El 15-M y la promesa de la pol¨ªtica
Este movimiento es de protesta, pero tambi¨¦n de propuesta y ha contribuido a revitalizar el debate democr¨¢tico
En La condici¨®n humana, sostiene Hannah Arendt que la libertad para interactuar por medio del discurso con otras personas y experimentar la diversidad en la que consiste el mundo era, y ciertamente ya no es, el prop¨®sito final de la pol¨ªtica. Mucho antes, Tuc¨ªdides dec¨ªa que en Atenas a quien no tomaba parte en los asuntos p¨²blicos lo consideraban no un despreocupado, sino un in¨²til. Ahora que no parecen correr buenos tiempos ni para la pol¨ªtica ni mucho menos para Atenas, se cumple el primer a?o ¡°oficial¡± del movimiento 15-M, aunque sin ese nombre ya en los primeros meses de 2011 se hab¨ªan sucedido concentraciones y manifestaciones que reivindicaban una serie de reformas pol¨ªticas, econ¨®micas, sociales y culturales coincidentes con las que sirvieron para convocar, entre otras, las manifestaciones del 15 de mayo y, m¨¢s adelante, las del 15 de octubre de 2011, que se celebraron en 951 ciudades de 82 pa¨ªses de los cinco continentes, y las del 12 de mayo de 2012.
Este movimiento tiene, por emplear la terminolog¨ªa de Pierre Rosanvallon, un fuerte componente ¡°contrademocr¨¢tico¡±, no en el sentido de que se oponga a la democracia, sino porque aporta una forma de actuaci¨®n democr¨¢tica no institucionalizada, que expresa de manera directa las expectativas y decepciones de nuestra sociedad. Porque, adem¨¢s de la democracia institucional de legitimidad electoral, existe, y es necesaria, una forma de democracia de contrapeso, un contrapoder articulado a partir de los movimientos sociales, que sirva para mantener la lealtad al inter¨¦s general por parte de las instituciones. Y a la hora de valorar el grado de participaci¨®n pol¨ªtica de una sociedad, no se puede reparar solo en el n¨²mero de personas que votan en los procesos electorales, sino que debe tenerse en cuenta tambi¨¦n la asistencia a las concentraciones y manifestaciones, el respaldo a iniciativas legislativas populares, la demanda de consultas ciudadanas, el activismo electr¨®nico¡ Por todo ello, si analizamos lo que ha ocurrido en el ¨²ltimo a?o en Espa?a, pero tambi¨¦n en Estados Unidos, Gran Breta?a, Grecia, Portugal, Italia y, por supuesto, en pa¨ªses ¨¢rabes como T¨²nez o Egipto, se puede concluir que la pasividad ciudadana es un mito.
Entre otras razones, porque frente a lo que en no pocas ocasiones se dice, el 15-M, adem¨¢s de un movimiento de protesta, lo es tambi¨¦n de propuesta y ha contribuido a revitalizar el debate democr¨¢tico, evidenciando la aspiraci¨®n a que el discurso pol¨ªtico que se expresa y construye en las plazas y calles sea escuchado en las instituciones de gobierno. Por eso, y aunque se ha hablado mucho de la influencia del op¨²sculo Indignaos, seguramente en el 15-M hay, de manera consciente o no, mucho m¨¢s de Habermas que de Hessel; no en vano es Habermas el que reclama una democracia deliberativa en la que los procesos de formaci¨®n de la voluntad pol¨ªtica institucionalizada est¨¦n conectados y abiertos a una opini¨®n p¨²blica no formalmente articulada.
