba de hacerse un hueco en el mercado en EE UU con un curr¨ªculo variado pero carente de ¨¦xitos rotundos: la boy band infantil Menudo, un papel de camarero en la teleserie General hospital y tres discos en solitario con un single pegadizo, Mar¨ªa. Varios n¨²meros uno despu¨¦s, regresa a las tablas para convertirse, ante el asombro general, en el fen¨®meno de la temporada en Broadway.
¡°Memorable¡±, dijo sobre su interpretaci¨®n Variety. ¡°Una supernova de carisma¡±, public¨® The New York Post. El cr¨ªtico de The Associated Press fue m¨¢s lejos: ¡°Es tiempo de imponer una nueva ley en Broadway: que pongan a Ricky Martin en todas las obras¡±. El p¨²blico asiente. Martin es el ¨²nico actor del musical que recibe ovaciones nada m¨¢s entrar, cuando pronuncia: ¡°Qu¨¦ gran circo, qu¨¦ espect¨¢culo, Argentina est¨¢ tirando la casa por la ventana a causa de la muerte de una actriz de nombre Eva Per¨®n¡±. ?l es el tir¨®n, frente a una Eva empeque?ecida y algo chillona y un Per¨®n aburrido de haberse conocido.
A sus 40 a?os, Martin no pod¨ªa pedir m¨¢s. En escena se le ve relajado como nunca, olvidadas las tensiones de llevar una vida de ficciones y verdades a medias. Es, al fin y al cabo, la primera gran estrella latina del pop abiertamente gay que atrae multitudes a un teatro de Broadway. Hasta el lunes le hab¨ªan visto en Evita 12.000 personas. El contraste con su discreta primera incursi¨®n en Broadway es notable. Publicaba People en 1999: ¡°Incluso a un rompecorazones latino pueden fallarle las flechas de Cupido. Cuando Martin se hallaba en Broadway con Los Miserables¡ estaba chiflado por una de las peluqueras de la obra. Era una mujer alemana, alta, a la que no le interesaba la estrella¡ El cantante dec¨ªa: ¡®?No es triste que todas esas mujeres me esperen a la puerta del teatro y la que yo quiero no me quiera?¡±.
Menos suerte vendiendo casas
Durante a?os, Ricky Martin fue miembro por derecho de la gran comunidad de famosos que habitan Miami Beach, tierra de neones y parranda. Pero como muchos otros antes que ¨¦l, y aprovechando su papel en Broadway, que le obliga a residir en Nueva York, el cantante ultim¨® el 19 de abril la venta de su mansi¨®n, de estilo mediterr¨¢neo y situada en North Bay Road. La vendi¨® por 10,6 millones de d¨®lares. Aun no se sabe la identidad del comprador, pero los medios de Miami aseguran que la cantante Beyonc¨¦, y su marido, Jay-Z, visitaron la casa a finales del a?o pasado. Martin llevaba a?os intentando vender la residencia, que compr¨® en 2005. La puso en venta, inicialmente, por 19,5 millones de d¨®lares. Con la crisis inmobiliaria que han vivido EE UU y, especialmente, Miami, ese precio se ha rebajado a la mitad. Es, aproximadamente, lo que ¨¦l pag¨® hace seis a?os. En septiembre vendi¨® otra casa, en Golden Beach, al norte de Miami, por 6,3 millones. La hab¨ªa puesto tambi¨¦n en el mercado por 22,5 millones. En realidad hab¨ªa pagado por ella 16,5 millones en 2007, seg¨²n los medios especializados, por lo que sus p¨¦rdidas se estiman en unos 10 millones.
Hoy Martin se confiesa feliz de ser gay, tener pareja estable ¨Cel economista puertorrique?o Carlos Gonz¨¢lez Abella, con quien sale desde hace cuatro a?os¨C y ser padre de los gemelos Valentino y Matteo, nacidos en 2008 a trav¨¦s de inseminaci¨®n artificial y un vientre de alquiler. En noviembre, el Ejecutivo de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero le concedi¨® la nacionalidad espa?ola. El pasado mes fue portada adem¨¢s de la edici¨®n espa?ola de Vanity Fair, para la que se dej¨® retratar con su pareja, algo que no hab¨ªa hecho. ¡°Si tocan la ley del matrimonio gay, ahora, como ciudadano espa?ol que soy, me levantar¨ªa y me unir¨ªa a mi comunidad¡±, dijo a la revista, convertido en todo un activista.
Que Martin haga gala de su sexualidad de forma tan abierta ¨Csali¨® del armario en 2010 a trav¨¦s de Twitter¨C es todo un hito en el mercado norteamericano, donde no abundan precisamente ese tipo de decisiones por parte de estrellas pop. De ¨¦l se sospechaba su sexualidad. La propia periodista Barbara Walters casi le implor¨® que admitiera que era gay en una oprobiosa entrevista emitida en la cadena ABC en 2000. El a?o pasado, Walters dijo en una entrevista con el diario canadiense The Toronto Star que aquel era tal vez uno de los momentos de los que m¨¢s se arrepent¨ªa: ¡°Mucha gente dice que eso le arruin¨® la carrera, y pens¨¢ndolo bien, creo que fue una pregunta inapropiada¡±.
Puede que fuera inapropiada, pero no parece que arruinara su carrera. Martin se tom¨® unos a?os para poner orden en su vida personal. Entre 2005 y 2011 no public¨® m¨²sica nueva. El a?o pasado edit¨® el disco M¨²sica + alma + sexo, que lleg¨® al n¨²mero tres de la lista Billboard en EE UU. Fue toda una gesta, dado que es un ¨¢lbum en espa?ol. Recientemente apareci¨® como estrella invitada en la serie Glee, donde interpret¨® a un profesor de espa?ol y cant¨® La isla bonita. Ahora le llega el honor de recibir las mejores cr¨ªticas de una versi¨®n de Evita que, por lo dem¨¢s, ha recibido una fr¨ªa acogida por parte de la prensa especializada. Es el a?o de Ricky. Al menos en Broadway.
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