La historia interminable de los CIE
La primera vez que o¨ª hablar de los CIE fue hace casi un a?o a ra¨ªz de la campa?a "que el derecho no se detenga a la puerta de los CIEs". M¨¢s de 300 organizaciones que llevaban desde 2008 luchando por los ¡°derechos humanos¡± de los inmigrantes irregulares en Espa?a, se un¨ªan para solicitar una regularizaci¨®n inmediata del sistema de gesti¨®n de los Centros de Internamiento.
Centros de Internamiento para Extranjeros, sitios en los que recluyen a los inmigrantes irregulares hasta que se decide qu¨¦ hacer con ellos. Est¨¢n previstos en la Ley de Extranjer¨ªa. Pero esa misma ley tambi¨¦n prev¨¦ que estos espacios no son c¨¢rceles, ?C¨®mo iban a serlo si no tener papeles es solo una infracci¨®n administrativa? (igual que tener el DNI caducado, por ejemplo).
Sin embargo, los CIE llevan a?os esperando un reglamento que regule su funcionamiento y que evite que estos espacios sigan en el limbo legal en el que se encuentran. Todo esto no ser¨ªa tan grave si la gesti¨®n de los Centros se hiciera de un modo acorde a su funci¨®n. Pero la realidad es que los CIE son un sumidero de atrocidades: ¨ªndices de aborto elevad¨ªsimos, maltratos f¨ªsicos y ps¨ªquicos regulares, familias separadas, incomunicaci¨®n completa con el exterior y muertes por dejaci¨®n ¨C las dos ¨²ltimas en navidades, en solo 15 d¨ªas y ambas por absoluta negligencia.
Como explicaba al principio, mi primer contacto con este tema fue en junio de 2011. Pens¨¦ que se trataba de una exageraci¨®n. ?C¨®mo iba a estar pasando esto en Espa?a sin yo saberlo? Despu¨¦s de informarme bien pas¨¦ a la indignaci¨®n m¨¢s absoluta y conclu¨ª que se trataba de un problema de comunicaci¨®n, cuando todos supieran lo que estaba sucediendo en los Centros alzar¨ªan sus voces para evitar este atropello de los derechos humanos. Pero en noviembre me llev¨¦ una de las mayores decepciones de mi vida cuando Avaaz, antes de las elecciones, lanz¨® una campa?a solicitando la regularizaci¨®n de los centros y la respuesta ciudadana fue tibia. Apenas se consiguieron unas 40.000 firmas. Lo m¨¢s doloroso fue comprobar c¨®mo gente muy cercana y con buen criterio esgrim¨ªan argumentos cargados de demagogia y falta de informaci¨®n: ¡°algo habr¨¢n hecho, que no vengan sin papeles, si les meten ah¨ª es porque la ley lo contemplar¨¢ de ese modo¡¡±
Sin embargo, ma?ana, en pleno puente, nuestro ministro del Interior presentar¨¢ un reglamento que ni siquiera ha consensuado con los representantes de la sociedad civil y que echa por tierra la esperanza de conseguir un reglamento de regulaci¨®n de los Centros justo y que asegure el respeto de los derechos humanos y civiles de los que ah¨ª se encuentran.
Llegados a este punto, nosotros, ciudadanos, somos los ¨²nicos que podemos conseguir que esto cambie usando las mismas armas que us¨® Gandhi: la comunicaci¨®n y la resistencia pasiva. Tenemos las herramientas que nos ofrecen las nuevas tecnolog¨ªas, us¨¦moslas. #nadieesilegal. No permitamos que el sistema se pervierta hasta un punto de no retorno en el que la culpa de todos los males la tengan los de fuera - un tipo de pensamiento que ha dado origen a los mayores genocidios de la historia-.
Para los incr¨¦dulos o los que quieran informase m¨¢s sobre este tema les recomendamos ver todas las noticias relacionadas en: http://elpais.com/tag/centros_internamiento/a/
Para los activistas, la campa?a de Avaaz sigue abierta y todav¨ªa se puede firmar¡ http://www.avaaz.org/es/stop_spanish_guantanamos/?3500
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