Las intervenciones de Occidente en pa¨ªses en desarrollo: el caso de Guinea Ecuatorial
Autor Invitado: Agust¨ªn Velloso Santisteban*
1. Condiciones y actores para un cambio de gobierno. Es un hecho claro que los pa¨ªses poderosos intervienen de varias maneras en los d¨¦biles. Antiguamente aquellos conquistaban ¨¦stos, los arrasaban y esclavizaban a sus habitantes. Posteriormente los imperios descubr¨ªan nuevas tierras all¨¦n de los mares y tomaban posesi¨®n de las mismas en nombre de un rey. Despu¨¦s los estados sucedieron a los emperadores pero el resultado fue el mismo: el establecimiento de colonias al servicio del pa¨ªs colonizador. Cuando recientemente los colonizados lograron acabar con el yugo del colonialista, ¨¦ste cambi¨® de t¨¢ctica pero no de objetivo.
En la actualidad el expolio de las riquezas del colonizado contin¨²a por parte de aquellos, pero la justificaci¨®n del crimen no es principalmente la superioridad militar, la propagaci¨®n de la religi¨®n, ni la carga que asume voluntariamente el hombre blanco a favor de las razas inferiores, sino la cooperaci¨®n al desarrollo de las naciones desfavorecidas, la protecci¨®n de la democracia y los derechos humanos, la guerra contra el terrorismo, la lucha contra un dictador, etc., objetivos que admiten combinaciones y variaciones.
En el caso que nos ocupa, Guinea Ecuatorial (GE), se dan varias condiciones. El Partido Democr¨¢tico de Guinea Ecuatorial (PDGE), el del presidente Teodoro Obiang, gana siempre las elecciones con un porcentaje entre el 95% y el 98% y es por esto por lo que lleva en el poder desde hace m¨¢s de 30 a?os. Dicho de otra manera: el parlamento de GE tiene 100 esca?os, 99 son del PDGE y uno de Convergencia Para la Democracia Social (CPDS), la oposici¨®n legal.
Condoleeza Rice, secretaria de estado de EEUU recibe a Teodoro Obiang en Washington en 2006. Foto REUTERS, v¨ªa 100reporters.
Los actores pueden salir en televisi¨®n y por tanto ser conocidos, como ministros y presidentes de gobierno occidentales, ser menos conocidos como analistas, expertos, embajadores, asesores, etc., o pasar del todo desapercibidos como los lobbies, los grupos de presi¨®n.
La fuerza de estos grupos se pone de manifiesto con las palabras de Frank Ruddy, ex embajador de Estados Unidos en GE, respecto de Obiang: ¡°Hace unos pocos a?os los funcionarios no hablar¨ªan de las relaciones con este pa¨ªs, o se referir¨ªan a los problemas y las terribles violaciones de derechos humanos. Hoy cualquiera pensar¨ªa que es el hermano de la Madre Teresa quien gobierna el pa¨ªs¡±.
Todos ellos saben que hay, desde luego, suficiente informaci¨®n sobre la realidad del pa¨ªs, pero no la difunden entre el p¨²blico, el cual permanece ajeno a ¨¦sta hasta que esos actores deciden informarles para generar un estado de opini¨®n p¨²blica favorable a sus objetivos.
Seg¨²n el texto de la denuncia sobre incautaci¨®n de bienes mal adquiridos presentada el 25 de octubre de 2011 ante la Corte de Justicia del distrito de Columbia, Estados Unidos, ¡°el presidente Obiang ejercita un control total sobre el gobierno de GE. Casi todos los puestos de poder en la econom¨ªa y la pol¨ªtica los ocupan personas de su entorno cercano. Uno de ellos es Teodoro Nguema Obiang Mangue, el primog¨¦nito de aqu¨¦l, a quien ha nombrado ministro. Tras m¨¢s de 30 a?os de gobierno de Obiang, esas personas han amasado una riqueza extraordinaria mediante diversos entramados de corrupci¨®n.¡±
El Gobierno de Guinea Ecuatorial, el cuarto productor de petr¨®leo de ?frica Subsahariana y con el PIB per c¨¢pita m¨¢s alto del continente, dispone de los recursos para mejorar las vidas de su gente, incluyendo el cumplimiento de los objetivos de desarrollo y reducci¨®n de muerte maternal e infantil impuestos por Naciones Unidas y la Uni¨®n Africana. Sin embargo, de acuerdo con las estad¨ªsticas del mismo Gobierno de Guinea Ecuatorial, m¨¢s del 75 por ciento de su poblaci¨®n vive en extrema pobreza. Niveles b¨¢sicos de educaci¨®n y cuidado m¨¦dico siguen siendo realidades lejanas para la mayor¨ªa de los ciudadanos del pa¨ªs. Guinea Ecuatorial tiene la tasa de mortalidad infantil m¨¢s alta del mundo y los datos del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo muestran que el gasto en educaci¨®n durante el periodo 2002-2007, relativo al gasto gubernamental, fue uno de los m¨¢s bajos del mundo.
