Le sale de las entra?as
Pol¨¦mica surrealista por un comentario sobre el AVE a Extremadura
El mismo Jos¨¦ Antonio Monago que propone razonables pactos de Estado para hacer frente a la crisis, ha sacado de sus entra?as toda la c¨®lera de presidente ofendido de la Junta extreme?a para amenazar al alcalde de Barcelona, Xavier Trias: ¡°Si ten collons (sic), d¨ªmelo a la cara¡±. Lo de menos es el catal¨¢n aproximado con el que se refiri¨® a los atributos de Trias, sino su respuesta a un comentario radiof¨®nico del regidor barcelon¨¦s sobre si tiene sentido llevar el AVE a Extremadura cuando Portugal ha anunciado que no va a enlazarlo. A Trias le parece mal que Catalu?a se siga apretando el cintur¨®n, "contribuyendo una burrada", mientras no se pueden mejorar los accesos al puerto de Barcelona porque otros se gastan el dinero en cosas que, desde el punto de vista coste-beneficio, "son una cat¨¢strofe".
Para qu¨¦ quieres m¨¢s. El mandatario extreme?o agarr¨® un ejemplar de la Constituci¨®n y ret¨® al regidor barcelon¨¦s a repetirle lo del AVE a ¨¦l, en persona. De paso le invit¨® a acudir al duelo en tren, para que se entere de lo que es invertir seis horas de viaje de Madrid a Badajoz sin cafeter¨ªa y, en ocasiones, sin aire acondicionado. La lentitud de un tren no tiene mucho que ver con el funcionamiento del servicio de cafeter¨ªa, pero ya puestos...
No contentos con la pol¨¦mica entre los jefes, han entrado al trapo otros espadas. El portavoz parlamentario del PP de Extremadura reprocha a Trias que no se acuerde de que los extreme?os han sido "muy humanitarios con las cat¨¢strofes catalanas" y "de la solidaridad de los espa?oles con la sed de los barceloneses". A su vez, el jefe de los populares en el Ayuntamiento de Barcelona, aun comprendiendo la queja por la lentitud del actual tren extreme?o, aconseja a Monago, compa?ero de partido ¡ªque no de autonom¨ªa¡ª: "Es mejor hacer migas que tener cojones".
Quiz¨¢ sea injusta la mala opini¨®n de los espa?oles sobre los pol¨ªticos. Pero escuchar el lenguaje pendenciero de alguno de ellos, convirtiendo una discusi¨®n de prioridades en otra sobre atributos f¨ªsicos, es surrealista. Falta comprobar si la prima de riesgo y las Bolsas habr¨¢n quedado suficientemente impresionadas.
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