Si analizamos lo ocurrido en Europa, en EE UU y en algunos pa¨ªses ¨¢rabes se puede concluir que la pasividad ciudadana es un mito
Cabe recordar que las manifestaciones del 15 de mayo de 2011 fueron encabezadas con pancartas en las que se le¨ªa ¡°No somos mercanc¨ªa en manos de pol¨ªticos y banqueros¡± y para alcanzar unos objetivos que en absoluto pueden considerarse ¡°anti-sistema¡±. Es probable que, un a?o despu¨¦s, hayan cobrado todav¨ªa m¨¢s legitimidad: 1. Eliminaci¨®n de los privilegios de la clase pol¨ªtica (supresi¨®n de privilegios en el pago de impuestos, los a?os de cotizaci¨®n y el monto de las pensiones, eliminaci¨®n de la inmunidad asociada al cargo, publicaci¨®n obligatoria del patrimonio de todos los cargos p¨²blicos, reducci¨®n de los cargos de libre designaci¨®n¡); 2. Lucha contra el desempleo (reparto del trabajo fomentando las reducciones de jornada y la conciliaci¨®n laboral, bonificaciones para aquellas empresas con menos de un 10% de contrataci¨®n temporal, imposibilidad de despidos colectivos o por causas objetivas en las grandes empresas mientras haya beneficios, fiscalizaci¨®n a las grandes empresas para asegurar que no cubren con trabajadores temporales empleos que podr¨ªan ser fijos, restablecimiento del subsidio de 426€ para todos los parados de larga duraci¨®n¡); 3. Derecho a la vivienda (ayudas al alquiler para j¨®venes y todas aquellas personas de bajos recursos, que se permita la daci¨®n en pago de las viviendas para cancelar las hipotecas¡); 4. Servicios p¨²blicos de calidad (supresi¨®n de gastos in¨²tiles en las Administraciones P¨²blicas y establecimiento de un control independiente de presupuestos y gastos, contrataci¨®n de personal sanitario hasta acabar con las listas de espera, contrataci¨®n de profesorado para garantizar la ratio de alumnos por aula, financiaci¨®n p¨²blica de la investigaci¨®n para garantizar su independencia, transporte p¨²blico barato, de calidad y ecol¨®gicamente sostenible, aplicaci¨®n efectiva de la Ley de Dependencia¡); 5. Control de las entidades bancarias (elevaci¨®n de los impuestos a la banca de manera directamente proporcional al gasto social ocasionado por la crisis generada por su mala gesti¨®n, devoluci¨®n a las arcas p¨²blicas de todo el capital p¨²blico aportado a los bancos, regulaci¨®n de sanciones a los movimientos especulativos y a la mala praxis bancaria¡); 6. Fiscalidad (aumento del tipo impositivo a las grandes fortunas y entidades bancarias, eliminaci¨®n de las SICAV, recuperaci¨®n del Impuesto sobre el Patrimonio, control real y efectivo del fraude fiscal y de la fuga de capitales a para¨ªsos fiscales, promoci¨®n a nivel internacional de la adopci¨®n de una tasa a las transacciones internacionales -tasa Tobin-); 7. Libertades ciudadanas y democracia participativa (abolici¨®n de la Ley Sinde, protecci¨®n de la libertad de informaci¨®n y del periodismo de investigaci¨®n, referendos obligatorios y vinculantes para las cuestiones de gran calado que modifican las condiciones de vida de los ciudadanos, modificaci¨®n de la Ley Electoral para garantizar un sistema aut¨¦nticamente representativo y proporcional que no discrimine a ninguna fuerza pol¨ªtica ni voluntad social, reforma de la figura del Ministerio Fiscal para garantizar su independencia, establecimiento de mecanismos efectivos que garanticen la democracia interna en los partidos pol¨ªticos) y 8. Reducci¨®n del gasto militar.
Este car¨¢cter propositivo del 15-M permite calificarlo como un movimiento pol¨ªtico y no puramente populista, pues la preocupaci¨®n por vigilar la acci¨®n de los poderes y someterlos a la cr¨ªtica no se ha transformado en una mera estigmatizaci¨®n de los gobernantes. Desde luego no parece exagerado atribuir a este movimiento parte importante de la consecuci¨®n de algunos cambios en el ¨¢mbito legal, como la obligaci¨®n de que se haga p¨²blico el patrimonio de diputados o senadores, el desbloqueo de una iniciativa legislativa popular sobre la daci¨®n en pago o la aprobaci¨®n de un Anteproyecto de Ley de Transparencia ¡ªpoco transparente dicho sea de paso¡ª.
Es, asimismo, bien conocida la actuaci¨®n llevada a cabo por las asambleas y grupos vinculados al 15-M para que se conozca la precaria situaci¨®n de miles de familias que han sido desahuciadas de sus viviendas o est¨¢n pendientes de procesos que podr¨ªan desembocar en ese resultado. Al mismo tiempo se han paralizado varios desahucios y se ha presionado para que tanto el Gobierno como algunas entidades bancarias reconozcan la magnitud de este problema y esbocen algunas medidas para paliarlo.
Por todo ello, y sin olvidar la comisi¨®n de innegables errores organizativos, estrat¨¦gicos y de funcionamiento, no parece exagerado concluir que este movimiento ha contribuido, en estos tiempos especialmente dif¨ªciles, a recuperar la promesa de la pol¨ªtica de la que hablaba Arendt.
Miguel ?ngel Presno Linera es profesor titular de derecho constitucional de la Universidad de Oviedo e integrante de la Asamblea del 15-M de Pola de Siero (Asturias).
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