Independientemente de las estad¨ªsticas y los datos concretos sobre el desarrollo humano y el respeto a los derechos humanos en GE, la situaci¨®n del pa¨ªs se resume con las siguientes notas:
- Corrupci¨®n pol¨ªtica prolongada durante m¨¢s de 30 a?os por parte del gobierno de GE, la cual est¨¢ en el origen del enriquecimiento de sus miembros y allegados a partir de la apropiaci¨®n de las abundantes riquezas naturales del pa¨ªs;
- Represi¨®n contra la poblaci¨®n que previene que ¨¦sta fuerce un cambio del statu quo;
- Papel de la mafia que se conoce como comunidad internacional, clave en el sostenimiento del gobierno de Obiang.
Aunque en alguna rara ocasi¨®n esta comunidad critique alg¨²n desm¨¢n de Obiang, no dejan de cooperar con ¨¦l en de muchas maneras, tanto en los principales organismos internacionales, como mediante acuerdos comerciales, militares y de otro tipo, de car¨¢cter multilateral y bilateral, con Guinea Ecuatorial.
Mansi¨®n en Malib¨² (California) del primog¨¦nito de Teodoro Obiang Nguema, es decir, Teodor¨ªn Nguema Obiang. Foto REUTERS, v¨ªa 100reporters.
2. El cambio de gobierno en realidad es favor de los actores y no de los gobernados. Al mismo tiempo, lo que dicen los actores realmente sobre su socio en canales cerrados a la opini¨®n p¨²blica es que ¡°Obiang es un autoritario personalista, con todo lo que eso implica para los derechos humanos, y su hijo mayor es un buf¨®n corrupto, aunque hay muchos otros familiares, ninguno parece destacar como posibles sucesores¡± [Informaci¨®n de N. Cook ¨Canalista del Congreso de los EEUU- en correo personal al autor].
Los actores, en un momento de su elecci¨®n, se disponen a aprovechar la oportunidad que les brinda las condiciones expuestas para un cambio de gobierno, una vez que la opini¨®n p¨²blica ha sido convenientemente informada por ellos y por tanto cuando cuentan con que se muestra favorable al mismo.
Se barajan las opciones principales seg¨²n las circunstancias del pa¨ªs y las internacionales y la correlaci¨®n de fuerzas e intereses entre los pa¨ªses intervinientes: compromiso con el gobierno y exigencia de reformas progresivas durante un largo periodo; dura cr¨ªtica y aislamiento y una combinaci¨®n de ambas¡ o golpe de estado.
Naturalmente ¨¦ste no se presenta como tal ¨Csalvo que se produzca por alguna raz¨®n fuera de control-, sino que, igual que se ha visto en otras ocasiones recientemente, como una de las revoluciones de colores, una primavera m¨¢s o menos inducida desde el exterior, o con otra forma adecuada a las circunstancias.
Blair, Bush y Aznar, en su etapa como impulsores de la democracia en Iraq. Foto REUTERS, v¨ªa El Pa¨ªs.
Desde hace unos meses, Obiang y su entorno se ven expuestos ante la opini¨®n p¨²blica internacional como lo que son e incluso se les ataca de forma cada vez m¨¢s abierta. Tienen abiertos varios procesos judiciales en Estados Unidos, Espa?a y Francia relacionados con la corrupci¨®n citada y el primog¨¦nito -probable sucesor en la presidencia del pa¨ªs- tiene una orden de b¨²squeda emitida por la fiscal¨ªa francesa.
Al mismo tiempo, personal diplom¨¢tico y funcionarios de los servicios de seguridad de esos pa¨ªses establecen en nombre de ¨¦stos contactos con miembros de la oposici¨®n y otros actores, con el fin de preparar el terreno para un cambio de gobierno.
Lo que esos pa¨ªses buscan en realidad no es lo que muestran las apariencias y se hace creer a la opini¨®n p¨²blica, es decir, un fin a la opresi¨®n y la corrupci¨®n por parte de los Obiang, sino un gobierno que sea presentable ante esa opini¨®n para que no deslegitime el discurso occidental de democracia, derechos humanos y desarrollo sostenible.
Lo importante es asegurar que los recursos naturales de GE, en particular el petr¨®leo y el gas, sigan fluyendo hacia Occidente bajo el control occidental y que el nuevo presidente del pa¨ªs se ajuste a ese gui¨®n sin las estridencias del anterior.
Por lo dem¨¢s los actores se encargan de informar a su opini¨®n p¨²blica de que el cambio no s¨®lo es bueno para los habitantes del pa¨ªs en cuesti¨®n sino que es important¨ªsimo para su propia seguridad. Mientras tanto esa opini¨®n olvida los cr¨ªmenes de Iraq, Afganist¨¢n, Libia, Siria¡, porque se les distrae con espect¨¢culos diversos y se les prepara para una nueva primavera en otro pa¨ªs en desarrollo.
M¨¢s informaci¨®n en el art¨ªculo del autor C¨®mo organizar una primavera o una revoluci¨®n de colores en un pa¨ªs que le convenga, publicado en Fundaci¨®n Sur.
*Agust¨ªn Velloso Santisteban es profesor de la Facultad de Educaci¨®n en la UNED. Investiga y ense?a sobre educaci¨®n en Palestina, Iraq, Sahara Occidental, Guinea Ecuatorial y refugiados.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.